En una publicación pasada escribí acerca de los vehículos piramidales y su conexión con la comunicación interdimensional. Te invito a leer esta publicación antes de continuar con el siguiente texto: https://blogs.eltiempo.com/comunicacion-asemica/2021/10/15/sobre-las-naves-y-los-vehiculos-piramidales/

A partir de esta información e investigaciones sobre los vehículos piramidales, empecé a indagar sobre cuál podría ser la relación que tienen con el cuerpo humano y su funcionamiento. Estas indagaciones son las que voy a compartir a continuación.

Los vehículos piramidales, como su nombre lo indica, son vehículos o naves compuestas por pirámides que nos permiten conectar y anclar información de otras dimensiones al planeta Tierra, siendo antenas y anclas de alta vibración.

Las pirámides desde su estructura geométrica funcionan como cajas de resonancia que pueden comprimir, amplificar o modular flujos de energía y ondas a través de ellas. Estas características las convierten en grandes antenas de información de diferente planos, dimensiones y frecuencias. Por esta razón, en las civilizaciones antiguas estas estructuras cumplían un rol muy importante al ser templos y tumbas que conectaban el cielo con la Tierra.

Bajo este orden de ideas, el cuerpo humano cuenta con dos áreas que desempeñan funciones muy similares a las pirámides. Estas áreas son la garganta y la caja pélvica.

La pirámide de la garganta nace a la altura de los hombros y se alza a unos centímetros de la coronilla. Esta pirámide tiene la capacidad de amplificar nuestra resonancia por medio de la voz y la modulación de las ondas sonoras. La garganta, al contar con una configuración piramidal, tiene el poder de manifestación y creación, al darle vida a nuestros pensamientos y palabras.

 

La segunda pirámide se ubica en el área de la caja pélvica. Esta pirámide se dibuja sobre la cavidad de la pelvis y los genitales. En ella también se desarrolla un gran poder de creación, amplificación y compresión de la energía, teniendo en cuenta que es la principal área de la gestación de la vida y la conexión con la Tierra. Uno de los combustibles de esta pirámide es la energía orgónica, la energía relativa al placer y el orgasmo, energía de la cual compartiré en próximas publicaciones.

La activación de esta dos pirámides y la sincronización de las misma con el corazón, convierten al cuerpo humano en una nave excepcional, capaz de anclar distintas dimensiones y frecuencias al planeta  Tierra.

 

Paola A. León

@frq1320

 

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