Cada ocho de marzo tiene lugar el Día Internacional de la Mujer. Una fecha que nos recuerda la lucha que ha tenido que dar la mitad de la raza humana para ir ganando espacios dentro de un mundo abierta o solapadamente patriarcal. Esos días la discusión en las redes sociales giró en si se debe celebrar o no y cómo hacerlo. Algunos alegaban que debido a lo trágico del acontecimiento que originó la conmemoración este no es motivo para rosas, poemas o palabras bonitas en cuanto sí para una reflexión sobre el papel de esa otra mitad, los hombres, en este proceso.
Esta aproximación es en mi manera de ver las cosas la más válida.
En 2015 hubo 120 feminicidios en Bogotá. Edwin amaba a Yuliana Andrea Aguirre pero la asesinó y descuartizó en Chile. En Sudan del Sur el gobierno usa como medio de pago para sus paramilitares el «permiso» de violar mujeres; 1300 mujeres abusadas en 2015 denunció la ONU. La misma institución cuyos Cascos Azules, la gran mayoría franceses, piden sexo oral a cambio de galletas en la República Centroafricana. El papá de Alicia le dio permiso a un muchacho para que fuera su novio; con dieciséis años ya esperaba su primer hijo… y recibía las primeras palizas. Y así por 26 años.
La Nochevieja de 2015 en Colonia —Alemania— fue un pandemónium que incluyó robos, agresiones sexuales y al menos dos violaciones. Las consecuencias de esa noche elevaron a niveles insoportables la crisis de migración para el público alemán. Crisis que en Europa tiene muchas aristas pero prepondera la política. Su peor, y más aterradora expresión, se pudo ver este fin de semana donde tres de sus Lander han votado a favor de Alternativa para Alemania (AfD): la extrema derecha xenófoba y antieuropea. Todo un mensaje de castigo a la gestión de la canciller Merkel. Sin embargo, siento que hay un asunto quizá más sutil que tiene que ver con otro lugar común. Uno de los argumentos que plantea una guerra de civilizaciones describe al hombre árabe como una bestia que no trata a las mujeres como sus iguales y que las cubre de pies a cabeza en contraste con el cliché que plantea un Occidente donde las mujeres son iguales a los hombres.
Aunque se debe reconocer que, sin ser similares los resultados dentro de las sociedades occidentales, hay esfuerzos que van minando la herencia patriarcal dentro las mismas; también es verdad que tenemos pésimos ejemplo como los mencionados más arriba que fueron cometidos por blancos o mestizos cristianos. Por hombres Como Henry*, como nosotros. Así es, pues, que el asuntito no pasa tanto por donde nacimos y lo fortuito que pueda ser la cultura donde crecimos. En los derechos de igualdad de hombres y mujeres hay unos más iguales que otros. Hay unos a los que les pagan mejor por hacer el mismo trabajo que otras, hay unos que deben «halagar» a otras y esas otras deben agachar la mirada y agradecer el «detalle». Porque si no pueden terminar en una bolsa de basura en cualquier zanja.
De vuelta a Alemania. Un periodista publicó un artículo donde preguntaba dónde estaban los hombres durante la infausta Nochevieja. Seguro que alguna falla tenía el artículo cuando después de las críticas que le llovieron, en una sociedad que desde hace rato superó el «qué hace por ahí tan solita», el autor debió explicar su pregunta. Él no abogaba porque ellas tuviesen que ir acompañadas, él reclamaba a su sociedad la indolencia e indiferencia ante situaciones que de seguro fueron manifiestas y visibles para muchos hombres y ante las cuales no hubo las suficientes y eficaces reacciones. Un reclamo se puede extrapolar a cualquier ciudad.
¿Faltaron hombres o faltaron huevos? ¿Dónde se meten los que recitan que a las mujeres no se les toca ni con el pétalo de una flor? O en ese proceso de redefinir la masculinidad entramos en el peor de los mundos cuando no somos capaces de defender a los nuestros pero sí de infravalorarlos por su falta de fuerza física. Pues mientras sabemos la respuesta, la sociedad está en mora de enseñarles a ellas también a defenderse en situaciones violentas; porque nada es tan antifemenino como una mujer molida a palos. O muerta.
https://www.youtube.com/watch?v=0AN2fL19xOQ
Ve, y hay un par más que dicen que para cuándo el día del hombre.
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