¿Cuándo fue la última vez que recorrió La Candelaria como si fuera su primera vez? ¿Ha pasado una mañana sin prisa subiendo Monserrate a pie y tomándose un café en las alturas? 

A veces, el trajín cotidiano nos hace olvidar que vivimos en una de las ciudades más dinámicas de América Latina. Redescubrir Bogotá significa reconciliarse con su caos y sus encantos, y eso empieza por mirarla como un visitante. La clave está en cambiar la rutina por una mentalidad de descubrimiento. 

Redescubrir y conectar

Ser turista es una invitación a explorar zonas que dejamos de lado en el día a día. Mi plan favorito en la ciudad es subir Monserrate a la madrugada, junto a decenas de deportistas que también inician su día en los preciosos Cerros Orientales. 

A propósito, si tiene dudas sobre la logística para entrenar en el sendero peatonal de Monserrate, le preparé este video con toda la información. 

Y si el deporte no es lo suyo, entonces suba Monserrate en teleférico o funicular al atardecer y deléitese con el mejor spot fotográfico de la capital.

Si anda por el norte, camine por el Parque El Virrey y déjese sorprender por los pequeños detalles: un músico callejero, las sombras de los árboles al caer la tarde o los cada vez más populares bares de vinos y pubs que hay por la zona. 

O si le interesa algo más estructurado, Bogotá tiene una oferta cultural de primer nivel. Entre mis favoritos están el Museo Nacional y el Museo del Oro, pero también espacios más pequeños como la Casa Museo Quinta de Bolívar o la Galería Santa Fe, que proponen miradas alternativas de nuestra historia y arte.

Una escapada dentro de casa

En esta idea de cambiar la perspectiva, pasar una noche en un hotel puede ser una herramienta poderosa. Hace poco, me di el lujo de quedarme en el Residence Inn by Marriott, en plena Calle 90. Lo que más me sorprendió fue su diseño: no es un hotel convencional, sino que sus habitaciones parecen pequeños apartamentos, con cocina completa, horno, nevera y microondas. 

Además, el gimnasio en alianza con Bodytech tiene acceso a una piscina, algo poco común en Bogotá, y su desayuno buffet es perfecto para iniciar una jornada de caminata o bicipaseo por la capital: opciones variadas, frescas y, para mi alegría, café fresco.

La importancia de viajar cerca

Estudios de turismo sostenible, como los de la Organización Mundial del Turismo (OMT), han resaltado la importancia de valorar y preservar los destinos locales. Cuando nos convertimos en turistas dentro de casa, no solo cambiamos nuestra rutina, sino que también contribuimos a la economía de pequeños negocios y fortalecemos nuestra relación con el entorno.

Así que, si este año no tiene planes de viajar lejos, hágase un favor: empaque una pequeña maleta, reserve una noche en un buen hotel y permítase explorar Bogotá desde una mirada renovada. Tal vez descubra que las grandes aventuras no siempre requieren sellar el pasaporte.

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