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El CO2 como un refrigerante se está abriendo paso cada vez más en el campo de la refrigeración alrededor del mundo. Gracias a la preocupación que ha nacido por el cuidado del medio ambiente y la búsqueda por alternativas para su conservación, el CO2 tuvo una segunda oportunidad en el campo de los refrigerantes.

Esto debido a que en el siglo XIX comenzó su uso, pero a mediados del principio del siglo XX fue remplazado por otras sustancias fluoradas. Sin embargo, durante los últimos años cuando se comprobó que dichas sustancias estaban afectando de manera considerable la capa de ozono, las miradas regresaron al CO2.

A continuación, hablaremos del refrigerante CO2 como alternativa ecológica y limpia en los procesos industriales.

El CO2 o dióxido de carbono es un gas que se encuentra libremente en la atmosfera. Sí, es el mismo que nace a través de nuestra respiración y la de los demás animales. Pero también se produce por la combustión del carbón y los hidrocarburos, por ejemplo. Esto hace que estemos hablado de un producto natural, que no es toxico ni inflamable, lo que lo hace perfecto para un uso responsable con el medio ambiente.

Utilizar al dióxido de carbono como refrigerante es una excelente forma de reciclar uno de los gases que más contribuyen con el efecto invernadero. Tenga en cuenta que el impacto del CO2 a la capa de carbono es cero. Esto lo hace la opción más ecológica del mercado.

Para los amantes de los números, les alegrará saber que el dióxido de carbono tiene en el mercado un valor considerablemente muy inferior que el de la mayoría de refrigerantes. Teniendo así dos buenas razones de su lado para impulsar su uso: cuidado del planeta y del bolsillo.

El uso de este gas natural también le ayudará a ahorrar energía, ya que su uso en refrigeración funciona en sistemas en cascada que permiten buenos niveles de rendimiento y eficiencia con sistemas de baja temperatura.

El dióxido de carbono es en efecto un gas completamente efectivo para lograr temperaturas de congelación y trabajar con máquinas que requieren operar como túneles de congelación.

Vea aquí otros beneficios de optar trabajar con el dióxido de carbono en la refrigeración:

  • Los sistemas de refrigeración que trabajan con dióxido de carbono requieren compresores más pequeños que aquellos utilizados por los sistemas convencionales. Por esto dichos sistemas requieren de menor cantidad de flujo de masa refrigerante para llegar a la misma potencia frigorífica.
  • El dióxido de carbono o CO2 es un refrigerante que no es activo químicamente, por lo cual no es tóxico ni inflamable. Este refrigerante posee un excelente nivel de intercambio térmico en condensadores y enfriadores a gas.
  • El principal beneficio de su utilización es que por ser un refrigerante que no daña la capa de ozono, reduce la posibilidad del impacto climático de la industria. Es importante que la industria avance de la mano del cuidado del planeta, o no quedará lugar para seguir desarrollándola.

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