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La primera sede del colegio en donde estudié casi toda mi vida, con el que aún sigo teniendo pesadillas recurrentes, estaba metida en medio de la Calle 174, cerca a la Autopista Norte. El sueño repetitivo consiste en que en el presente alguien me acusa de no haber cumplido con la totalidad de mis estudios, por lo que me obliga, siendo ya el vejete que soy, a retornar a las aulas en las que transcurrieron algunos de mis peores días.
No disfruté de mis tiempos de estudiante. O por lo menos no de las inacabables horas metidas en el plantel en donde mi madre a bien tuvo matricularme. Nunca le tuve cariño, y en concordancia con los hechos debo decir que los recuerdos que de él me quedan no son en su mayoría gratos, aunque hoy la nostalgia, con su brillo opaco, suavizado y mentiroso, similar al que invade una lente de aumento cuando alguien decide esparcir vaselina sobre su superficie y la luz se refleja en él desde lejos, produciendo destellos falsos, me hace sonreír al evocarlo.
Yo tenía a mi haber seis años de vida. Bogotá era en ese 1982 bastante más pequeña de lo que hoy es. No era difícil dar a un taxista indicaciones precisas sobre la ubicación del centro escolar. Bastaba con un “por el tercer puente” como para que el transportador quedara advertido acerca del calibre de la operación por ejecutar. No había forma de equivocarse: la gran Autopista Norte, a la que por sus dimensiones parroquiales la palabra ‘autopista’ le venía mal, sólo contaba con tres puentes.
La modernidad de mi ciudad estaba pues compendiada en eso: tres puentes, el centro comercial Unicentro y el edificio Colpatria, según las mentiras o la desinformación de algunos, el más alto de América Latina.
El Gimnasio del Norte, aquel colegio del que hablo, era, sobre todo, un lote amplio en donde todo lucía rural e improvisado: varias canchas de fútbol en grama, dos de baloncesto en concreto, una plazoleta central pavimentada, desde la que se iban desprendiendo algunas decenas de salones de clase prefabricados, y un buen número de pinos y eucaliptos que trazaban los linderos con el resto de edificaciones vecinas, la mayoría correspondientes también a entidades educativas. El Calasanz, las Esclavas de María, y el Canapro, entre ellos. En la tienda vendían un agua tinturada con sabores y almacenada en bolsas cilíndricas. Se llamaban Boli. El Bon Ice es su hijo bastardo.
La lista de útiles exigidos por las directivas a principio de año incluía solicitudes de materiales que desaparecían. Crayolas, cartulinas, resmas de papel, plastilinas, lápices, cosedoras, bolígrafos, compases, y otro centenar de cosas que iban a parar a alguna especie de agujero negro. Porque una vez los alumnos hacíamos entrega formal de éstos, jamás volvíamos a verlos.
Frente al Gimnasio del Norte estaba la escuela de equitación San Jorge. Ahí subí por primera vez a un caballo, y ahí me caí, también por primera vez, de otro. La yegua que yo montaba llevaba por nombre Promesera. A mi amigo Nicolás Samper le asignaron a Zipa. Muy cerca de la escuela San Jorge había un criadero llamado Las Margaritas. Al otro costado, frente a la autopista estaba una casa de propiedad de La Voz de La Víctor, seguida por el altivo recordatorio de “Fundada en 1929”. La señal de la emisora era de hecho tan fuerte, que alcanzaba a filtrarse por el único teléfono público que había en el lugar.
Los lotes aledaños ahora han sido invadidos por una cantidad sorprendente de edificios de vivienda multifamiliar. Es increíble el poco tiempo que toma a la ciudad esparcir su influjo contaminante sobre el mundo.
Ahí, sobre el mismo terreno en donde estuvo esa casa radial hoy se erige la sede norte de los Almacenes Éxito. Al lado opuesto de la avenida se divisaba la urbanización Villa del Prado, algo así como el vecindario de La Pequeña Lulú aclimatado en el norte de mi urbe natal. Fue ese el vecindario en donde siempre quise vivir, pues algo dentro de mí me hacía imaginar en éste como un epicentro magnífico de la vida de barrio de la que yo, metido en una calle saturada de edificios de Santa Bárbara, carecía.
