La no aprobación de la fusión de Avianca y Viva Air por parte de la Aeronáutica Civil y el Ministerio de Transporte es quizás la noticia empresarial del año. Esta posible fusión mantuvo en vilo el mercado de aerolíneas que operan en el país desde mayo de 2020 (más de dos años). Las autoridades tomaron esta juiciosa decisión considerando el bienestar de los consumidores, alegando que aprobarla generaría una alta concentración de poder de mercado y un deterioro a los beneficios del consumidor. Sin embargo, para sorpresa de las autoridades aeronáuticas y de competencia, la negación de esta fusión no sería suficiente para impedir que operaran como un solo agente.

El derecho y la economía de la competencia han logrado desarrollar buenas prácticas que permiten entender a las autoridades los mercados, cuando vigilarlos y/o regularlos y cuando sencillamente dejarlos ser. El Departamento de Justicia de EE.UU y la Comisión Europea de la Unión Europea y por adopción, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), han determinado a partir del Índice de Herfindahl-Hirschmann (HHI), que mide la concentración de los mercados, que un mercado con un HHI superior a 2.500 es altamente concentrado. Si se observa el indicador para el mercado aéreo en Colombia, este es de 2.919 según datos de 2021.

Por tanto y considerando la exposición de motivos en documentos y comunicados de la Aeronáutica y MinTransporte, la distribución participativa del mercado aéreo no permitiría una fusión entre Avianca y Viva Air ya que separadas representan el 45,6 % y 21,2 % de la movilización de pasajeros (alta participación y concentración). Igualmente, si se fusionasen ambas compañías, alcanzarían el 100 % de la participación en las 16 rutas nacionales.

No obstante, a pesar de las advertencias de las autoridades y de su no aprobación de la fusión, recientemente la SIC abrió una investigación a Avianca y Viva Air por presuntamente haber materializado una integración empresarial sin autorización previa. En caso de comprobarse esto, ambas compañías habrían incurrido en una violación del régimen de libre competencia.

En Colombia, el mercado aéreo se ha caracterizado por tener altas barreras de entrada a aerolíneas internacionales debido a la excesiva regulación. Lo anterior, se evidencia en la alta concentración del mercado a cargo de tres agentes -Avianca, Latam y Viva Air tienen respectivamente 45,6 %, 21,2 % y 17,7 %- y también en la baja llegada de empresas extranjeras en un mercado interno tan atractivo como el del país -50 millones de habitantes-.

La regulación y características del mercado aéreo le han permitido a Avianca ostentar una posición importante en el mercado relevante relativo a la prestación de servicios de transporte aéreos. Es claro que la aerolínea tiene un dominio forzado de los cielos a pesar de su baja calidad y servicio. Considerando esto, las violaciones al régimen de libre competencia y el abuso evidente al consumidor, es momento de que los reguladores se planteen la implementación de una política de cielos abiertos y permitan así la entrada de nuevos jugadores al mercado. Solo de esta forma sería posible observar cómo el país le apuesta a tener una economía dinámica fundamentada en el turismo y la conexión territorial.