Ingresa o regístrate acá para seguir
este
blog.
Teresa tiene tal vez unos dos o tres años más que yo, pero ya me habla como una mamá. Está pendiente de mí, me prepara café, se preocupa por mi salud y porque el aquel no me rompa el corazón. Siempre me saluda con un abrazo y esa sonrisa bonita que le ilumina el rostro....
Continuar leyendo