Si mirábamos al oriente, desde alguna zona del colegio en donde los árboles no fueran muy altos, veíamos a San Cristobal Norte, un barrio joven muy popular metido entre los cerros, al que sólo podía llegarse por una interminable sucesión de escalones, pendientes a cual más.
Desde la lejanía, arriba, casi antes de llegar a la zona más alta del cerro resaltaba una casita blanca con aspecto de vivienda de príncipes y doncellas. La llamábamos ‘El Castillo’. Al bajar de ‘El Castillo’ había, ya cerca de la Carrera Séptima una peluquería cuyo nombre no puedo olvidar. ‘Mi tijera y yo’.
Una vez, María de los Ángeles Torres, Sonia Ángela Margoliner y María Inés Monsalve, directoras de los cursos segundo, tercero y primero de primaria, planearon una excursión para ir a ver de cerca El Castillo. Alentados por la curiosidad subimos la extensa pendiente de escaleras, y al llegar, yo y varias decenas de niños niñas experimentamos la misma decepción al comprobar que éste no era tan grande, ni tan esplendoroso como parecía lucir a lo lejos, y que en su interior no había más que dos camas, una pequeña estufa eléctrica portátil, unas mesas de noche desprolijas, y un par de muñecas harapientas. Fue una de las primeras decepciones en mi vida
Con el tiempo El Castillo dejó de ser visible. Supongo que lo demolieron o lo escondieron las edificaciones nuevas, o que dejó de importarnos.
Ya adolescentes, en 1989, como una forma de oposición a un sistema educativo al que considerábamos tiránico e inservible, decidimos fundar un grupo al margen del reglamento escolar al que bautizamos con el a nuestro modo de ver amenazante nombre de Los Vándalos.
Fabricamos escudos, camisetas, periódicos de circulación clandestina y panfletos fotocopiados, y comenzamos a arremeter mediante formas caseras de terrorismo contra la planta escolar y la integridad psicológica y física de nuestros profesores. Entre las muchas formas de hostigamiento de Los Vándalos, de cuyas directivas hacíamos parte el fallecido Fabián Bernal, Arturo Hernández, Pedro Laguna y yo mismo, nuestra predilecta era la piromanía.
Un día, con mi autoría intelectual, decidimos perforar un par de tizas para darles la forma de lo que podría ser un cilindro. En cada uno de sus extremos introdujimos dos fósforos a manera de material inflamable. Luego, con el mismo polvo dejado por el gis durante la operación, rellenamos el agujero, y dimos al material didáctico en cuestión el aspecto normal de cualquier objeto de su especie.
La víctima escogida para nuestra venidera fechoría fue Gladys, profesora titular de matemáticas. Su intransigencia a la hora de subirnos una décima para salvarnos de reprobar los bimestres, sumada a su negativa sistemática a permitir la elaboración de trabajos en grupo y la kilométrica extensión de las asignadas a nosotros por ella en para fines de semana, le habían hecho ganarse el aborrecimiento unánime de casi todos el alumnado. Gladys usaba anteojos gruesos. Sobre su frente caía un mechón de pelo al que copiosas raciones de laca le daban la forma de un corazón.
Puesto que cualquier amabilidad de nuestra parte hacia Gladys habría sido recibida con escepticismo, encomendamos a Andrés Vargas, el más aventajado alumno de todo séptimo grado para que al inicio de la clase se ofreciera en forma voluntaria y presta a abastecer a la maestra con la cantidad suficiente de tiza como para poder impartir la lección sin interrupciones. Andrés fingió dirigirse hacia la rectoría, en donde estaba la despensa de insumos para profesores. A su regreso traía las tizas-bomba en sus manos.
