La semana pasada, el Consejo de Estado concluyó que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca no puede desconocer las sentencias de la Corte Constitucional en las que se definió que en Bogotá se pueden realizar espectáculos taurinos en la Plaza de Toros de Santamaría. Vos dirás, con razón, que una consulta es la forma idónea, la vieja usanza, para resolver conflictos dentro de la democracia. Pero lo que no encaja en este asunto, es que una mayoría que hoy se siente superior moralmente, venga a imponer su visión sobre los otros.
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Alguna vez leía una explicación bastante poética de las corridas de toros donde las definían como una la lucha entre la vida y la muerte; otro símil dice que estas eran la lucha de la razón, el hombre, contra las pasiones, el toro. Sin embargo, no pasan de ser intentos de embellecer y enaltecer una barbarie. El buen juicio se inclina por argumentos contra las corridas de toros: 1. no son un deporte; 2. la pelea no es equilibrada; 3. el toro no muere con honor; 4. las corridas de toros no son arte; 5. los toros no son cultura; 6. es una demostración de la arrogancia humana; 7. Es una diversión elitista y por eso se conserva; 8. las tradiciones basadas en la crueldad no se deben permitir en una sociedad que busca civilizarse; 9. no se debe aceptar que los animales sufran. Los humanos usamos de muchas maneras a los animales para nuestro beneficio y diversión. Se domestican, montan, ponen competir —carreras o exhibiciones—, se usan como compañía y herramienta de trabajo y, lastimosa y terriblemente, también se matan.
Puestas así las cosas, podés saltarte el detalle por el cual torturar o matar animales redunda en el beneficio y gusto de una basta mayoría. ¿Qué por esa razón se deben permitir las peleas de gallos, de perros, las corralejas, el rejoneo y las corridas de toros y demás delicatesen? No, seguro que no, pero ¿y si las preguntas de la consulta son de la séptima en adelante? ¿Pasaría? Lo dudo. La superioridad moral del general de la población es falaz en cuanto estamos llenos de prácticas crueles que causan sufrimiento a los animales. Nomás un ejemplo: las fiestas de san Juan y san Pedro en el Tolima grande y su cruel tradición de matar marrano para deleitarnos con un buen asado huilense y un plato de lechona. La disculpa de que lo hacemos para alimentarnos es cándida. Hablamos de un holocausto que no resiste una verificación ante el salvajismo cometido. Disfrutar el dolor en otros es una canallada, pero el problema está en los placeres que de ello derivan. Una característica de la sociopatía definitoria de estos días, donde sentimos más empatía por los animales que por nuestros congéneres, hace que podamos comparar la pedofilia —hoy ilegal, aunque algunos la disfruten— con matar animales como forma de celebración. De todas formas, tendremos que ser aún más inteligentes para hallar la salida para estas cruentas tradiciones.
Porque algunas veces preguntar a la mayoría no nos lleva a la civilidad esperada. Acordate cuando un senador barranquillero dijo en voz alta, lo que otros apenas murmuran sobre el “sexo excremental”, ¿hacemos una consulta sobre ello? La sociedad tiene mecanismos para poder avanzar sin atropellar en tanto se deja languidecer el gusto por los toros hasta desaparecer. Se podría prohibir la entrada de menores de 21 años, prohibir cualquier tipo de publicidad asociada a ello y como sociedad hacer publicidad negativa, no dejar que nuestros impuestos se vayan para subvenciones que tengan que ver con estos tipos de espectáculos y por el contrario aumentar los impuestos que se pagan por estar involucrados en esta actividad.
Ve, ¿qué buscaba Petro con esa votación?
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No entiendo por que mi comentario ha estado pendiente de moderacion. Cuando lo permiten o lo desaprueban.
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ReportarPor que desinformar al lector desprevenido afirmando que la Cultura Taurina no existe. Las corridas de toros existen hace cientos de años y escultores, pintores, escritores famosos incluidos varios premios Novel le han dedicado lo mejor de su arte a resaltar y eternizar esta cultura. Las mismas plazas de toros como La Santa Maria, son edificaciones preciosas del estilo Mudejar que representan la tan negada Cultura Taurina.
Los toros no son un arte anarquico, tienen su reglamento, su protocolo y una riquisima lista de bellas tradiciones que no se pueden quebrantar, se han cumplido por siglos y asi definen lo que SI es arte y cultura.
