La pérdida de calidad del aire sigue aumentando el riesgo de muerte prematura
Los problemas medioambientales son una de las lacras más nocivas a las que se enfrenta la humanidad actualmente. La alteración del estado natural de los elementos a causa de los efectos de la contaminación está provocando un cambio sustancial que afecta directamente a la salud de todos los seres vivos del planeta. El número de enfermedades que han aparecido en animales y humanos desde que comenzó el proceso de polución no es nada desdeñable, además de los síntomas en las patologías ya conocidas que se han agravado y acelerado como consecuencia de esta situación.
Uno de efectos más evidentes de la contaminación es el aumento en los niveles de toxinas presentes en la atmósfera, que redunda inexorablemente en una pérdida de calidad del aire nunca vista hasta ahora en la historia de la humanidad. ¿A qué se debe? ¿Qué provoca? ¿Cómo se puede revertir? Estas preguntas las responderemos a continuación.
¿Por qué ha perdido calidad del aire?
La responsabilidad de la pérdida de calidad en el aire del planeta no se puede achacar únicamente a una causa, sino a un conjunto de ellas que han generado esta situación desde su inicio. Actualmente se reconocen cinco focos principales de actividades humanas que contribuyen más que el resto a restarle pureza al aire que respiramos: industria, agricultura, residuos, hogares y transporte. Estas prácticas se consideran las principales responsables de aumentar los niveles de gases tan perjudiciales y presentes en la atmósfera como monóxido y dióxido de carbono, dióxido de azufre y de hidrógeno, hidrocarburos y plomo.
Desde la industria, el sector energético se considera el más contaminante de todos por el uso de carbón y diésel como combustible para producir la energía, de ahí la importancia de apostar por energías limpias y renovables. En cuanto al transporte, es el responsable del 25 % de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
¿Cuáles son las consecuencias de esta situación?
Los problemas más evidentes derivados de la contaminación son los relacionados con la salud de humanos y animales, aunque tampoco se debe restar importancia a la pérdida de vegetación causada por la calidad insuficiente del aire. En el plano de las patologías desarrolladas como consecuencia de la contaminación, las respiratorias son las más presentes. El aumento de población alérgica y asmática en las cuatro últimas décadas ha preocupado a los profesionales de la salud, que advierten del riesgo extremo que la humanidad corre si no se da marcha atrás a esta situación.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 200.000 muertes al año en todo el mundo se relacionan directamente con los problemas que el aire contaminado provoca en el sistema respiratorio humano. De hecho, algunas ciudades de los países más contaminados del mundo han tenido que recurrir a purificadores de aire como los modelos que recomiendan en 10Mejores.top para disminuir la polución del aire doméstico.
¿Qué medidas se pueden tomar para reducir su alcance?
Frenar esta situación y recuperar los niveles normales de aire es una misión que pertenece a todos los ciudadanos, a pesar de las grandes medidas que pertenece tomar a los gobiernos del mundo. Usar el vehículo privado en ocasiones puntuales, dándole importancia al transporte público; reciclar los residuos domésticos, reducir la ingesta de carne, apostar por productos con procesos de cultivo y elaboración limpios, etc. Todas estas prácticas favorecen de manera personal la recuperación de la calidad del aire perdida.
Por su parte, los gobiernos del mundo topan las emisiones que las industrias pueden generar, tratan de suplir el plástico por elementos más ecológicos e incentivan cada vez más la apuesta por el transporte eléctrico. La prueba de que estas medidas funcionan es que en Europa se han reducido hasta en un 13 % las emisiones con respecto a hace una década gracias a las leyes de ecología. Recuperar la pureza del aire es posible.
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