Este jueves asistí en Bogotá a un foro denominado ¿Cómo construir un mejor sistema de salud?, con la participación del actual ministro del ramo, que sorprendió al auditorio cuando dijo que con la reforma de salud o todos en la cama o todos en el suelo y el auditorio respondió casi al unísono, ¡todos en el suelo!, en contrasentido a la dirección del tema del foro, ¡cómo construir!
De entrada, eso de todos en el suelo, evoca los peores momentos del Seguro Social, a donde muchos entendidos advierten que nos va a llevar esta reforma y algunos insisten que puede ser aun peor y ahí si literal, en el suelo atendiendo pacientes en centros de atención prioritaria y hospitales estatales, manejados por el gobierno de turno, sin ningún organismo de control, en un sistema de contrapesos descuadernado, en donde estos están más tiempo con funcionarios escogidos por el mismo gobierno, que por uno independiente o contrario, que en este caso solo les queda hasta diciembre.
La intervención del ministro, que abrió el foro, fue llena de lugares comunes, sin entrar en detalles y hablando de muchas cosas que se deben arreglar, sin señalar de qué forma el proyecto de reforma arreglaría cada problema mencionado. Mientras, si habló de cosas que ya existen en la ley actual, confirmando que no se necesita una nueva ley. Por ejemplo, ya la salud es un derecho, lo menciona como si la nueva ley lo fuera a inventar. Habla que estuvo en contra de la ley 100, pero no menciona que el sistema de salud ha evolucionado 30 años y hoy tenemos uno mejor. No habló de las mejoras que ha tenido, porque evidentemente arrancar de cero uno nuevo, necesitaría ese tiempo para llegar a tener un sistema solido como el de hoy y eso que aún tiene fallas, claro está ¿cómo será un nuevo sistema empezando de cero y administrada su implementación por este gobierno?
Habla de la necesidad de llegar a lugares donde no se ha llegado, pero no menciona que para eso no se necesita una nueva ley, es más, con este proyecto se hace lo contrario. La ley actual no prohíbe hacer centros de prestación de salud nuevos en lugares apartados, es mucho más eficiente hacer nuevos adicionales a los existentes. ¿Que puede ser más absurdo que desechar los que ya hay? ¿Y así aplica eso de que todos en la cama o todos en el suelo? ¡si no hay para los mas alejados, que no haya para nadie!
Habló también de la necesidad de acabar con la corrupción, como si se fuera a acabar con este proyecto de ley, no mencionó cómo, ni tampoco cómo lo harían en un sistema dirigido por el gobierno central y regional. Mucho menos, cómo con cargos políticos, sería mucho menos corrupto ni que parte de la ley asegura eso a los colombianos. Claramente no está y no puede estar, porque si la corrupción se acabara por ley o decreto, ya se habría acabado hace marras. Pero sí aseguró que solo habrá prestadores de servicios mixtos y públicos, así todos los dineros serían manejados por políticos.
Además de la inquietante frase que esta reforma se necesita porque debemos estar “todos en la cama o todos en el suelo”, manifestó que supuestamente la ley arregla el sistema de salud para los de a pie, que seguramente no lo va a hacer, pero ¿dónde quedan los de bicicleta, moto y carro, o es quitándosela a ellos? Después de varias frases y actitudes populistas, mostró muy poca empatía con el público y con los colombianos, con un aire de importarle muy poco que pensemos, parecería que ya tienen asegurada su aprobación, sin importar que podamos pensar, decir o hacer.
Al final de su intervención, tenía casi todo el auditorio en su contra, incluso parte de la barra brava que llevó al auditorio, que se ubicó a la izquierda, lo aplaudió efusivamente al entrar y a partir que dijo que no estaba por ellos sino por el viceministro y dos o más en el auditorio y que la reforma era para quedar todos en el suelo, cada vez lo aplaudían menos.
