Agradezco de manera expresa y sincera a quienes se dieron a la tarea de responder a la anterior propuesta lúdica.
A los que acertaron, una confirmación: 1. Carlos Antonio Vélez, 2. Jota Mario Valencia, 3. Pirry, 4. Shakira, 5. Andrés López.
Para aquellos que se enganchan por primera vez en el juego, me permito repetir las sencillas bases y pormenorizar la dinámica.
A continuación presentaré cinco perfiles de colombianos célebres. El objetivo es que, fundamentados en las descripciones, los lectores puedan determinar de quiénes se trata.
En vista de las acusaciones por las excesivas pistas me permitiré ser menos explícito en el siguiente listado. Aquí voy…
6.
Maestro de las relaciones públicas, el lobby, y de todo tipo de procedimientos subrepticios y rastreros, y aún así convincente, es tal vez una de las criaturas más enfermizamente sedientas de dinero, poder y prestigio engendradas en el entero país.
Bajo ese manto de inamovibilidad, de flematismo y de serenidad se esconde un personaje siniestro y pernicioso. En cada nueva instancia de su carrera se muestra más perdedor, y no obstante sigue demandando cuantiosas sumas por parte de cuanta institución cometa el error de contratarle. Nunca se le ha visto admitir un error.
Esconde su incompetencia y su mediocridad con frases de un falso cariz filosófico. La modestia, que se supone es una de sus virtudes, es lo más distante a su real carácter. Maneja a su acomodo los hilos balompédicos de Colombia y no tiene recato alguno en ejercer dinámicas desleales a manera de autopromoción.
No hay que olvidar, de cualquier forma, que fue capaz de llevarnos a dos campeonatos mundiales, que salió victorioso de una Copa Libertadores, y que —al margen de lo discutible del mérito— nos hizo campeones en el torneo continental.
7.
Después de una notable carrera en el sector educativo, carrera que por cierto le llevó a la dirección de la más grande institución universitaria del país, saltó a la verdadera luz pública después de haber miccionado en público frente a docentes y maestros de la reconocida entidad. ¿Quién olvida su estúpido acto de nudismo, según él justificó luego ejecutado bajo el pretexto de estarse dirigiendo a “artistas”?.
Tras tales situaciones él pareció descubrir el notorio impacto mediático y el reconocimiento que dichos procederes, absurdos y altamente efectivos, podían acarrearle en el ámbito local. Desde entonces la megalomanía, la demagogia y un exhibicionismo sólo equiparable al de Pirry se han convertido en su signatura de todos los días.
Mediante un conjunto de rituales que rozan la ridiculez, y amparado en la pedagogía ciudadana, este Calígula contemporáneo se ha hecho a una reputación difícil de cuestionar. La paradoja está en las políticas represivas que ejerce una vez sus dinámicas se muestran ineficaces. Pero sobre todo en la ambición por el poder político, que en más de una oportunidad le ha hecho abandonar sus responsabilidades en pos de un rango jerárquico superior. Una presunta honestidad parece ser la mejor de sus cualidades.
8.
Todavía no logro dilucidar el porqué a alguien se le ocurrió que un supuesto artista con una carrera tan deslucida y discreta como él tuviese la autoridad suficiente como para calificar o descalificar a otros músicos en ciernes.
¿Acaso sus éxitos en ventas o las producciones en las que por desgracia el se ha visto involucrado son dechados de calidad y magnificencia creativa? ¿Merece algún respeto y reconocimiento alguien capaz de escribir un esperpento de la naturaleza de “La Mamisonga”.
Su actitud de divo es insultante y aborrecible. Para salvar, una o dos canciones decentes grabadas con Doble UC.
9.
Otra de las egresadas del “dream team” de La Mega, que como se ve ha sido un semillero fulgurante de precariedad, ella es la clásica provocadora por vocación.
Se sabe bella y padece de una extraña fascinación por escandalizar a todo aquel que a su paso encuentre. Sus fotografías, rayanas en lo ridículo además de sus intervenciones radiales, en las que se revela como la más librepensadora y revolucionaria “comunicadora” y heroína en el país desde Policarpa Salavarrieta le han granjeado una injusta fama de buena periodista.
En ocasiones, sus comentarios son ingeniosos.
10.
Uno de los autores intelectuales y materiales de la banalización de la que la radio joven ha sido objeto en año recientes. Abanderado del pretencioso “planeta rock”, ha hecho de las bromas de pésimo gusto y de las obviedades su principal munición bélica en ese campo de confrontaciones que es el dial de un radiotransistor.
Lleva tras de sí la malograda obligación de ser visto como líder por parte de un cúmulo de adolescentes abandonados a su merced. Sería un acto de suma ingenuidad, de todas formas, endilgarle la absoluta responsabilidad por lo ocurrido, olvidando que detrás de hombres como él hay todo un cúmulo de directrices imposibles de desconocer, así como una cortedad de visión.
Es, según me han dicho, un hombre trabajador y amable, algo que por supuesto atenúa sus falencias públicas.
Bien. Son los cinco de hoy. Ahora oigo respuestas.