En mi pasada entrada mencioné las estrategias de Marketing y Comunicación que son tendencia y por ende, las empresas deben implementar para impulsar sus marcas de manera asertiva. En dicho artículo hice referencia a marcas ciudadanas o más humanas, tema sobre el cual hoy voy a enfatizar ya que el mundo hoy es diferente gracias a los desafíos que nos marcó la pandemia y con ello, la crisis económica.
¿Han escuchado hablar de marcas ciudadana? Quizás algunos lo asocian con el trabajo en el sector público, pero en realidad, se trata de un concepto que cada día está ejerciendo mayor presión en las empresas, ya que en síntesis hace referencia a sintonizar sus acciones y discursos con las necesidades y exigencias actuales de sus públicos, sin importar si son o no, sus clientes actuales o potenciales.
Esto es directamente proporcional al concepto de marcas humanas, en donde la esencia final es concientizarse para aportar de manera responsable a la sociedad, estudiando y cambiando su accionar basado en rentabilidad propia, por hechos concretos que promuevan la confianza, el aporte y la empatía. Por ejemplo, ya no solo se debe hacer estrategias de storytelling, sino que ahora se transforma a storydoing, es decir, las marcas crean experiencias alrededor de sus productos para hacer real y tangible su discurso, como lo recoge Evercom en su estudio de tendencias para el 2022.
En ese sentido, desde la comunicación de las marcas ciudadanas o más humanas, hablamos además del vínculo, la gestión de relaciones de confianza en armonía. Me refiero a que la comunicación sigue siendo el instrumento de relacionamiento, pero en este nuevo modelo se enfatiza en la relación con los públicos. Por ende, la gestión de menciones o acciones cortoplacistas con foco 100% en ventas se convierte en una estrategia obsoleta que ya no cumple con su objetivo, lo cual hace que las marcas necesiten repensar en la relación que están construyendo con las personas. Como lo menciona el experto Manu Chantlani “Hoy, ocho de cada 10 personas quieren una relación más fluida con las marcas; y el 65% de las personas piensa que una buena experiencia es incluso mejor que un buen aviso publicitario. Bajo esa lógica, y entendiendo que el centro de la experiencia es digital, es hora de rediseñar todo”.
En ese rediseño, propongo algunos tip’s para que la transformación a marca ciudadana o más humana sea acertada:
- Entender cuáles son los valores y ser coherentes con ellos. Esto quiere decir que las marcas trascienden de la razón de producción, y se basan en convicciones.
- Tener claro cuál es el aporte. Si dices que ayudas o vas a ayudar, habrá una auditoría social que vigilará que se cumpla esa promesa.
- Fomentar comunidad. Me refiero a fomentar grupos de personas por alguna causa.
- Y aquí el objetivo es pensar en el otro y ver cómo contribuir.
Mi conclusión es que no basta con decir que estamos junto a nuestros clientes, sociedad o planeta. En un mundo pospandémico se hace necesario demostrar y proveer acciones tangibles que lo sustenten. Los humanos hemos cambiado nuestra ideología de consumo…
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