En el foro hubo representantes de pacientes, médicos, farmacias, EPS, Clínicas y hospitales y todos hicieron comentarios contra la reforma, entonces ¿es producto de una actitud dictatorial? ¿Es el gobierno contra todos los colombianos? ¿Se les olvida que nos representan? Se hacen los que no se dan cuenta que 27 millones de colombianos habilitados no votaron por este gobierno y de los que votaron, los gremios representados ¡no quieren esa reforma! Asi como ya rechazan las reformas masivamente la Reserva de la Fuerza Publica y ahora lo critican los artistas.
Después de la preocupante apertura que sembró muchos más temores, se habló de tener un sistema fragmentado en que los exámenes se hacen en un plantel, el diagnóstico en otro, el tratamiento en otro, nadie dijo que se mejore eso en la ley, pero sí que se empeora, incluyendo mixtos y públicos, todos administrados por lo público. ¿quién queda con la responsabilidad? quien lo diagnosticó, el examen, el médico o la clínica que lo trató y todos dirigidos por políticos culpando a todos los anteriores, con diferentes cabezas, con presupuesto restringido, o acabado, como sucede en entidades del gobierno. Y además, como ya dije ¿quién le exige a un centro medico administrado por el gobierno?
Hablando de capacidades se mencionó que hay 12.000 hospitales privados y 1000 públicos, en los lugares más apartados son las peores; las capacidades existentes en muchos lugares es el principal problema hoy, como será entonces empezando de nuevo, desechando lo que existe en donde hoy se presta el servicio. Para cerrar las brechas entre lo rural y lo urbano, no se hace destruyendo lo urbano y hacer pocos centros rurales, es mantener y mejorar lo urbano y aumentar dramáticamente lo rural. Y para eso no se necesita nueva ley.
Se advirtió por un panelista que: la Reforma a la salud vuelve un sistema deficitario manejable a una catástrofe económica inmanejable.
De las principales alarmas que se prendieron en el foro es lo peligroso de la transición. Empezando por ¿transición a que? Si no se sabe a dónde se quiere ir, cualquier camino parece servir, pero se llega a cualquier parte y en salud cualquier parte no sirve. Se habló de no sobrestimar las capacidades, en especial de entidades territoriales, ni asignar funciones sin tener en cuenta capacidades actuales. Se insistió que no hay transición sin talento humano.
Como siempre de lo que menos se habló fue de los pacientes, pero si alcanzaron a llamar la atención sobre 8 millones de personas con enfermedades crónicas, que llevan historias clínicas y tratamientos consecutivos y seguimiento, no se muestra cómo se va a hacer esa peligrosísima transición. Hubo consenso que en transición hay muchas más incertidumbres que certezas.
Otro punto neurálgico de la infortunada y muy peligrosa reforma es la de La Adres, como la llama una exfuncionaria fundadora de la misma, quien advirtió que esta apenas termina la transición desde el Fosyga, tiene muchas deficiencias y no cumple a cabalidad hoy sus funciones, por lo que no hay forma que empiece a responder por toda la salud.
No existe sistema de salud perfecto en el mundo, cualquier gobierno puede llegar con la bandera de cambiar el sistema, pero no cualquier propuesta de cambio es buena y esta ¡definitivamente no lo es!
Es de anotar que los 746.000 puestos de trabajo que se perderían con la reforma laboral se pueden eventualmente recuperar, como pasó con la pandemia, al venir un gobierno bueno se podrían recuperar, si llega. Pero los muertos causados por la reforma a la salud no se pueden revivir. Desafortunadamente no hay un equivalente al Banco de la Republica en salud, por lo menos no independiente, que diga esta reforma puede producir por efectos de la transición y posterior falta de financiación, tantos muertos y si algún particular dijera que calcula en 1 o 2 millones de muertos, sería calificado de fatalista y que quiere desacreditar al gobierno, pero lo indiscutible es que quien fallezca no puede volver a ser contratado entre los vivos.
