Se puede matar al soñador, pero no al sueño.
Ralph Abernathy
Todo
hincha y no hincha del conjunto Embajador se acordará para siempre de la
tremenda remontada ante Gremio. Es que
fue estruendosa dentro de un contexto hostil y limitado, sin ritmo, sin
movilidad, sin nada. Los brasileños estaban de relax recibiendo ataques a uno
por hora, mientras el corazón en la tribuna palpitaba sin parar al ritmo de una
noche con éxtasis.
Esa,
precisamente esa energía de las gradas, se sumergió en el terreno de juego para
complementar con pundonor, garra y orgullo lo que no se podía con técnica. Hay maneras de llegar al objetivo, siempre
primando el cómo, como factor principal. Entendiendo que la victoria es una
consecuencia y no una causa, como sucedió anoche.
Pero
Millonarios está para soñar. Para volverse a inflar la camiseta de ilusión y
deseo. Para poner a vibrar a todos los colombianos que simpatizan con el color
azul después de mucho sufrimiento y espera.
Me
transporto al 2007 y recuerdo como aquella vez también dejamos en el camino, en
la misma instancia, a un equipo brasilero: El Sao Paulo, hoy en día vivo en la
Copa y máximo favorito después de, literal, arrollar a la Universidad de Chile.
¿Se
imaginan una final contra los paulistas? Ellos se deben relamer con esa posible
revancha, porque en esa ocasión se llevaron baile y sandunga del Nemesio…
Para
ello, primero deben superar a Tigre, así que calma, mi querido hincha efusivo.
Será
determinante que Wasonmanía y Cosme mantengan su relación con la red. Y es que
con ellos no sé si ver el vaso medio lleno o medio vacío, pues ambos están en
el top goleador de la Copa y entre los dos suman 19 goles tanto en el torneo
local como en el internacional. Aparentemente una buena cantidad, pero es que
su acumulado debería ser, por amplio margen, mucho mayor. Dilapidan aquí y allá
una cantidad importantísima de opciones, por lo que generan esa inseguridad.
Clasificados,
ahora inicia la otra etapa, la recta hacia la anhelada estrella 14. ¿Cuál
torneo elegir? Los dos, señores. Hay que pensar en grande, tener motivación y
determinación para llevar la idea a cabo. ¿O no les parece?
No
teman y tengan fe, que el sueño nunca muere, como dice Abernathy.
Los
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