¿Podrá el Chapulín Colorado salvar a Iván Duque?

La cadena de televisión, Televisa, anunció ayer cuál es el programa que remplazará al desaparecido Chavo del 8. La decisión recayó en el más divertido de la televisión nacional: el programa del presidente Duque.

“Perdimos a Chespirito, y con él a cien millones de televidentes. Si el comediante fabuloso que es Duque no los recupera, ¿quién lo hará?”, preguntó el ejecutivo que dirige la operación Duque por Chavo, de esa cadena.

Emilio Azcárraga, de Televisa, no ahorró elogios. “Duque debe su buen humor a instituciones de enseñanza muy serias. Como la política colombiana, que lo graduó de chistoso, y como el uribismo, que le otorgó el título de comediante en jefe”, dijo Emilio.

Sin embargo, directivos de Televisa consideran que el programa aumentará su jocosidad con la unión del chespirismo con el uribismo. Por eso intentarán hacer cambios como estos:

1. El programa está mal de coscorrones. Tanto que al Chavo ya no le duele el que le propina don Ramón. Fíjense en Germán Vargas Lleras: es, con mucho, el mejor coscorronero de Colombia. Así que, Germán por don Ramón, y a reír a carcajadas.

2. Este cambio hará las delicias de toda Colombia. Porque esta vez la bofetada de doña Florinda dejará a Germán dando muchas vueltas más, y todas alrededor de la presidencia de la República. Como para reventar de la risa.

3. El modo como están defendiendo a Álvaro Uribe recuerda el modo como la Chimoltrufia encubre al Botija. Si se quiere que la televidencia ría a mandíbula batiente, cambien a la Chimoltrufia por Paloma Valencia.

4. El hombre de las señales con las manos sale del programa por cometer errores de ortografía. En su lugar, otro personaje hará otro trabajo. Si Duque suelta un chiste, y este personaje muestra a la vez un cartel que diga “Chiste y Risas”, los televidentes podrán, ahora sí, cumplir la obligación de reír del chiste. Solo hay una doctora capaz de llevar a cabo tan complicada labor: la ministra Alicia Arango.

Hasta aquí las propuestas de cambio.

Pero siempre hay un pero enorme. “¿El presidente Uribe aprobará la operación Duque por Chavo?”, se preguntan en la Casa de Nariño.

Televisa encuentra la solución. En la cadena saben que Uribe renunció a su derecho de reír el mismo día que nació. “¿Qué hacer entonces para que él permita reír, y también haga reír? ¿Y qué para que admita aquella operación?”, se preguntaron sus directivos.

“¡Le ofreceremos el papel perfecto para él: el del doctor Chapatín!”, exclamaron en Televisa.