Pasando al optimismo, el hecho que este proyecto se caiga, debe ser recibido con madurez. No significa que las prestadoras de salud, hospitales, medicamentos, especialistas y sus contratantes, etc. lo estén haciendo perfecto y ganaron, NO, deben entender este proyecto como un campanazo de alerta sobre su imperfección, que hay mucho por corregir, y que lo pueden hacer sin una nueva ley, antes que llegue una ley que nos quite la salud.
En resumen, tenemos un extenso y pésimo proyecto de ley de salud, con una inexistente hoja de ruta de transición, además sin una meta clara que alcanzar. Incluso, en el supuesto que el proyecto fuera bueno, que evidentemente no lo es, no se ve en este gobierno ninguna capacidad de emprender un proyecto de esa dimensión, con base en sus ejecutorias de estos 9 meses, pero si además parte de un proyecto de ley pésimo, puede producir una catástrofe social que va a tomar años revertir sus efectos y muchos no estarán para contarlo.
Reflexión: La estulticia no tiene límites, mientras los hechos son tozudos!
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Señores ivanal956571 y luis806235, será tan «bueno» su sistema de salud (basado en el negocio) y tan reconocido en el hemisferio y en el mundo que las quejas de los ciudadanos (que son quienes sufren en carne propia el pésimo servicio), tan solo en 1 año ascienden a casi medio millón, sin contar a las personas que no creen que diligenciar un formato PQRS sirva para mejorar las cosas, y por eso no lo diligencian. Una cosa es la propaganda y otra la cruel realidad. El actual sistema de salud cobra anualmente más víctimas inocentes que el demencial conflicto armado que nos lacera desde hace más de medio siglo.
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El espíritu de la reforma es que las EPS no se sigan robando la plata destinada a garantizar el derecho a la salud, que los recursos no pasen por las garras de voraces intermediarios financieros, sino que lleguen directamente a los hospitales, clínicas, y centros de atención primaria. Y por supuesto, que haya una verdadera cobertura universal del derecho a la salud; que a uno lo atiendan NO por el estrato, sino por el mero hecho de ser una persona, un ser humano. ¿Por qué es tan difícil entender eso? A mí me parece fácil de entender. Los críticos de la reforma tiene intereses creados en el negocio actual, por eso no quieren que cambie.
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Cambios chimbos para el mejor sistema de la salud del hemisferio según la OMS .. son datos y hay que darlos
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!PETRO, AMIGO, EL PUEBLO ESTA CONTIGO! !EN VOS CONFIO!
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Cada vez que el gobierno progresista de Petro le encuentra mil soluciones a cada problema la oposición conservadora le encuentra mil problemas a cada solución. !Pero con Petro Colombia va pa’lante, a pesar de la oposición conservadora!
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No entiendo porqué una reforma a la salud que busca, en esencia, que los giros sean directos a quienes en realidad operan el sistema levanta tanta ampolla. ¿Será que el negocio está precisamente en esa intermediación? ¿Acaso en el evento de que pase la reforma automáticamente empeorarán los servicios en las diversas clínicas del país? ¿Qué tiene de malo que una intermediación cercana al 10%, lo cual es una millonada, desaparezca¿; ¿Qué tiene de malo que se acaben las autorizaciones que ralentizan tanto la atención? Las EPS están blindadas para que el recurso les entre, nadie lo audite, y no lo inviertan en salud: si el problema fue por un accidente de tránsito lo costea el SOAT; si es por un problema laboral, la ARL; si el paciente tiene recursos la medicina prepagada; y si no tiene recursos pero le dicen que la cita para su mamá la tendrá en tres meses paga particular…todas estas conductas favorecen a las EPS. Es decir este es un sistema que se favorece por la inoperancia. Mientras más malo más rentable. Creo que la única razón por la que el pueblo no respalda la ley es porque los medios, en general, y la clase pudiente (que tiene prepagada) no lo hace.
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Excelente reportaje mi Capitán. Es una alerta y los Colombianos no podemos dejarnos quitar de un buen sistema de salud, reconocido en el mundo y el cuál tenemos una obertura de más del 90%.
Luis Alberto Arias.
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