La faena pedagógica se inició sin contratiempos. Ansiosos, clavados en nuestros puestos de combate, Los Vándalos y nuestros opositores y simpatizantes, aguardábamos por el momento en que las cerillas se encendieran. Y así fue.
En algún momento, mientras la pobre de Gladys intentaba dar contundencia a su exposición, estampando con fuerza sobre el pizarrón la coma correspondiente a alguna cifra decimal, la tiza en sus manos se convirtió en una especie de antorcha olímpica o de lanzallamas escolar. Su capacidad de reacción fue lenta y para cuando los reflejos respondieron ya la mitad de su coqueto mechón había sido calcinada por el fuego que brotaba desde el fondo.
Tras el éxito del atentado la concurrencia entera se mantuvo en silencio, satisfecha, ahogando sus risas, evitando delatarse en la abrumación debida a la perplejidad que sucede al triunfo.
En un acto de grandeza, Gladys, se abstuvo de hacer comentarios, tras la desgracia capilar que en su contra acababa de ser perpetrada. Continuó con su labor, haciéndonos pensar que el agravio había sido olvidado por su corazón indulgente.
El trámite de la lección siguió normal hasta el momento en que sonó la campana final del día, para ir de camino hasta los autobuses escolares. Mientras todos aliviados alistábamos útiles, inútiles y maletas para regresar a nuestros hogares a oír 88.9, Gladys dio la sentencia taxativa:
-No salimos de aquí hasta que no aparezca el chistoso que puso los fósforos en las tizas–.
Tuve miedo el eco de las palpitaciones angustiadas de mi corazón chocara contra las paredes del aula, delatándome. Pensé en el desventurado futuro escolar que estaba esperando por mí. Pensé en la nueva mácula que iba a estamparse sobre mi ya turbulento expediente disciplinario. Pensé en lo mucho que podría incrementarse el ya cuantioso fastidio de Gladys para conmigo, y en la forma inevitable como ello sería el inicio de una penosa carrera hacia el aburrido mundo de las habilitaciones a final de año, ahora que parte de su pelo había sido incinerada por causa de mi iniciativa.
También pensé en la desgracia que sería para mis condiscípulos el quedarse ahí perdiéndose el capítulo del día de LP Loca Pasión por cuenta de mis conatos juveniles de rebelión. Pero, sobre todo, pensé en las muchas lágrimas que habrían de brotar de los ojos de mi madre al enterarse sobre el particular.
Salté de la silla. Por un instante mi mirada culpable se cruzó con la de maestra y condiscípulos. Contrario a lo que supuse, me sentía tranquilo, sereno y resignado, libre como aquel a quien ya no le queda algo por perder, justo antes de pronunciar las palabras que nadie habría esperado de mí:
-Fui yo, Gladys.
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Me encanta tu forma de escribir…ya te lo había comentado en alguna oportunidad, pero hoy si tengo algo para reprocharte.
No es cierto que el ofrecimiento de empleo por parte de Yanbal de Colombia sea una estafa y mucho menos que para poder hacer parte del grupo de consultoras de belleza sea necesario hacer filas interminables.
Te cuento que la contratación corre también por cuenta de cada consultora nueva o antigua, quienes incluso hacen la respectiva afiliación en la propia casa de la interesada.
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yo tambien estudie en el Gimnorte sali en el 88,el mejor de todos los colegios,mas libertad no podia haber, y que buenos recuerdos guardo,esperamos la segunda parte de esta historia
——–
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yo tambien estudie en el Gimnorte sali en el 88,el mejor de todos los colegios,mas libertad no podia haber, y que buenos recuerdos guardo,esperamos la segunda parte de esta historia
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yo tambien estudie en el Gimnorte sali en el 88,el mejor de todos los colegios,mas libertad no podia haber, y que buenos recuerdos guardo,esperamos la segunda parte de esta historia
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Andres me gusto su historia, yo me gradue del Gimnorte en el 88, el mejor colegio y le corrijo no era tiranico, es el mejor colegio por el que pase y de eso si se.Cabe recordar a Pedrito, a Jose, a Pacho, a Marietta,a Ricardo nuestro rector y a todos esos personajes de aquella epoca,donde uno podia opinar sobre lo que quisiera sin temor a ser reprendido o expulsado y de eso tambien se bastante.
