Entonces Bogotá no quedó ni de volver en el Ranking de Copenhagenize que se lanzó esta semana. Para más piedra, quedó una sola ciudad de América Latina en las veinte primeras. Y para mucha más piedra, en las veinte primeras ciudades había algunas donde uno en realidad se pregunta si dan ganas de montar en bicicleta. Pero… ¿qué nos importa ese ranking?
Me explico: el uso de la bicicleta en Bogotá ha incrementado como el chiras. Hay trancones de bicicletas (el único modo de transporte en el que eso es hasta bueno). Por fin tenemos una sociedad civil que hace respetar los derechos de los usuarios de la bicicleta. Y tenemos a reales usuarios de la bicicleta en cargos de la Secretaría de Movilidad, Instituto de Desarrollo Urbano, IDRD y Ministerio de Transporte. En los más de diez años que yo llevo yendo a reuniones de estos temas, nunca antes había estado en una situación donde hay demasiadas reuniones demasiado buenas con demasiada frecuencia sobre temas que, siempre, buscan mejorar las condiciones de las bicicletas en la ciudad (y el país!). Y nos preocupamos por un ranking de un danés grosero?
En cualquier caso, veamos cómo es que funciona el ranking de Copenhagenize. No nos dan las fórmulas para ver cómo se puntúa el ranking, pero sí los criterios. Entonces veámoslos uno por uno y, con el corazón en la mano, califiquemos a Bogotá y sus políticas de bicicleta – pongamos un punto por cada cosa bien, cero puntos por cada cosa más o menos o mal:
1- Activismo: Cómo va y qué influencia tienen? Podemos decir que, comparándolo con el año 2000, estamos volando. Tons punto y va uno.
2- Cultura de la bicicleta: el ranking dice que la bici debe haberse re-establecido en los ciudadanos y no como subcultura (hipsters, los de licra, etc). Yo digo que ni tanto (pero en unos años seguro que sí podremos ser indistinguibles). Tons cero puntos y va uno.
3- Facilidades: aunque tenemos ya los 400 kms y más de ciclorrutas, el ranking aquí pregunta por cicloparqueaderos, rampas, señalización y puntúa bien la innovación… juemáquina. Cero y va uno.
4- Infraestructura: Aquí sin duda podemos decir que punto (aunque en cruces vamos mal, sí hay bastanticos kms y de alta calidad). Van dos.
5- Programa de bicis públicas: permítanme reírme un rato. Cero puntos. Van dos (yo sé, viene pero todavía no hay un sistema para la ciudad, aunque IDRD haya puesto unos lugares por ahí). Tons… cero. Van dos.
6- Uso de bici por parte de mujeres: Yo sé, uno ve más mujeres en bici. Pero el dato oficial de 25% de viajes de mujeres no nos da mucho que desear. Siguen dos.
7- Partición modal para bicis: si seguimos la corriente a Bogotá Cómo Vamos, podríamos decir que hay hasta 8%. Pero pues… eso ni sobrepasa el 10% que uno sabe es la meta mínima para decir que somos lo máximo. Pucha. Cero. Van dos.
8- Incremento de partición modal desde 2006: AH CARAJO. Aquí sí: de 2% a 8% JUAT! PUNTOOOO. Van tres.
9- Percepción de seguridad: Ay no. En Las Cuentas de la Bici nos dimos cuenta que el principal problema para usar una bici era el de inseguridad (personal y vial)… cero. Van tres.
10- Políticas: Cómo es el clima político para la bici? Super bien guepajey. Punto. Van cuatro.
11- Aceptación social: Aquí el ranking dice que se puntúa según si los conductores aceptan a los ciclistas. Seamos sinceros: cero puntos. Van cuatro.
12- Planificación urbana: Aún no… una flor no hace la primavera y un POT de 2004 no hace planificación urbana. Cero puntos. Van cuatro (aquí habrá debate).
13- Pacificación de tránsito: Esto, con total sinceridad, es algo que se menta pero no se aplica para nada. Entre a cualquier barrio de Bogotá y mida el ancho de una calle y se dará cuenta que está diseñada para 60 km/h. Lástima. Cero puntos y van cuatro.
Cuatro de trece puntos. Y no le estamos haciendo ningún cálculo complicadito ni nada como para ver cómo nos va. Y Bogotá se saca cuatro de trece puntos en el ranking de Copenhagenize… tons de pronto podemos ver por qué no quedó dentro de los veinte primeros que ellos eligieron.
Pero también les recuerdo varias cosas:
– Corea del Norte (allá donde hay campos de concentración del tamaño de ciudades enteras) es el segundo país más feliz del mundo según un ranking de Junio de 2011… organizado por el gobierno de Corea del Norte. En el mismo ranking, Estados Unidos estaba de último y Venezuela (la de Chavez, todavía) en los cinco primeros. Tons pues los rankings dan para todo.
– A Bogotá la mencionan en hartas partes como «ciudad amiga de la bicicleta» (aquí en AskMen quedó de tercera, aquí otra vez de tercera, aquí mención honorífica, aquí en una lista de ocho … y así en varias partes), aunque es más por la Ciclovía dominical, porque vienen periodistas y después de uno de esos domingos soleados comiendo mazorca y viendo esta ciudad hermosa con 120 kms de vías solo para cosas sin motor… pues cualquiera queda englobado! El lío, digo yo, es que el lunes se nos olvida todito y las cosas vuelven a su gris realidad… los cuatro de trece puntos se ven ahí más claros que nunca.
– Hay otros rankings, uno bien chévere (pero bien complicado de llenar, en mi oficina no pudimos) es el Ranking de Ciclociudades. Lo bonito es que, si uno les pide con suficiente amabilidad, le mandan el excelito con tooodas las fórmulas y es más chévere que los trece items del danés.
Entonces tranqui: no se preocupen, Bogotá sigue siendo la misma con o sin ranking de Copenhagenize. Y así nunca salgamos en ese susodicho ranking, yo estoy seguro que vamos a seguir mejorando y volvernos una ciudad donde cada vez va a ser más rico andar en bicicleta y cada vez va a ser menos probable que lluevan ranas.