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Carrot Creative CC BY

En estos últimos cuatro años hemos matado a Nelson Mandela, a Gabo y a Hugo Chávez, entre otros muchos. Lo hicimos en Twitter y, lo peor de todo, es que los matamos antes de que murieran. Pues la verdad, que quieren que les diga, no me parece elegante.

Y no se crean que los matamos una vez. A Gabo lo dimos por muerto como cuatro veces, y otras tantas a Mandela antes, incluso, de que se conociera su delicado estado de salud. También somos dados en la red social a cambiar nombres y matar a personas con el mismo apellido que el fallecido. No se si lo hacemos por desconocimiento, por ignorancia o, simplemente, lo consideramos “daños colaterales” Cuando supimos del trágico final de Robin Williams también, de paso, decidimos quitar de en medio al cantante británico Robbie Williams. Que yo no digo que no se parezcan los nombres, pero está claro que uno no cantaba y que el otro no está muerto.

Otros personajes públicos que han sufrido la misma suerte han sido Bill Cosby, Jackie Chan, Fidel Castro, Lady Gaga, Cerati o el cantante norteamericano Bon Jovi. Aunque éste sí le puso ironía a la noticia, y hace cosa de tres años, cuando lo matamos en TW, colgó en esta red una foto que decía: “El cielo se parece bastante a New Jersey”

jovi

Todo esto me recuerda a la canción “Un muerto vivo” del compositor colombiano Guillermo González Arenas, y que en España hizo muy famosa el mayor exponente de la rumba catalana: Peret. Quien, por cierto, murió ayer, y también hubo polémica en TW porque lo matamos, resucitamos y volvimos a matar en apenas tres horas.

Todo esto tiene un solo culpable: las prisas, la inmediatez. O eso esgrimen los asesinos que andan sueltos en la red del pajarito y disparan trinos sin evaluar los daños a las víctimas y familiares. La polémica se cierne sobre si la responsabilidad es del propio portal o de los tuiteros. Y yo lo tengo muy claro.

Si tenemos el dedo muy rápido, reutiteamos y damos crédito a todo lo que leemos entonces debemos atenernos a las consecuencias que nuestras acciones tengan. Y ya no les digo si el del dedo rápido es un periodista que no se toma el tiempo de confirmar fuentes. Pero sobre este tema concreto tengo mucha carreta y preparo un próximo post.

Internet es democracia, democracia en estado puro, lo más democrático que hemos vivido en toda nuestra historia. Pero muchos no están preparados para utilizarlo correctamente, por falta de educación y de concienciación. Así que no culpemos de embarrarla cada dos por tres. Porque no es Twitter quien mata a las personas sin cerciorarse de los hechos. Somos nosotros.

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