quedamos en espera del otro capitulo
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Andres me gusto su historia, yo me gradue del Gimnorte en el 88, el mejor colegio y le corrijo no era tiranico, es el mejor colegio por el que pase y de eso si se.Cabe recordar a Pedrito, a Jose, a Pacho, a Marietta,a Ricardo nuestro rector y a todos esos personajes de aquella epoca,donde uno podia opinar sobre lo que quisiera sin temor a ser reprendido o expulsado y de eso tambien se bastante.
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Andres me gusto su historia, yo me gradue del Gimnorte en el 88, el mejor colegio y le corrijo no era tiranico, es el mejor colegio por el que pase y de eso si se.Cabe recordar a Pedrito, a Jose, a Pacho, a Marietta,a Ricardo nuestro rector y a todos esos personajes de aquella epoca,donde uno podia opinar sobre lo que quisiera sin temor a ser reprendido o expulsado y de eso tambien se bastante.
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mi viejo su historia me hizo acordar de mi colegio que no era el mismo suyo pero quedaba por esa zona del norte de bogota, yo estudie en el nueva york, pero lo que si puedo asegurar es que la manera de hacer las cagaditas y montarla si son las mismas….ahhh tiempo aquellos, a potreros aquellos…….. a buses del colegio aquellos……. a emisoras aquellas, a amigos aquellos……… ya me dio nostalgia, sabe de que mas me hizo acordar, de los partiditos de futbol intercolegiado eso eran las finales del mundo en el colegio de uno…. que puteria eso.
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mi viejo su historia me hizo acordar de mi colegio que no era el mismo suyo pero quedaba por esa zona del norte de bogota, yo estudie en el nueva york, pero lo que si puedo asegurar es que la manera de hacer las cagaditas y montarla si son las mismas….ahhh tiempo aquellos, a potreros aquellos…….. a buses del colegio aquellos……. a emisoras aquellas, a amigos aquellos……… ya me dio nostalgia, sabe de que mas me hizo acordar, de los partiditos de futbol intercolegiado eso eran las finales del mundo en el colegio de uno…. que puteria eso.
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mi viejo su historia me hizo acordar de mi colegio que no era el mismo suyo pero quedaba por esa zona del norte de bogota, yo estudie en el nueva york, pero lo que si puedo asegurar es que la manera de hacer las cagaditas y montarla si son las mismas….ahhh tiempo aquellos, a potreros aquellos…….. a buses del colegio aquellos……. a emisoras aquellas, a amigos aquellos……… ya me dio nostalgia, sabe de que mas me hizo acordar, de los partiditos de futbol intercolegiado eso eran las finales del mundo en el colegio de uno…. que puteria eso.
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Cuando llegamos a los cincuenta años es cuando empezamos a hacer un repaso general de la tarea hecha en la vida y parte de ese repaso es volver a evocar todos los dias aquellos del colegio y la universidad que contrariamente a lo que dice el autor de este articulo, para mi, fueron los mejores dias de mi vida. El REFOUS era en colegio duro, exigente, selectivo, competitivo, individualisador y seguramente con un concepto muy Suizo de la educacion. En los sesentas todavia existia el castigo fisico (varazos en las costillas y en las piernas a los que hacian mal las cosas o eran flojos) Peñaloza el Alcalde fue alumno del Refous y recibio muchos varazos en las costillas…Hoy las cosas han cambiado mucho y los alumnos de hoy son unos grandes LOCHOS que no luchan, que hacen las tareas copy/paste de google, que jamas van a las bibliotecas, etc. Those were the days….
