No es justo que hoy no pueda comprar las cosas que me gustaban de niño (Nostalgia de un ochentero)

Hoy quisiera comerme un helado Chikos de Cream Helado, o un Chicle Globo de Noel, o quizá una Nucita solo café, y tomar un poco de Manzana Verde; pero no podré, porque muchos de los productos que comía feliz de niño ya no los consigo, !ni siquiera los helados en forma de baloncito!

Millones de razones hay detrás de los productos que mueren en el mercado, pero cuando siguen en la mente de los consumidores, es porque hicieron algo bien y si estos renacieran tendrían una oportunidad muy interesante. Hollywood supo comprender esto y hemos visto Los Magníficos, Los Transformers, Meteoro y muchos otros reencauches de nuestra infancia en carteleras, con la obvia mención de Star Wars y todos los superhéroes que regresaron. Lo que nos gustó de niños, hoy lo podemos comprar, es obvio.

Por estos días, todo el mundo habla de cómo conquistar a los Millenials – e incluso a los llamados “Zeta”, sin haber terminado de hacer feliz a mi generación. Hoy sufrimos porque nos quitaron la infancia, porque ya no podemos comprar fácilmente una camisetas Op o unos jeans Pepe, mi ir a comer helados a Bennis, o comprar zapatos en Addax, ni mucho menos medias en Tiky o ropa en Jeans & Jackets. Esa maravillosa época del Rock español que vivimos se ha quedado congelada en el pasado, y solo Poligamia intenta recordarnos algo de nuestra generación en estos días.

Productos como Chitos, Gudiz o Papa Mallita, Chokis, Mani Moto siguen en el mercado, pero perdieron el sabor y personalidad que recuerdo. Me encantaba ir a la tienda de Don Marcos a comprar Yupis, que tenían un pedazo transparente en el paquete, y uno se podía poner a buscar que muñequito del Chavo del 8 le salía. Comerse una Colombina arcoíris y ver como cambiaba de color, hasta que se llegaba al chicle, ese mismo chicle que tenían los conos en el final de la galleta, pero ya esto no está en el mercado. Comer chicles Miniatura, tomar boli, mientras jugábamos Atari, es imposible. Aún recuerdo con algo de nostalgia y el pánico que sentí en es momento, cuando tenía 14 años y le pedí permiso al papá de mi novia para llevarla a almorzar a la Pizza Nostra.

El mundo cambió, las cosas con las que crecí ya no están, y sí, me hacen falta; porque me recuerdan esos momentos cuando tenía 10 años y podía ir solo a la tienda caminando y nadie me mandaba tres mensajes de texto para saber si yo estaba bien. Jugábamos escondidas en el conjunto, tarro, piquis, apostábamos quien pagaba la gaseosa y el herpo. Estos tiempos ya pasaron, pero algunos productos han tenido el poder de seguir acompañándonos como Coca-Cola, Manzana Postobón, Colombiana, Papas Margarita, Chocolatina Jet, Cerveza Aguila, Kumis Alpina, entre otros.

La Semana Santa trae algo de nostalgia, de esos recuerdos de niñez y esos antojos del barrio o de la finca. Recordemos juntos esos momentos en que como niños solo reíamos, y no pagábamos facturas ni deudas, ni debíamos hacer media hora de ejercicio para mantener el peso. Por eso le pregunto a usted, ¿Qué producto quisiera tener hoy de su infancia?

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