La ciudad. Un manojo de seres apelmazados, desplazándose por las calles de otro lugar a uno y de uno a otro. Cúmulo de hiperrealidades y de hiperfrustraciones. La ciudad… esa misma ciudad… también está hecha de mentiras y de historietas. De leyendas que por absurdas nos hacen reír, pero que debido a la ausencia de pruebas en contra tampoco pueden ser descartadas como absolutas imaginerías callejeras.
He aquí un muy incompleto listado de mitos urbanos a los que de seguro muchos hemos alguna vez dado inmerecida credibilidad, aunque sin duda, también, han sido desdeñados por nuestras almas escépticas, la mayoría de las veces sin una digna justificación.
Es cosa de cada individuo el rendirse o no ante la credulidad de quien entiende que en Colombia todo, o casi todo lo absurdo, puede ser cierto.
En las siguientes líneas, advierto, no estoy dotando de verosimilitud o de aval alguno a las narraciones a continuación enunciadas.
Por tanto estoy seguro de no atentar contra la dignidad de de los involucrados. En otras palabras: No creo en ninguno de los posteriores relatos.
Pero los he oído. Los he documentado las distintas e imaginativas variables de cada uno, y por tanto creo trascendental, por primera vez, el ponerlos de manifiesto por escrito.
Así, nuestra capacidad de generar leyendas no morirá con El Dorado o con Bochica, y quizá en 100 años estas palabras cobren propia vida, para dar aliento a aquello que nunca existió. Por el bien de la creatividad…
1. Andrés Pastrana atropelló a una anciana
Tal vez creada por los detractores del entonces candidato a la honorable presidencia de la república colombiana, la historia se remonta a los años 60 del siglo XX en Bogotá, en el marco de las carreras a go-go (antecesoras directas de los posteriores ‘piques’), una suerte de competencias automovilísticas ilegales entre los jóvenes acomodados de la época con la de momento despoblada 116 como pista.
El relato cuenta acerca del adolescente aspirante a delfín perdiendo por completo el control del volante, y acelerando hasta el punto de colisionar con una desdichada abuela, cuyo consecuente deceso fue instantáneo.
Se dice que para proteger la reputación del púber y su progenitor el asunto fue escondido por sospechosas y oscuras fuerzas.
2. Andrés Pastrana (sí, otra vez) carece de un testículo
La ‘petit histoire’ habla sobre la donjuanesca historia de dos hermanos Pastrana, (el ex presidente, entre ellos), flirteando con la hija de uno de los propietarios del afamado centro oftalmológico Barraquer.
Luego se relata acerca de un violento acceso carnal por parte de la pareja de traviesos presidenciables para con la heredera del emporio óptico.
Para terminar se narra la consecuente retaliación ejecutada por el desairado padre, quien, presa de la cólera, decidió convertir a uno de los jovenzuelos en semieunuco, deshonra esta que de nuevo fue ocultada, con el fin de no truncar la brillante carrera de su señor padre.
3. Gloria Valencia de Castaño y Ernesto Gilibert son propietarios de sendos burdeles
Esta leyenda tiene la peculiaridad de cuestionar una de las más brillantes y donairosas carreras en la historia de nuestra venida a menos pantalla chica, y de poner en tela de juicio el en apariencia intachable currículo de uno de nuestros hombres de honor.
La primera calumnia consiste en enrostrar sobre la inocente y hoy anciana diva, deshonrosos y del todo falsos cargos por proxenetismo. Para más señales, se suele decir que el establecimiento está ubicado en inmediaciones de la Calle 100.
Suerte semejante ha corrido en años recientes el ex comandante de las fuerzas policivas Ernesto Gilibert, (quien por cierto es nieto de don Marcelino, patriarca a su vez de la institución).
4. El vikingo
Nos remitimos aquí a la Avenida Caracas, en el extenso círculo de establecimientos que aún a horas ilegales sigue operando, con el beneplácito de las a veces ineptas fuerzas de la ley.
Se trata de un bar, para ser exactos localizado en cercanías de lo que los neófitos llaman Galerías, y a lo que los puristas llamamos Sears.
Según los voceadores de la nunca comprobada situación, hay un club de billares en donde los clientes que acierten en sus distintos embates con el taco, reciben como premio ayuntamientos carnales con bellas damas, dispuestas para tal fin.
El problema está en el excesivo y poco ejemplarizante castigo recibido por quienes, tras sucesivos yerros, salen derrotados de la partida, pues dado tal caso, ‘El vikingo’ -un hombre de raza negra ataviado con un casco, a su vez provisto con cuernos, a lo Olafo- hará su siniestra aparición, atacando con su despiadada y monstruosa asta viril a los infelices clientes derrotados.
5. Restaurante caníbal en La Calera
Se rumoraba, por allá en los 80, acerca de la existencia de un establecimiento en donde, a puerta cerrada y con secretas recetas jamás reveladas a la cándida aunque satisfecha clientela, se elaboraban platos en donde los cuerpos humanos cocidos eran el platillo principal.
Se supone que la verdad salió a flote cuando uno de los comensales encontró en su bandeja un fragmento de una falange antropomorfa.
6. La señora madre de Prince es caleña
Por los tiempos de ‘When doves cry’ y ‘Purple rain’ se hizo popular esta habladuría sin fundamento e insignificante.
Se susurraba que el luego convertido en ‘The artist formerly known as Prince’, era descendiente de una bella mulata, oriunda de la Sultana del Valle, tal vez mesera de alguna guabalosa discoteca o agricultora en cierto ingenio azucarero de la zona.
La mitomanía llegó a tamaños niveles que hubo quienes aseveraron que el talentoso cantautor norteamericano era furibundo consumidor de manjar blanco, cholado y champús.