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Cuando llegamos a los cincuenta años es cuando empezamos a hacer un repaso general de la tarea hecha en la vida y parte de ese repaso es volver a evocar todos los dias aquellos del colegio y la universidad que contrariamente a lo que dice el autor de este articulo, para mi, fueron los mejores dias de mi vida. El REFOUS era en colegio duro, exigente, selectivo, competitivo, individualisador y seguramente con un concepto muy Suizo de la educacion. En los sesentas todavia existia el castigo fisico (varazos en las costillas y en las piernas a los que hacian mal las cosas o eran flojos) Peñaloza el Alcalde fue alumno del Refous y recibio muchos varazos en las costillas…Hoy las cosas han cambiado mucho y los alumnos de hoy son unos grandes LOCHOS que no luchan, que hacen las tareas copy/paste de google, que jamas van a las bibliotecas, etc. Those were the days….
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Cuando llegamos a los cincuenta años es cuando empezamos a hacer un repaso general de la tarea hecha en la vida y parte de ese repaso es volver a evocar todos los dias aquellos del colegio y la universidad que contrariamente a lo que dice el autor de este articulo, para mi, fueron los mejores dias de mi vida. El REFOUS era en colegio duro, exigente, selectivo, competitivo, individualisador y seguramente con un concepto muy Suizo de la educacion. En los sesentas todavia existia el castigo fisico (varazos en las costillas y en las piernas a los que hacian mal las cosas o eran flojos) Peñaloza el Alcalde fue alumno del Refous y recibio muchos varazos en las costillas…Hoy las cosas han cambiado mucho y los alumnos de hoy son unos grandes LOCHOS que no luchan, que hacen las tareas copy/paste de google, que jamas van a las bibliotecas, etc. Those were the days….
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Contradiciendo un poco el tono localista del texto, me recordó lo que decía Arthur Dent, inglés más o menos típico, en la película “The Hitch-Hiker’s Guide to the Galaxy” (Garth Jennings, 2005): «I am an englishman. I know how to queue»
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Mi caballo se llamaba triqui-traque en la escuela san jorge clase vocacional a las 7 de la manana del ano 87 u 88 El entrenado fumaba como loco. Me acuerdo de gladys por supuesto pero habia otro personaje que era mas interesante que era Marieta coordinadora de disciplina, chiquita pero de caracter fuerte POr cierto creo que Rodolfo murio.
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Mi caballo se llamaba triqui-traque en la escuela san jorge clase vocacional a las 7 de la manana del ano 87 u 88 El entrenado fumaba como loco. Me acuerdo de gladys por supuesto pero habia otro personaje que era mas interesante que era Marieta coordinadora de disciplina, chiquita pero de caracter fuerte POr cierto creo que Rodolfo murio.
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Mi caballo se llamaba triqui-traque en la escuela san jorge clase vocacional a las 7 de la manana del ano 87 u 88 El entrenado fumaba como loco. Me acuerdo de gladys por supuesto pero habia otro personaje que era mas interesante que era Marieta coordinadora de disciplina, chiquita pero de caracter fuerte POr cierto creo que Rodolfo murio.
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Soy de generación anterior y mis recuerdos escolares deben remontarse a varios colegios, todos de provincia. Quizás los más fuertes están en el internado del Colegio Ricaurte de Fusagasugá entre 1967 y 1970, cuya diferencia con los relatos de “La ciudad y los perros”, es por la ubicación geográfica. No se como pueda hacerse, pero los invito a que participemos en este Blog con ‘historias’ sin restricción de espacio. Lo felicito Andrés: escribe ameno y muy bien.
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Soy de generación anterior y mis recuerdos escolares deben remontarse a varios colegios, todos de provincia. Quizás los más fuertes están en el internado del Colegio Ricaurte de Fusagasugá entre 1967 y 1970, cuya diferencia con los relatos de “La ciudad y los perros”, es por la ubicación geográfica. No se como pueda hacerse, pero los invito a que participemos en este Blog con ‘historias’ sin restricción de espacio. Lo felicito Andrés: escribe ameno y muy bien.
