Leyendo la columna de Salvo Basile de hace unos días donde hace una breve oda a la bicicleta y su uso en Cartagena, me di cuenta de los comentarios que, en varios casos, decían cosas como esta:

Al respecto, inicialmente me dio mucha rabia (¿Qué ha hecho Salvo Basile para que le peguen semejante madrazo?) pero luego recordé la frase que una vez alguien usó para resumir la filosofía de vida de Gandhi, y la traté de dibujar aquí para ayudar a explicar este fenómeno. Aunque no lo dijo directamente Gandhi, se le atribuye a él una frase donde indica que hay cuatro fases con respecto al avance en temas que uno promueve (el suyo era la resistencia pacífica, y aquí lo adapto a la promoción de la bicicleta). Así va:

Según Gandhi, «primero te ignoran». Es decir, hace algunos años (digamos en 1995, cuando yo comencé a andar de verdad en bicicleta), la idea de usar la bicicleta como medio de transporte aún era cosa de gente medio loca. Y, sin un solo kilómetro de ciclorruta en esta ciudad donde falta que lluevan ranas, la cosa sí podría decirse que era así. En otras ciudades de Colombia, este sigue siendo el caso!

La segunda fase, según Gandhi, es que «luego se burlan de tí». En el tema de bicicletas en Bogotá, digamos que más cerca de 1998, la idea de andar en bicicleta ya era relativamente reconocida como medio de transporte pero todavía algo «para pobres, vigilantes, jardineros» y nunca para «gente bien». Entonces promover la bicicleta como medio de transporte era algo risible. En el resto del país y gran parte de la región, están en esta situación.

Viene entonces la tercera fase, que según Gandhi era «después luchan contra tí». Ahí llevamos un rato, y básicamente la posición es que la bicicleta sí puede ser un modo de transporte pero no puede quitarle espacio al carro, y puede ser muy peligrosa. No es la preferencia de muchos y todavía es parte de la militancia de pocos. Podría decirse que algunas ciudades de América Latina estamos en esta situación – cosa no necesariamente envidiable (menos con madrazos como el que le echaron a Basile) pero para la cual Gandhi ya nos había preparado.

Finalmente viene la fase final: «y después, triunfas». Pues… aún no hemos triunfado, pero digamos que ya vamos acercándonos en el caso de Colombia. La Ley 1811 de 2016 («Ley probici»), la Guía de ciclo-infraestructura para ciudades colombianas, la futura legislación ante ciclomotores y cascos son todas buenas noticias que debemos ver como una señal de que, tal vez, estamos ganando esa batalla. Pero falta bastante.

Hay problemas aún en todo esto de promover la bicicleta como un medio de transporte, tanto fuera como dentro de los grupos que promovemos la bicicleta. Una señal clara es el comentario que mostré arriba, que demuestra que hay mucha falta de comprensión hacia la idea de andar en bicicleta, sus beneficios, y que quienes la promueven recibimos insultos gratuitos (nos dicen «ilusos» o cosas de mayor calibre como le dijeron a Basile -a veces son peores, como cuando un lector de mi blog propuso que me mataran).

Pero también hay problemas muy graves dentro de los grupos que promueven la bicicleta, como el sentimiento de superioridad moral que invade a muchos ciclistas, que llegan al punto incluso de agredir a peatones y usuarios menos ágiles que ellos porque ellos son quienes deben tener la vía. Eso aún no lo entiendo, y me molesta profundamente cuando veo noticias que muestran cómo hay gente que ha sido atropellada o herida por ciclistas. Espero que la cosa mejore, y que el Día sin Carro que viene pueda servir para ello. La bicicleta es un vehículo increíblemente versátil en el que, incluso yendo despacio, vamos a llegar rápido a donde queremos. Y si no me creen, vayan pues en carro a todas partes que seguro les rinde un montón.