“¿Qué tiene mi pan?”, o las cosas en las cosas, el fin de las industrias silenciosas y la llegada del I2C
Un pan no es un pan. Es harina, grasa, queso, levadura, calor y las manos de panadero; pero panes hay muchos, porque depende de la harina, la forma de cocinarlo, la cantidad de grasa y las cosas que se le pongan, es un pan distinto. No solo un pan es un pan, sino que la gente ya sabe qué pan le gusta más y sabe qué pan es mejor para él o no, y eso lo ha llevado a preguntarse de qué esta hecho el pan.
Todos sabemos que las cosas están llenas de cosas. No somos tan tontos como para no darnos cuenta que detrás de toda cosa, hay miles de componentes que hacen que esa cosa exista. De hecho, ya sabemos mucho de las cosas detrás de las cosas.
Me refiero a esas cosas silenciosas que están tras muchas otras. Hablo de condimentos, insumos, tintas, apliques, cremalleras, botones, cordones, químicos buenos, químicos malos. Procesadores, multivitamínicos, sabores, colores, harinas, azúcares, sales y minerales. Antes no sabíamos de ellos, pero lentamente ellos nos han hablado de diversas maneras, para que comprendamos que toda buena cosa es una suma de muchas cosas buenas, simplemente porque es mejor trabajar en equipo.
Todos sabemos que los computadores cuentan con “Intel inside”, y en muchos casos es más famoso el procesador, que el mismo computador. Ya nos fijamos cuántas calorías tiene un producto, el nivel de sodio, de azúcares, de grasas, de gluten, así no sepamos qué son todas esas cosas. Lo que ha pasado es que comprendimos que las cosas no son cosas, sino muchas cosas.
Un ajiaco no es un ajiaco, es la unión de la papa pastusa, sabanera y criolla, con el pollo, la mazorca, las guascas y el agua, y pocos saben que la clave de esta sopa no es la papa amarilla, sino como se corta esa papa.
Hoy el mercadeo está dando un paso enorme, porque ha comprendido que la gente es curiosa, inteligente, ávida de saber y quiere conocer la verdad de las cosas, y se ha comenzado a preguntar qué hay dentro de las cosas, y las empresas han dado un enorme salto para mostrarlo.
Hemos visto el mercadeo Business to Business B2B, Business to Consumer B2C, y ahora ha llegado el mercadeo Input to Consumer, I2C*. Intel y Lycra son buenos casos para mostrar, sobretodo el de Café de Colombia, que le ha dicho al mundo que es el mejor café del mundo, y muchos usan su logo para decir que lo tienen de insumo. Inclusive en Colombia, Coltejer y Fabricato en los ochenta, les decían a los colombianos que los jeans eran hechos con telas de ellos. Esto no es nuevo, simplemente comenzamos a darnos cuenta de su importancia porque el consumidor ha vuelto a dársela.
¿Por qué está pasando esto? Porque el consumidor quiere saber lo que consume y porque las industrias silenciosas han dejado de ser. Las industrias silenciosas son esas que producen bienes primarios e intermedios, que le dan vida a los grandes productos, pero el consumidor las desconoce, porque siempre han estado calladas dejando que el producto final se robe el espectáculo; más, las reglas de juego cambiaron y hoy los insumos son casi tan importantes como el producto final, por eso la gente mira si es NutraSweet o Stevia, y ya sabemos que hay una cosa que se llama Gluten, que está en el trigo y con los cambios de la genética del producto esta proteína está afectando más a la gente que el pasado, y por eso el pan ya no es el mismo pan de antes, porque el trigo no es el mismo, y este es un buen ejemplo de porque la gente comenzó a preocuparse de las cosas en las cosas.
Así, las empresas de trigo, procesadores, telas, grasas, levadura, endulzantes y otros insumos, han comenzado a subir la voz y explicarle al consumidor la importancia de su rol en el producto, antes de ser satanizado como ha ocurrido con el sodio, el azúcar e incluso el mismo gluten.
Esto abre un nuevo campo de acción del mercadeo hacia el consumidor, porque ya no son solo los productos los que le hablan a las personas, sino los insumos, y esto se nota en las campañas gremiales de “coma” pollo, carne, cerdo, huevo, arroz y panela, que cada vez son más comunes en nuestros medios de comunicación.
Los insumos han comenzado a hablar, a educar al consumidor, a mostrar cómo se deben usar y cómo no, y esto va a redefinir la comunicación de las grandes marcas, porque algunos de estos insumos serán casi sellos de calidad de producto que darán un enorme diferencial para el consumidor, que en muchos casos, preferirá los productos que tenga tal o cual insumo.
Las industrias silenciosas comenzaron a hacer ruido, los insumos se han vuelto productos, sus nombres se transforman en marcas y serán los decisores de compra y de consumo del futuro; el Input to Consumer ha llegado para quedarse.
*Input to Consumer – I2C, es un concepto que yo he planteado, siguiendo los conceptos previos; por eso aún no lo verá en libros o en búsquedas web, pero sin duda en poco tiempo este concepto, con el nombre que sea, tomará mucha relevancia. No porque yo lo proponga, sino porque es parte del futuro de las industrias.
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