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Soy de generación anterior y mis recuerdos escolares deben remontarse a varios colegios, todos de provincia. Quizás los más fuertes están en el internado del Colegio Ricaurte de Fusagasugá entre 1967 y 1970, cuya diferencia con los relatos de “La ciudad y los perros”, es por la ubicación geográfica. No se como pueda hacerse, pero los invito a que participemos en este Blog con ‘historias’ sin restricción de espacio. Lo felicito Andrés: escribe ameno y muy bien.
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jajaja que buena memoria andres aun me acuerdo de la escuela de equitación, le falto hablar sobre rodolfo cardozo nuestro profesor de educacion fisica qepd
bueenos recuerdos
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jajaja que buena memoria andres aun me acuerdo de la escuela de equitación, le falto hablar sobre rodolfo cardozo nuestro profesor de educacion fisica qepd
bueenos recuerdos
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jajaja que buena memoria andres aun me acuerdo de la escuela de equitación, le falto hablar sobre rodolfo cardozo nuestro profesor de educacion fisica qepd
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La zona en la cual quedaba el colegio se llamaba en su moemento La Uribe, el Barrio donde queda el Castillo esEl Codito, el cual delimita con Buenavista, llamados peyorativay genericamente por quienes no vivimos en alguno de estos pero si cerca como La Loma, San Cristobal queda unas pocas cuadras al sur. Si mal no recuerdo mi tijera y yo quedaba más al norte de un sitio muy recordado por quienes estudian(ron) en La Salle: El Mosco
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La zona en la cual quedaba el colegio se llamaba en su moemento La Uribe, el Barrio donde queda el Castillo esEl Codito, el cual delimita con Buenavista, llamados peyorativay genericamente por quienes no vivimos en alguno de estos pero si cerca como La Loma, San Cristobal queda unas pocas cuadras al sur. Si mal no recuerdo mi tijera y yo quedaba más al norte de un sitio muy recordado por quienes estudian(ron) en La Salle: El Mosco
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La zona en la cual quedaba el colegio se llamaba en su moemento La Uribe, el Barrio donde queda el Castillo esEl Codito, el cual delimita con Buenavista, llamados peyorativay genericamente por quienes no vivimos en alguno de estos pero si cerca como La Loma, San Cristobal queda unas pocas cuadras al sur. Si mal no recuerdo mi tijera y yo quedaba más al norte de un sitio muy recordado por quienes estudian(ron) en La Salle: El Mosco
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El Castillo todavia existe, y al parecer era una expedición propia de primaria, por que también la tuve al cursar segundo si mal no recuerdo, por alguna razón no nos permitieron el ingreso, así que en compañía de las monjitas que guiaban la excursión seguimos loma arriba hasta llegar a un sitio, en el cual tuve mi primera experiencia extrasensorial, la Cueva del Caballo, muy seguramente influenciado por las historias de algunos compañeros que ya conocian el sitio y según la cual un caballo blanco se aparecia allí para llevarse a los niños al infierno, pero en ese momento pudo más la presión de mis compañeros por entrar en dicho sitio, que el miedo a ir al Averno montado en corcel blanco.
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El Castillo todavia existe, y al parecer era una expedición propia de primaria, por que también la tuve al cursar segundo si mal no recuerdo, por alguna razón no nos permitieron el ingreso, así que en compañía de las monjitas que guiaban la excursión seguimos loma arriba hasta llegar a un sitio, en el cual tuve mi primera experiencia extrasensorial, la Cueva del Caballo, muy seguramente influenciado por las historias de algunos compañeros que ya conocian el sitio y según la cual un caballo blanco se aparecia allí para llevarse a los niños al infierno, pero en ese momento pudo más la presión de mis compañeros por entrar en dicho sitio, que el miedo a ir al Averno montado en corcel blanco.
