El pasado 11 de agosto se acordó una de las transacciones más importantes en la historia reciente de la economía de Colombia. Con la oficialización de la adquisición de las acciones de Interconexión Eléctrica S.A por parte de Ecopetrol, la Nación transfirió el 51,4% de sus acciones en ISA al gigante energético. Esta transacción representa una apertura a la transición energética para una de las empresas más queridas por los colombianos, Ecopetrol. Además, representa una oportunidad de posicionamiento como el nuevo conglomerado energético no solo de Colombia sino en Latinoamérica, teniendo en cuenta que ISA cuenta con operaciones en más de 5 países de la región.
Al César lo que es del César, independientemente de las críticas que suscitó el procedimiento de compra y venta de acciones, desde el punto de vista fiscal, la operación es maravillosa. Lo que realmente se está haciendo, ingeniado por el Ministerio de Hacienda en su momento de Alberto Carrasquilla y ahora encabezado por el Ministro Restrepo, es hacer efectiva una alternativa de financiamiento de manera expedita sin tener que cumplir la ley de enajenación de empresas estatales.
Esto quiere decir que la compañía pasa de ser del bolsillo de la Nación al bolsillo de Ecopetrol, en la cuál la Nación tiene una participación de 88%, entonces: Ambas compañías siguen siendo de todos los colombianos. Esto le permitió al Gobierno Nacional ahorrarse el escándalo político que hubiera suscitado la privatización de ISA y además, asegurar una nueva fuente de financiación.
La operación será financiada por cuatro bancos internacionales por un monto de cuatro mil millones de dólares. El contrato de crédito será suscrito entre Ecopetrol y Banco Santander, Citibank, JP Morgan Chase y Scotiabank, cada uno con una participación del 25%. El ingreso de este dinero al país, servirá para equilibrar temas coyunturales como la tasa de cambio y también para financiar las actividades del Estado que suscita la vigencia de 2021 y 2022.
Pero más allá de esto, la incalculable puerta que se le abre a Ecopetrol en el mercado energético es la joya de la corona. Lo anterior, teniendo en cuenta que la consolidación de ISA al interior de Ecopetrol, le abre a esta última una gran oportunidad para posicionarse como un actor relevante en materia de transición energética a nivel nacional y regional. Esto, seguramente, permitirá que el debate público y más específicamente, el debate de si las finanzas públicas serán netamente codependientes del petróleo, avance y se abra a explorar nuevas oportunidades enfocadas a la transición energética y el uso de energías limpias.
En conclusión, el 11 de agosto fue y será una fecha histórica para las finanzas públicas del país. La inclusión de ISA a Ecopetrol representa el nacimiento de un conglomerado energético que será solo cuestión de tiempo que se posicione en el país y la región. Habrá que ver cómo el equipo de Felipe Bayón y el Ministerio de Hacienda capitaliza está nueva oportunidad en el mediano y largo plazo. En lo que concierne a la Nación y las finanzas públicas, salieron ganando debido a la gran entrada de capital que representa la operación.