Colombia es un país con muchas deudas y malformas institucionales. Esta es una realidad con la que incluso, los que nacimos luego de la Constitución del 91, hemos tenido que aprender a convivir. Sin embargo, si existe algún área político-institucional que ha funcionado por años, es la referente a la institucionalidad económica. El Presidente Petro, en menos de dos meses, ha interrumpido sin más el engranaje institucional del sector energía y salud y ahora hace su primera afrenta a la institucionalidad de Hacienda y Crédito Público buscando reformar el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y con ello la Regla Fiscal.

La Regla Fiscal y el MFMP son documentos de los cuales se desprende toda la planeación financiera del Estado colombiano. El Ministerio de Hacienda, presenta anualmente el Marco Fiscal visualizando los ingresos y gastos del Estado para las próximas diez vigencias fiscales (años) y a través de éste, se plasma la Regla Fiscal, como la meta de déficit que debe cumplir el Gobierno Nacional.

Estas herramientas de planeación económica y de finanzas públicas le han permitido al sector público y privado planear su actividad económica con base en las proyecciones que tiene el Estado Colombiano. Son mecanismos de seguridad jurídica y económica que siempre que se cumplan, envían un mensaje positivo de responsabilidad fiscal a los inversionistas internacionales, entidades financieras y calificadoras de riesgo.

Colombia y su institucionalidad económica, se ha caracterizado por cumplir las metas propuestas por el Comité Consultivo de la Regla Fiscal y el Ministerio de Hacienda. Esto le ha garantizado al país tener buena reputación y acceder a créditos con instituciones como el Fondo Monetario Internacional y la banca internacional privada. Vale la pena aclarar que en  2020, el  Gobierno de Iván Duque, por motivos de emergencia económica a raíz de la pandemia, el Ministro de Hacienda Carrasquilla utilizó la clausula de escape de la Regla Fiscal para gastar más de lo presupuestado. Pero eso, era una situación atípica.

Hoy por hoy, el Presidente Petro quiere cambiar la Regla y el Marco Fiscal para poder financiar sus promesas de campaña gastando a manos llenas sin responsabilidad fiscal alguna. Mauricio Cárdenas, Juan Camilo Restrepo y Juan Carlos Echeverry, tres exministros de Hacienda han advertido el peligro de hacer esto. Indistintamente de si el propósito es la paz, la compra de tierras para cumplir con la reforma agraria o el motivo que sea, la sanidad de las finanzas públicas debe ser un no negociable en la gerencia del Estado. Pues en últimas, la deuda y la irresponsabilidad fiscal no las veremos hoy, será el malestar de años venideros y generaciones futuras.

A pesar de que el propósito de Petro parece ser noble: agilizar la compra -y no expropiación- de tierras para poder cumplir el primer punto del Acuerdo de Paz, la reforma agraria, así como todos sus antecesores, como Presidente debe tener la capacidad de optimizar los recursos y gobernar con lo que hay. Todos los Presidentes, exceptuando a Iván Duque en la pandemia mundial del COVID 19, han respetado el Marco y la Regla.