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El Castillo todavia existe, y al parecer era una expedición propia de primaria, por que también la tuve al cursar segundo si mal no recuerdo, por alguna razón no nos permitieron el ingreso, así que en compañía de las monjitas que guiaban la excursión seguimos loma arriba hasta llegar a un sitio, en el cual tuve mi primera experiencia extrasensorial, la Cueva del Caballo, muy seguramente influenciado por las historias de algunos compañeros que ya conocian el sitio y según la cual un caballo blanco se aparecia allí para llevarse a los niños al infierno, pero en ese momento pudo más la presión de mis compañeros por entrar en dicho sitio, que el miedo a ir al Averno montado en corcel blanco.
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Bueno, pues soy una fiel lectora de este blog y es la primera vez que opino ya que la oportunidad lo amerita. Como periodista me quedaron dudas al respecto del final de la última historia: ¿qué ocurrió luego de que Andrés asumiera la culpa de su “fechoría”?, ¿lo expulsarían?, ¿cuál sería la venganza de la profesora, si es que la hubo? Me parece que da para un segundo capítulo. Un abrazo.
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Bueno, pues soy una fiel lectora de este blog y es la primera vez que opino ya que la oportunidad lo amerita. Como periodista me quedaron dudas al respecto del final de la última historia: ¿qué ocurrió luego de que Andrés asumiera la culpa de su “fechoría”?, ¿lo expulsarían?, ¿cuál sería la venganza de la profesora, si es que la hubo? Me parece que da para un segundo capítulo. Un abrazo.
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Bueno, pues soy una fiel lectora de este blog y es la primera vez que opino ya que la oportunidad lo amerita. Como periodista me quedaron dudas al respecto del final de la última historia: ¿qué ocurrió luego de que Andrés asumiera la culpa de su “fechoría”?, ¿lo expulsarían?, ¿cuál sería la venganza de la profesora, si es que la hubo? Me parece que da para un segundo capítulo. Un abrazo.
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que buenos cuentos. yo tambien estudiaba en la autopista y tambien hice cosas como esas!
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que buenos cuentos. yo tambien estudiaba en la autopista y tambien hice cosas como esas!
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que buenos cuentos. yo tambien estudiaba en la autopista y tambien hice cosas como esas!
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Recuerdo una que para mi siempre ha sido vergonzosa, absolutamente penosa y odiosa. La fila de los bufé (bufés, buffets, bufetes ¿?) organizados en cualquier centro de recepciones de la primera de mayo con ocasión del matrimonio de un familiar, bautizo, fiesta de quince, etc, donde llega todo tipo de gente, hasta primos que uno no conocía.. Cuadro miserable este: Plato en mano soportando una fila entre gente la mayoría desconocida …. por comida!, para llegar al final y que los que sirven le tiren a uno la comida en el plato como si no les pagaran por un mínimo de respeto y consideración con la indigna situación y luego desfilar por la mitad de un salón amplísimo buscando silla donde rumiar, en un acto que por las miserias que encierra es casi íntimo como es el de comer.
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Un pais donde todos los lunes es dia de fiesta, demuestra que la idea de trabajar no existe. Pararse 6 horas en cola es otra manera de no trabajar, usando la excusa de las colas. Esta mentalidad tiene a Colombia jodida. DEjen de perder el tiempo todos los lunes TRABAJEN
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El otro dia estaba con mi hermano en Gran Estacion buscando la oferta gastronomica del sitio, se me ocurrio ir a Crepes cuando veo una cola esperpentica que bien se podria comparar a las de las notarias el dia de la expedicion de los certificados de supervivencia… Habiendo tantos sitios donde comer y la gente hace esa cola??? Me suena a puro y fisico esnobismo… Y lo mas chistoso es que resultamos comiendo bandeja paisa a 30 metros del mismo sitio, en un lugar buenisimo y desocupado para ser un domingo por la tarde… Una tonteria es lo que hace esta gente que hace cola por un helado…
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3. Una fila de caja de supermercado compuesta por dos personas, una es la persona lenteja pagando con tarjeta y uno atras mirando y sometiendo la paciencia a los limites mas inexplicables…. con el dilema de cambiar de caja o mantenerse en la tortura.