7. Carlos Ledher contrató a Los Rolling Stones
Ya lo había contado: Tengo entre mis más preciados haberes un recorte de alguna revista ‘Semana’ de principios de los 80 en donde se mencionaba de literal forma la intención firme e irrevocable de un «multimillonario hacendado» de invitar con obvios gastos pagos a Los Rolling Stones a su «finca de Pereira».
En cuando al presente punto hay que señalar que cuenta con la deshonrosa diferencia de no tratarse tan sólo de un infundio callejero, sino más bien de la más leída revista de la entera nación anunciando un imposible. Agrego, además, que Carlos Ledher es de Armenia, y no de la ‘Trasnochadora, Querendona y Morena’.
8. Los Boli eran elaborados con agua de caño
Debido a alguna razón que me ha sido imposible precisar, cada vez que los paleteros vendedores de aquella agua azucarada, teñida con coloridas anilinas, arribaban a las puertas de los planteles escolarse, justo cuando tenía lugar la salida de los autobuses de servicio escolar, solía llover.
Y las calles se llenaban de fango. Y las aguas lluvias rebosaban los renegridos caños. Y a algún profesor pesimista se le ocurría decirnos, mientras aún el inocente refresco circulaba por nuestras vías digestivas, que el principal insumo para la elaboración de tan apetecidas bebidas era el líquido herrumbroso que en esos precisos instantes circulaba por los ductos a la vista. Todavía algunos siguen creyéndolo.
9. Los tatuajes de Crem-Helado contenían dosis adictivas de cocaína
Otro de aquellos inventillos inverosímiles de los 80.
Se dijo a los padres de pequeños párvulos que los tatuajes autoadhesivos contenidos a manera de promoción por los pequeños envases de Crem-Helado, habían sido envenenados con tóxicas y adictivas sustancias inoculadas por vía dermatológica.
Lamentable que una industria encargada de hacer empresa, de generar empleo, de divertir a los pequeñuelos, y por supuesto -y sobre todo- de incrementar sus arcas en forma descomunal, fuera víctima de tan mala prensa.
10. Las hamburguesas de El Corral eran elaboradas con lombrices
Si bien el consumo de carnes bovinas puede bajo determinada lógica ser considerado tan repulsivo como el de anélidos, platelmintos y otros invertebrados -al menos eso es lo que creemos quienes profesamos el vegetarianismo-, no es justo el acusar a firma alguna de ofrecer en sus menús opciones gastronómicas que puedan asquear a los frecuentes usuarios.
Sobre lo anterior se especuló cuando corría 1987. Aún las huellas del rumor no han podido ser borradas.
11. Iggy Pop tiene una novia en Cedritos
Imposible me sería contar la cantidad de oportunidades distintas en las que -en el marco de espontáneas conversaciones de alimento y etil-, muchos han jurado con vehemencia no sólo que el célebre ex integrante de The Stooges guardaba nexos sentimentales con una colombiana, sino que la locación precisa para tales encuentros era el populoso sector de Cedritos.
Hace algunos días un buen amigo me hizo saber que había conocido a quien asegura haber sido ella, precisamente, la honrosa prometida de la popular estrella.
12. Vicky (Esperanza Acevedo) era hombre
Algo menos famosa que Iggy es nuestra talentosa, aunque a la vez desafinada y burda, compositora e intérprete Esperanza Acevedo, por todos conocida como Vicky.
Cada determinada cantidad de tiempo solemos verla en afiches y carteles anunciando ‘nostálgicas viejotecas de los 60’, compartiendo honores con Harold, Óscar Golden y Jesús David Quintana, o cantando los eternos gorriones o el ‘Llorando estoy’.
En los 70, una falsa noticia sobre su sexualidad, consiguió opacar su ya no tan brillante carrera. Según éste, Esperanza era en realidad un caballero aberrado doblado de cantante femenina.
13. El mariachi embalsamado
El no comprobado relato reza que en tormentosos años de vendetta, abuso de poder y mafia, un omnipotente narcotraficante estaba agasajando a los invitados a su estancia con una sentida serenata.
Fue tan de su agrado la presentación del mariachi vocalista que éste decidió asesinarlo y embalsamarlo en actitud histriónica. ¿Verdad? ¿Mentira?
14. Noel Gallagher estuvo en In Vitro
Cuentan algunos -incluso algunos a los que cuento entre mi íntimo círculo de amigos- haber visto al creativo imitador de The Beatles, y a su vez miembro fundador de Oasis, pavoneándose de incógnito por los pasillos del en ese momento elitista bar bogotano. De ser cierto ¿qué importaría? Pero de no ser cierto, como de seguro es… ¿por qué hay tantos falsos testigos? ¿vocación de mentirosos?
15. El hombre que tras flirtear con una dama en un bar perdió un riñón
Este rumor extrapola las fronteras locales. Mediante el correo electrónico ha llegado hasta los más lejanos confines del mundo hispanohablante.
Es la historia de un hombre que tras ejercer el ‘flirt o galanteo’ para con una de sus compañeras de ocasión en un bar, la lleva a su domicilio para el consabido ayuntamiento.
Tras unas horas, del todo desconcertado, el espontáneo paciente de cirugía casera despierta en su tina, atiborrada de hielo, con un mensaje en el que se le informa acaba de ser despojado de la totalidad de su aparato nefrológico, y que cuenta con pocas horas para salvarse.
Tal vez sea una ficción creada por padres represivos o por esposas celosas para evitar que sus hijos y cónyuges osen hurgar en las solitarias damas de tabernas en busca de aventuras casuales.
Termina por hoy la lista.
Espero sugerencias.