En las últimas décadas, en Colombia se ha registrado el uso constante de biopolímeros en pacientes que desean aumentar el volumen de diferentes áreas de su cuerpo o rostro. Las consecuencias de estas sustancias inyectables no aptas para el uso humano pueden llegar a ser irreparables por lo que siempre se debe elegir con cuidado el lugar y el profesional a los que se confiará este procedimiento estético.
Los biopolímeros son una serie de sustancias completamente extrañas para el cuerpo, que se aplican haciendo un efecto de filler o relleno permanente y desarrollan alogenosis iatrogénica. Entre las derivaciones más graves se encuentra la deformación, la necrosis y la pérdida completa de la zona afectada.
Cemento óseo, aceites, silicona líquida, parafina entre otros, son los biopolímeros usualmente utilizados para rellenar zonas buscando una supuesta mejora en la estética.
“Sin embargo, el más frecuente que tratamos es la silicona líquida, que tiene una apariencia física similar a un gel. Normalmente, se les mienten a las personas diciéndoles que les van a aplicar ácido hialurónico, y aquí es necesario dejar en claro que el ácido hialurónico es una sustancia reabsorbible por el organismo, es decir el paciente en aproximadamente un año perderá su efecto”, explica el doctor Camilo Reyes, médico especialista en cirugía plástica estética, reconstructiva, maxilofacial y de la mano del complejo medico Foscal Internacional en Bucaramanga.
Los resultados del uso de biopolímeros pueden verse al corto o mediano plazo, dependiendo de la cantidad y profundidad en la que dichas sustancias hayan sido inyectadas. Si los biopolímeros fueron inyectados de manera superficial, al corto plazo los pacientes podrían llegar a ver cambios de coloración en su dermis, en el caso del rostro una apariencia de piel de naranja, así como rasquiña.
“Estas alteraciones son debido a que estas lesiones alteran o dañan el sistema de drenaje linfático normal de la piel, esto va generando una inflamación crónica y progresiva. Cuando las lesiones son más profundas producen dolor muscular, cansancio, y lo más grave, la migración de estas partículas de silicona a la espalda, zona vaginal y hasta el sistema nervioso central, ocasionando cambios en el comportamiento”, aclara el doctor Reyes.
A la fecha, dependiendo de la zona, la técnica ideal para manejar a pacientes víctimas de los biopolímeros es la cirugía abierta de grandes o pequeñas incisiones, la cual permite eliminar en altos porcentajes la sustancia introducida, este procedimiento se conoce comúnmente como Retiro de Biopolímeros y debe ser hecho por manos expertas.
Existen tres indicadores clave que lo pueden alertar frente a un caso de biopolímeros. El primero es un precio mucho más bajo al del mercado por aparentemente el mismo procedimiento, el segundo es la ausencia de un médico especialista, usualmente un cirujano plástico o dermatólogo, y el tercero es el engaño, pues valiéndose de la falta de información del paciente se miente sobre la sustancia inyectable y los efectos de esta.
“Mi recomendación es ante la duda consultar, ojalá antes de realizarse cualquier procedimiento. Debemos crear consciencia de que este tipo de intervenciones, aparentemente sencillas y estéticas, deben ser realizadas sólo por especialistas médicos. Y finalmente si usted cree tener la sospecha de haber sido víctima de biopolímeros, consulte inmediatamente con un cirujano plástico y para poder actuar a tiempo”, concluye el Dr. Camilo Reyes quien es experto en la materia.
El Dr Reyes, como miembro activo de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y la Sociedad Americana de Cirugía Plástica, con más de 15 años de experiencia y más de 4.000 casos de éxito, lo ubican como un cirujano plástico destacado en el pais para el tratamiento de este tipo de afectaciones.
Este tipo de credenciales profesionales son las que se deben buscar a la hora de someterse a un proceso estétco de esta importancia, o para corregir los efectos negativos causados por un tratamiento pasado.
Experto citado: Dr. Camilo Reyes, Cirujano Plástico de Colombia con un Fellowship en Cirugía Facial, Endoscópica y Mínimamente Invasiva en Baltimore (USA), con estudios en Gluteoplastia y contorno corporal en Miami (USA) y cirugía plástica estética, reconstructiva, maxilofacial y de la mano (COL).
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