4. La fila de la formacion del colegio…. recuerden su posicion… con quien se hablaba o mormuraba, como se comportaba segun el grado …. jajajaj… viejos tiempos
Saludos
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….
3. Una fila de caja de supermercado compuesta por dos personas, una es la persona lenteja pagando con tarjeta y uno atras mirando y sometiendo la paciencia a los limites mas inexplicables…. con el dilema de cambiar de caja o mantenerse en la tortura.
4. La fila de la formacion del colegio…. recuerden su posicion… con quien se hablaba o mormuraba, como se comportaba segun el grado …. jajajaj… viejos tiempos
Saludos
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Detesto profundamente la fila de Crepes… me ofende verla…. me irrita que sugieran hacerla… ni que uno estubiera en un pais comunista o que regalaran la comida y uno estubiera necesitado. Bueno ya me desahogue un pin.
1. La fila para comprar la targeta para la semana un lunes por la mañana en transmi. O peor… la fila para entrar por la noche jejejje.
2. La fila del buffet, personalmente prefiero ingresar a esa “cola” en los primeros lugares, asi evito que mi comida este sazonada por toda la gente de la fila que ha hablado sobre los platos (jejjeje… asquiento pero asi soy)
…..
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La que me parecio mas divertida fue la de crepes, esas filas si que son largas…. Falto mencionar para pagar en un hipermercado como Carrefour o Exito
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Muy buena apologia al “filismo” de nuestra sociedad. Diria que falto una clave, mas que cedula o pasaporte y es la del Pasado judicial… que si bien ahora es agil, es una fila que cuando uno se enfrenta a ella, no queda mas que tomar largo respiro y hacerse amigo de los dolientes de la cola
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continuacion:
5 Que es eso de andar suplicando por una foto con una celebridad????? son humanos como todos y no son ni mas ni menos,,. 6 para ir alos centros comerciales no lleve el carro, haga como los pobres asalariados de este pais !!! a pie!!!!,,,. 7 !!!!!teatro gratuito!!!!donde daran de eso que hasta el momento desafortunadamente no me he enterado, pero que mas quiere si es gratis, quiza una alfombra roja????,,,. 8 y respecto de los clasicos o partidos de futbol facil sea de ahora en adelante hincha del glorioso !!!!!!!REAL MADRID!!! y asista a los partidos allá don de no hacen fila.
y dejenos aqui en colombia que mas de uno si la queremos tal y como sea,.
mucahs gracias.
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le sugiero una solucion: vivir en el polo norte o depronto en el polo sur me imagino que alli no tendra que esperar o hacer filas de ningun tipo, como en este pobre pais subdesarrololado;:.. 1 a todos nos toca hacer filas bien sea para la quincena ( en bancos o cajeros) y le sugiero para no esperar ,no solo espere en uno, debe existir mas bancos o cajeros en los cuales pueda hacer la transaccion,,,. 2 si quiere un helado, consumalo en picos, crem heleado, u otra heladeria asi no esperara tanto. 3 no asista los martes a cine, bien puede ir los miercoles los lunes , jueves, viernes etc….,,. 4 los serv publicos los puede cancelar en unos aparaticos llamados datafonos que usted encuentra en la mayoria de supermercados y lo mejor es que tienen lector laser no es obligatorio digitar por aquello de la fatiga, ah!!!!! y no permanecen llenos,,.
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Y que tal la de habiendo 10 teléfonos públicos, la gente hace fila en los únicos 4 que hay ocupados, sin ni siquiera verificar el estado de los demás. Usted menciona la de entrar a cine, y que tal para salir? Es como si regalaran algo a los que primero salgan.
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JAJAJJA MUY BUENO!!! Con tanta oferta gastronomica en Bogota y todavia nos empellamos en hacer fila en crepes & waffles!
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faltaron las colas para sacar la cedula y el pasaporte. chistoso.
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