En el año 2066, cuando celebremos los 50 años del fin de la guerra interna, Colombia será reconocida en Latinoamérica y el mundo como un territorio inteligente e innovador que fue capaz de encontrar un equilibrio entre los aspectos de sostenibilidad ambiental, desarrollo socio-cultural, cooperación y competitividad económica y buen gobierno, construyendo así con éxito la verdadera paz que sus ciudadanos soñaban.
Nuestro país es reconocido como un territorio cultural y geográficamente diverso e incluyente, en el que se conjugan las planicies con los sistemas de ríos y montañas, y que tiene como corazón de vida las principales urbes y centros rurales que otrora eran escenarios de violencia, ahora caracterizados por un desarrollo armónico e incluyente con el medio ambiente y con los ciudadanos más vulnerables, así como también por aprovechar sus riquezas ecológicas y paisajísticas sin poner en peligro los recursos naturales para las generaciones futuras.
Los municipios y departamentos colombianos, junto con las principales instituciones, tanto públicas como privadas, habrán fortalecido su unión, transparencia y cooperación para consolidar un territorio nacional vibrante y atractivo, con liderazgos altruistas comprometidos con los intereses supremos y sagrados de lo colectivo, que facilite los intercambios políticos, económicos, sociales, culturales y de ideas innovadoras, permitiendo así superar los desequilibrios socioeconómicos, y garantizando a todos los habitantes el pleno derecho a disfrutar altos estándares de calidad de vida.
El país habrá aumentado su atractivo mediante la recuperación de los espacios naturales más significativos y de las zonas más devastadas por la guerra, a través de un diseño rural, urbano y paisajístico único e irrepetible que promueva, además de la protección ambiental, el desarrollo de nuevos centros de actividades y hábitat, creando nuevas oportunidades laborales y educativas, nuevos ambientes innovadores, opciones residenciales, alta calidad de vida, equilibrio social, seguridad ciudadana, ofertas culturales y de ocio, que permitan la relación de diversos grupos sociales y la atracción de nuevos recursos humanos altamente preparados al campo y la ciudad.
Colombia tendrá un ambiente innovador que estimula los sentidos y la imaginación, y crea condiciones para atraer talento humano desde el desarrollo de actividades innovadoras, mejorando el estilo de vida, garantizando calidad ambiental de los espacios y de las infraestructuras que los sirven, conectando rápida y eficientemente las instituciones y los profesionales, creando oportunidades mediante las relaciones entre la investigación y la industria y potencializando actividades científicas, artísticas y de nuevas economías.
Consciente del compromiso con la cohesión y el desarrollo social, el país trabaja en la inclusión de todos los ciudadanos, al mismo tiempo luchando contra la desigualdad social. Es por esto que no solo generará empleo de calidad, sino que sus políticas se habrán orientado hacia la transformación social, cultural y del pensamiento en un escenario de posconflicto, dignificando las víctimas del absurdo conflicto armado, incluyendo la sociedad civil y los miembros de las fuerzas armadas, generando empleo a población desplazada, vulnerable y en pobreza extrema, y brindando oportunidades a reinsertados de grupos ilegales que tengan la convicción de ayudarnos a mejorar nuestra sociedad. Además, los nuevos territorios rurales y urbanos se constituyen como escenarios de expresión democrática, en los que las barreras sociales se eliminan y sus ciudadanos lo reconocen como territorios equitativos y socialmente integrados.
Aunque quizás lo más importante es que en el año 2066 los colombianos reconocemos nuestro país como un territorio próspero, equitativo y socialmente integrado, y nos sentimos orgullosos de su calidad de vida, su seguridad, su sostenibilidad medioambiental y el bienestar que a todos nos ofrece. Los colombianos estaremos nuevamente unidos, demostrando por qué somos una sociedad pujante, que siempre prioriza el interés general y que, a pesar de tantas caídas, siempre nos levantamos y seguimos dispuestos a luchar en paz.
¡Oh Gloria inmarcesible a este nuevo país creado por sus ciudadanos!
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