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No somos iguales, ni ante la ley ni ante nada. Según nuestra carta magna tenemos más de 40 derechos listados y solo como 10 deberes, pero es claro, que algunos tienen más derechos que los otros, y que pocos tienen que cumplir con los deberes.

Para saber qué derechos se tiene, no solo hay que saber si se es colombiano o no, sino qué edad se tiene, si es hombre o mujer, afrodescendiente o indígena, el nivel de ingreso y hasta el lugar donde vive, y según eso usted tiene más o menos derechos y deberes.

Esto es absurdo pero necesario, porque a nuestra sociedad no le quedó otra opción más allá de la discriminación positiva para revelar muchas poblaciones y problemas que era invisibilizados por la generalidad, pero que asimismo ha generado un problema enorme, porque cuando llega una madre cabeza de familia, pobre, indígena a ser atendida en un hospital en Bogotá, las cosas se complican, porque no se sabe qué minoría prima, y no sabemos cómo respetar sus costumbres ancestrales.

Debemos comprender que históricamente el país había definido una constitución para defender a los pobres, pero con una población pobre cada vez menor, el tema de los deberes y los derechos debe cambiar radicalmente. Si usted es de clase media, criollo, nacido en una ciudad y viviendo en ella, lo más seguro es que no tenga casi ningún subsidio, y que por el contrario financie a las personas con menos ingresos, y que sus impuestos favorezcan el ingreso de los que más tienen, porque al haber tantas personas de clase media, terminan financiando la mayoría de los bienes y servicios sociales del estado.

El que es pobre, tiene una gran cantidad de beneficios, que a veces se parecen más a privilegios que a derechos; no porque no debamos colaborar con las personas menos favorecidas, sino que al indagar en la cotidianidad de esas personas, nos damos cuenta que al ser subsidiadas en educación, salud, servicios públicos, ingreso e incluso transporte, son los principales tomadores de cerveza, fumadores, consumidores de comidas grasosas y de juegos de suerte y azar, lo que causa una asimetría muy compleja de las políticas públicas: se les cubre sus necesidades básicas, para que algunos de ellos, gasten en cosas que los ponen en peligro médico y económico.

El rico, paga sus impuestos según la ley. Algunos los evaden, y saben cómo evitar pagar más impuestos de los que deben, porque consideran que su ingreso es fruto de su esfuerzo, y no tienen ningún problema en pagar en efectivo para evitar que les facturen ciertas cosas con IVA, pese a tener la capacidad de hacerlo.

Subsidiamos al pobre y el rico evade sus deberes, dejando a la clase media condenada a sostener al sistema, sin recibir casi ningún beneficio directo, más allá de la presencia de vías, escuelas y hospitales.

A esto se suma, toda la complejidad de nuestra historia. Indígenas que reclaman la propiedad de la tierra de sus antepasados, negritudes que viven en la selva y piden que el desarrollo llegue a ellos, campesinos que terminaron sembrando droga y ahora piden subsidios para sembrar cultivos lícitos con la misma rentabilidad de los ilegales, adultos mayores que no tienen ahorro pensional, y una generación de personas que le piden al Estado más privilegios que derechos, como cirugías estéticas por tutela, reduciendo el presupuesto de la salud.
El Estado es ineficiente, pero lo es aún más por la cantidad de asimetrías que la constitución, la corte constitucional, las leyes y los decretos han causado. Si usted se pasa en un semáforo en rojo, lo multan, pero si su carro cae en un hueco, no lo indemnizan.

La constitución nos mintió, porque nos dice que somos iguales en derecho y deberes ante la ley, y eso no es verdad, y quizá lo que debemos comprender es que no somos iguales, y que para mantener los derechos que tenemos, debemos cumplir con nuestros deberes, para poder vivir con algunos privilegios, bien sean dados por el Estado o como consecuencia de nuestro esfuerzo propio. La verdad al final, es que hay muchos tipos de ciudadanos ante la ley, y eso es muy complejo de manejar.

@consumiendo

www.camiloherreramora.com

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