El tema de la comunicación clara, del que he venido hablando desde varios post atrás, no es algo nuevo. Según mis investigaciones, hace ya 60 años, varios movimientos cívicos en Estados Unidos empezaron a reclamar el derecho de la ciudadanía a entender lo que la gobernanza quería comunicar. Hoy, con la inmersión de una gran parte de la sociedad en la tecnología, la complejidad y difusión global han ido en aumento. Esto se debe a que no hay conciencia sobre el impacto de la comunicación y tampoco existe un control general sobre los mensajes.

En línea con esto, el desarrollo creciente de vídeos, imágenes, el uso de la inteligencia artificial y la velocidad con la que las personas publican en internet exigen desarrollar y aplicar una metodología comunicacional que sea sostenible, interdisciplinaria y ajustada a las demandas y necesidades de la sociedad, desde los públicos más vulnerables hasta la totalidad de la población.

La apuesta es por la comunicación clara, por el derecho a entender; lo cual implica un cambio de cultura comunicativa en la gobernanza, los líderes, las empresas, las instituciones educativas y los medios de comunicación, ya que su propósito deberá enfocarse a transmitir información de forma fácil, directa, transparente, simple y eficaz. En mi opinión, es una oportunidad para generar una comunicación personalizada y adaptada a las necesidades o intereses de sus públicos objetivo… que además, se traduce en crecimiento y buena reputación.

 

Para implementar la comunicación clara, es preciso contar con una metodología rigurosa, donde la persona que recibe el contenido sea el centro de la estrategia.  Les recomiendo estos nueve pasos para conseguirlo:

 

  1. Planifica y estructura: Piensa y estructura el documento que necesitas, así como sus elementos básicos. Para ello pregúntate: ¿Qué quieres contarle?, ¿Qué quieres que haga?, ¿Qué desea y qué necesita?, ¿Es solo para papel o necesitas una versión para redes, video o interactiva?.
  2. Escribe de manera simple: Evita siglas y palabras de jerga especializada o de lenguaje jurídico si no son necesarias. Habla el lenguaje de quien te lee, incluye una idea por párrafo, controla la longitud y respeta las normas del español.
  3. Edita: Resalta aquellas palabras o frases que quieras destacar. Si es un texto largo, divídelo en párrafos y resalta los principales conceptos con negritas o subrayados -sin exagerar-. Recuerda que los buscadores suelen identificar los resaltes de la versión digital como los principales conceptos del documento.
  4. Complementa el texto: Es habitual el uso de índices, glosarios o ejemplos que ayudan a que la información se entienda mejor y sea más dinámica. Busca las palabras clave y más complejas o especializadas del documento e intenta explicarlas (al menos la primera vez que aparecen).
  5. Visualiza la información: Por ejemplo, las fotografías a usar deben añadir información y no solo decorar, ya que podrían distraer. Si vas a usar gráficos, ten en cuenta que la línea se usa para evolución en el tiempo; las barras para comparar y la torta para mostrar partes de un conjunto.
  6. Diseña: Define el diseño según el canal que se va a usar. Recuerda que el aspecto general debe ser limpio y ordenado, la tipografía legible y los colores usados estratégicamente para dirigir la atención.
  7. Utiliza el audio y el video: Cuando prepares un documento para entornos multimedia, podrás utilizar sonido y movimiento para mejorar la comprensión. También se recomienda usar un sistema automático de locución de textos para mejorar la accesibilidad y promover la inclusión.
  8. Piensa en la interactividad: Los ordenadores, móviles y tabletas permiten que quienes leen interactúen en sus páginas, pidan cosas, acepten opciones o salten a otros lugares. Los flujos de uso y lectura son diferentes y hay que tenerlos en cuenta. Recuerda que las técnicas que permiten que los usuarios interactúen con los documentos digitales están cambiando muy deprisa a medida que la tecnología avanza y están muy relacionadas con la psicología del comportamiento.

 

En síntesis, la comunicación clara, por el derecho a entender, requiere un trabajo dedicado que va más allá de la simple creación de textos que se entiendan sin dificultad. Como lo he mencionado, implica una reorientación comunicativa con un enfoque específico, donde se adquieren una serie de compromisos, una estrategia y supone un conjunto de acciones basadas en la sostenibilidad.

¿Qué esperas para comenzar? Si necesitas ayuda, avísame en los comentarios.

 

PD: ¡No use IA para redactar, pero si para la foto!