Hoy en día, la sostenibilidad es un eje central de nuestra sociedad y economía. En función de ello, han surgido maneras de aplicar este concepto en muchos entornos, incluida la comunicación. Por eso, con este post quiero iniciar el ciclo de democratización de conocimiento sobre qué es la comunicación sostenible y cómo puede aplicarse en el mundo empresarial, público y personal.

¿Qué es la comunicación sostenible y para la sostenibilidad?

La comunicación sostenible es una estrategia comunicativa basada en transmitir las ideas y mensajes de una forma real, ética y transparente, poniendo foco en el propósito, las acciones y valores de la empresa, ya sea en relación con el impacto ambiental, social o económico.

Se trata de una metodología de la comunicación corporativa cuyo objetivo es generar confianza y fidelizar audiencias. Esto se logra comunicando, además de las cualidades de los productos o servicios, los principios y compromisos de la marca con el medio ambiente, el bienestar social y, en consecuencia, la rentabilidad propia y de la economía local o global.

Bases de la comunicación sostenible

Para obtener resultados al implementar este modelo innovador de comunicación, como menciona Newlink Company, es necesario:

 

Diferencias con la comunicación tradicional

Aunque puedan parecer conceptos similares, la comunicación sostenible no es lo mismo que la comunicación tradicional, la filantropía o el llamado green marketing (marketing verde). Para explicarme mejor, el marketing tradicional, se centra en dar a conocer las ventajas de los productos o servicios y en generar ventas a corto o medio plazo, aumentando los beneficios de la empresa.

El marketing verde, por su parte, destaca las cualidades sostenibles de los productos o servicios, como su reciclabilidad o bajo impacto ambiental, y el objetivo final sigue siendo las ventas. Un tema aquí es que se han encontrado casos en los que se hace la difusión, sin tener un respaldo real… es decir, sin ser verdad la implementación de acciones de sostenibilidad en los productos.

Por otro lado, la comunicación sostenible va más allá y supone una visión integral.  No se limita a destacar características específicas, sino que interioriza y comunica una serie de valores con el objetivo de crear un vínculo con su público. Se trata de un ejercicio de responsabilidad social corporativa (RSC) y ética empresarial que, a medio y largo plazo, se traduce en un crecimiento en términos de reputación positiva, ventas y fidelidad. Sin embargo, en el mundo empresarial todavía faltan conocimiento, acompañamiento y credibilidad para hacer realidad el proceso de comunicación sostenible.

 

¿Cómo implementar una estrategia de comunicación sostenible?

Implementar una estrategia de comunicación sostenible es una tarea compleja que debe surgir de un compromiso real, desde la identidad corporativa. Aunque el proceso es similar al de la comunicación tradicional, requiere un enfoque basado en la credibilidad y la coherencia. Dos recomendaciones base para iniciar:

Los objetivos deben ser específicos y medibles, relacionados con la sostenibilidad. Pueden incluir la reducción de emisiones de carbono, el uso de materiales reciclados o el apoyo a comunidades locales.

¡OJO! Estos objetivos deben alinearse con la visión y los valores de la empresa, y comunicarse tanto interna como externamente de forma clara.

No todos los canales son igualmente efectivos para todas las audiencias. Es clave segmentar según los perfiles del público objetivo. Los mensajes deben adaptarse al tipo de receptor y estar alineados con la misión, visión, valores y propósito de la compañía, considerando también las necesidades ambientales, sociales y económicas de cada audiencia.

Los mensajes, como lo mencioné anteriormente, deben estar alineados a la misión, visión, valores y propósito de la compañía con las necesidades de tipo ambiental, social y económico de sus públicos objetivo.

Beneficios de la comunicación sostenible para las empresas

Quizás te preguntes, ¿para qué implementar una estrategia de comunicación sostenible? La respuesta es simple: ¡crecer, generar relaciones sólidas y sostenerse en el tiempo! … o sea VENDER…

Esta estrategia fortalece la imagen de marca y la confianza del consumidor, quien podrá ver reflejados valores compartidos con la empresa. La confianza de los clientes representa una ventaja competitiva en un mercado donde la sostenibilidad es cada vez más decisiva en las decisiones de compra.

IKEA, un ejemplo de comunicación sostenible.

Varias empresas han incorporado la comunicación sostenible como parte central de su estrategia de marca. Y un claro ejemplo es IKEA quienes llevan años trabajando para conseguir ganarse la confianza de los consumidores, destacando actuaciones relacionadas con su compromiso con la economía circular, principalmente. En los últimos años, ha lanzado campañas relacionadas con el bienestar laboral en la empresa e iniciativas para reciclar o reutilizar sus productos.

¿Les parece si iniciamos juntos la transición hacia la comunicación sostenible? Los leo

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