Recién inaugurado, El Ático de Andrei es una joya que todavía pocos bogotanos conocen. Anímese a ir este fin de semana para despedir el mes del Amor y la Amistad.
En la casa que antiguamente ocupaba el restaurante peruano Astrid y Gastón, en Quinta Camacho, está ubicado El Ático de Andrei, una propuesta que juega sutilmente entre lo informal y lo romántico. Sus propietarios lograron utilizar a su favor la apariencia rústica de la casona, sus techos angulosos de madera y sus paredes que recuerdan una buhardilla o un chalet suizo.
¿Qué es El Ático de Andrei? No sé decirlo, y eso que he visitado desde restaurantes donde le alinean los chakras, hasta catas de frutas amazónicas a ciegas. Se lo resumo: es una mixtura de conceptos que en principio parecen distantes entre sí, pero que bajo el caluroso techo de madera combinan perfectamente.
Un escenario digno de Pinterest
¿Alguna vez ha buscado ideas de decoración en la red social Pinterest? Siempre hay fotografías de escenarios perfectamente decorados e iluminados que tienen el nivel ideal de accesorios. Y así es El Ático de Andrei, lo que lo hace ideal para despedir el mes del Amor y la Amistad, para celebrar un aniversario o hasta para una pedida de mano.
Los jueves hay jazz en vivo y los viernes un DJ mezcla chill out, pero la música nunca se roba el protagonismo y siempre permite tener una charla íntima sin necesidad de gritar (¡cuántos restaurantes tienen que aprender esto!).
Si va a aceptar mi sugerencia y va a visitar este restaurante para una ocasión especial, cuénteselo al personal al momento de hacer su reserva, pues harán una discreta decoración con pétalos de rosa en su mesa (nada ‘lobo’, no se preocupe).
‘Finger food’ como en casa
Imagínese que tiene la casa de campo en madera con chimenea que siempre ha soñado, en la pared tiene una licorera donde guarda varias botellas de vino y sobre los sofás descansan abullonados cojines con motivos diversos. ¿Invitaría a sus amigos a una noche de picaditas y cocktails? Seguro que sí.
Así se siente la comida en El Ático de Andrei: como si comiera picaditas con sus amigos en su casa de retiro.
Hay una carta con finger food (aunque yo insisto en llamarle en español: una carta de picaditas) inspirado en la comida mediterránea. Va a encontrar desde patatas bravas con chorizo picante, hasta las tradicionales tablas de quesos y jamones, pasando por un mix de distintos dips para untar triángulos de pan árabe.
Con respecto a los cocktails, la variedad es inmensa, así que vaya con el ánimo de antojarse de todo y aproveche que está en una zona central de Bogotá para probar varios, que seguro más tarde un Uber va a recogerlo sin lío. El recomendado de la casa es el Olimpo, una mezcla a base de ginebra, albahaca, sirope, limón y soda.
Anotaciones con la barriga llena
- El Ático de Andrei está ubicado en el tercer piso de la carrera 7 #67 – 64. Hay ascensor, así que pueden ir personas con movilidad reducida.
- El precio promedio de los cocktails en El Ático de Andrei es de $25.000 a $35.000.
- Aproveche ahora que la casa está recién ocupada, porque cuando se riegue la voz le aseguro que va a ser más difícil encontrar mesa libre.
- Si usted es de los que piensa que Amor y Amistad es un mes creado específicamente para estimular el comercio a costa de nuestro bolsillo, está en lo cierto. Sin embargo, ¿por qué no pegarnos al ambiente romanticón colectivo y festejar el amor? Aproveche los últimos días románticos de 2019, que los comerciantes no demoran en colgar decoración navideña en cada esquina.