Iniciando el tercer trimestre de este año, México superó las exportaciones de China hacia Estados Unidos, convirtiéndose así en el primer origen de las importaciones de este país. Además de ser evidente la raíz de este evento que data sus inicios en fenómenos como la guerra comercial iniciada por Trump y la inestabilidad en los fletes, en caso de que esta tendencia se mantenga, esto representará un reordenamiento en la geopolítica mundial y en cómo los países entienden el comercio internacional. Así como ‘Made in China’ se hizo famoso a principios de este siglo, en esta tercera década podríamos presenciar el ascenso del ‘Made in Mexico’.

A pesar de la compleja relación que tuvo México y EE. UU. durante la administración Trump, la Guerra Comercial desatada por este presidente contra China, significó una oportunidad única para que el país latinoamericano se posicionara como el principal oferente y posterior, exportador de manufacturas hacia Estados Unidos.

El incremento en los aranceles y la interminable inestabilidad en los fletes, llevaron a compañías multinacionales a cambiar sus principales líneas de suministro. Datos del US Bureau of Economic Analysis demuestran que empresas como Hewlett Packard, Stanley Black & Decker y General Electric han relocalizado sus plantas de producción y distintos eslabones de la cadena de China hacia México con el propósito de reducir costos y lograr economías de escala. Por supuesto, esto no sería posible si México no tuviera una política de atracción de inversión lo suficientemente agresiva para atraer este tipo de inversiones.

Ahora, las implicaciones en el comercio internacional en caso de que la tendencia alcista de las exportaciones mexicanas hacia EE. UU continúen podrían cambiar de manera tajante la geopolítica. Naturalmente, desde el 2005, cuando China se estableció como el principal exportador del mundo y EE. UU como el principal importador, ambos países, junto con la Unión Europea, se posicionaron como los grandes jugadores del comercio internacional. Para 2022, ambos países participaron con el 23 % y 22 % de las importaciones y exportaciones respectivamente y, sumando los 27 países de la UE, esta participó con el 28,4 % de las exportaciones. Esto quiere decir que cerca del 40% del comercio mundial es realizado por tres agentes económicos.

Con México incrementando sus exportaciones hacia el principal importador y la nueva tendencia del friendshoring que no es más que el fomento del comercio entre países amigos, esto le demostraría no solo a EE. UU. sino a los demás importadores del mundo que el país además de ser democrático y competitivo, tiene la capacidad de abastecer en manufacturas, reforzando la multipolaridad en la economía internacional.

Faltará ver si esta nueva dinámica de comercio se mantiene o si solo es un ‘momentum’ de México. Independientemente del resultado, se están empezando a ver los efectos de la regionalización de las cadenas de suministro, la desglobalización y el ‘just in case’ de los inventarios. El comercio internacional está teniendo y seguirá teniendo metamorfosis en esta tercera década del siglo XXI.