Como sociedad que busca civilizarse, tendriamos que acabar con la esclavitud infantil, la explotacion sexual a menores sobre la cual nadie pontifica etc, asi como acabar y cerrar los estadios de futbol en donde mueren apuñalados dentro y fuera de los estadios por las muy aplaudidas barras bravas.
Dejemos las corridas en paz, alli nadie mata a nadie por que no le gusto el torero. Para finalizar, si no te gustan las corrida, no vayas, puedes ir a futbol, mejor sin la familia.
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ReportarBueno Roberto, primero gracias por leer y comentar. La RAE dice en su 3ra. acepción que Cultura es «Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.». Entonces es mi idea que la época de esa cultura ya pasó. Que muchos artistas y premios Novel (sic) les haya gustado o les guste no dice mucho porque no guarda relación una cosa con otra. Soy admirador de Picasso, como pintor, porque como ser humano, ya me dirás. Tampoco podemos descalificar la música de Wagner porque a Hitler le gustaba y así. Excelente obra arquitectónica la de la Plaza de la Santa María, pero, ya ves que no pido que la derriben y se pude conservar como lo está el coliseo romano así hoy todos estemos conscientes de que lo que muchas veces se realizaba allí era una barbarie.
Totalmente de acuerdo en cuando que hay que seguir buscando las vías para civilizarnos, y por ello me opongo la dictadura de la mayoría. Pero que no sea un amante de la tauromaquia que traiga esos temas a la palestra porque son los usados normalmente por animalistas cuando son muchos los pederastas que se podrían entonces considerar minoría y que reclamarían el derecho a que se les respete el gusto por tener relaciones sexuales con niños. El argumento de que si algo no nos gusta pues miremos para otro lado, no creo que deba entrar a hablar de él porque si lo mirás bien caés en cuenta de lo lábil que es. Las tradiciones son algo bueno en muchos sentidos, no lo dudo, pero eso no significa que nos debamos quedar en ellas, ejm: el velo en la práctica de la Iglesia católica.
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ReportarNo estoy de acuerdo con la consulta porque en cuestiones de gustos la ley de la mayoría no tiene aplicación. Soy seguidor de Petro, pero en este tema no lo acompaño.
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ReportarGracias Orlando por comentar. No sé si en cuestiones de gustos, es decir caben contraejemplos como la pederastia, que es un gusto y la mayoría impone su voluntad y criminaliza a los que disfrutan de ella.
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Reportar«…no dejar que nuestros impuestos se vayan para subvenciones que tengan que ver con estos tipos de espectáculos..». Con su escrito final parece que defiende la consulta que busca el no uso de los dineros públicos para esos espectáculos carniceros. Sin los taurinos costruyen su plaza nadie les dirá nada pero quieren subsidios del estado para saciar su sed de sangre y violencia.
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ReportarGracias Jairo por leer y comentar. Yo no estoy de acuerdo con la consulta porque no me parece que se deba imponer el criterio de unos sobre el de otros en este asunto en particular. Así construyan una plaza, pues impuestos siempre podrán existir y otro tipo de restricciones para hacerlo más difícil y desestimular la actividad. Como fumar, que es hacerse daño a uno mismo y a los demñás, sigue siendo legal, pero cada vez con más restricciones.
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ReportarEs claro que seguramente el Alcalde lo que buscaba con esta propuesta era mejorar su ya deteriorada imágen. Igual, si las mayorías en el país no quieren mas las corridas y existen organizaciones empeñadas en adelantar esas tareas sería deseable que las Cortes no impidieran estas consultas. Por algo hay que comenzar. Además, se debería incentivar mas el vegetarianismo y no consumir mas animales, pero esa práctica si que tiene mas de un problema. De cualquier forma el sacrificio animal debe ser una práctica regulada y encaminada a impedir su sufrimiento y tortura. Los toreros y sus empresarios, desconocen muchas leyes de la naturaleza, entre ellas la de causalidad, que si la observaran no se ganarían la vida con esa práctica.
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ReportarTengo esa misma sensación de lo buscado por Petro. Con respecto a lo de las mayorías y lo mencionado de la civilización, ¿vos creés que pasarían asuntos como aborto, eutanasia, matrimonio gay, aumento de impuestos? Es complicado eso de la democracia y el manejo de las mayorías. Un ejemplo extremo la Alemania Nazi.
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