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¿A quién no le gusta forrarse de dólares? El nuevo negocio de la televisión es versionar historias de antes o ahora hechas en cualquier otro país  por diversas razones: un poderoso argumento, el éxito obtenido en su emisión original, el boca a boca…acá la cátedra de razones es extensa. Lo que envenena es que Colombia no sólo haga las versiones, ya de por sí difícilmente exportables, sino que seamos tan poco oportunos en realizarlas. ¿Dónde está ahora Traicionera, el hit argentino corregido moralmente por RCN TV? En un horario maldito. 
El pasado lunes el mismo canal lanza «¿Dónde está Elisa?» nuestra versión criolla del libreto chileno producido por el canal TVN que en su paso por la pantalla chica fue un fenómeno de audiencia por allá en el 2009. Lo tenía todo: una sólida intriga construida por Pablo Illanés, el contexto de la mediática desaparición de Madeleine McCain unido al boom de la saga Millenium de Stiegg Larsson, las actuaciones contenidas de Francisco Melo y Sigrid Alegría y el furor desatado en la prensa e internet consolidaron un producto merecedor de…una copia, un calco hecho por la casa Telemundo, que presentó su versión en el 2010

Con esta remozada versión, quedó clarísimo que los villanos eran la salsa de la historia. De Paola Volpato a Catherine Siachoque la diferencia fue de estilo, pues ambas se robaron muchas escenas, sin dejar atrás el papel de la madre de Elisa, interpretado en esta ocasión por la sempiterna Cara Sucia. Tuvo un moderado éxito en Estados Unidos pero le alcanzó para consolidar al talento creativo de Chile como fuente inagotable de ficciones para hacer y rehacer.
Colombia no ha tenido «pegue» con sus adaptaciones del país austral. El canal Caracol aprendió la lección con creces: Primera Dama es su tercer fracaso, tras producir Las Profesionales (Brujas) y Cómplices. Al parecer RCN TV no se fía de la experiencia e hizo la cola con su carrito de compras para adquirir los derechos. Vista Producciones (encabezada por Jaimito Sánchez Cristo) se encargó del pastel durante todo el año pasado y así llegó a nuestras pantallas 

Con tremendo antecedente apenas me explico para qué una tercera versión en tan poco tiempo. No es un argumento válido dado que ahora podemos encontrarnos con dos y tres versiones simultáneas de una misma historia en un mismo país (Café tuvo en México dos remakes ¡DOS!) Pero resulta insufrible para un televidente promedio, que ya cuenta con acceso a redes sociales e internet, aguantarse la misma historia con diferente acento. Todos los comentarios a videos o promociones de esta serie hechas por los internautas te cuentan los detalles de la historia. Si por sí sola no despierta suspenso…¡mucho menos va a lograrlo con la ayuda de los trolls! 
De lo rescatable de esta versión es su grabación en alta definición. De ahí paso a enumerar los defectos, y puedo resumir varios en uno solo: casting. Cristina Umaña podría ser madre adolescente, pero aún con su excelente recorrido actoral no me paso su caracterización de ricachona mártir. Juan Pablo Gamboa tiene pacto con el diablo: en el canal Telenovelas pasan Esmeralda ¡y se ve igualito! ¡Hasta en el modo de actuar! Nuestra Elisa (Laura Perico) apenas dijo mu, pero si ella es quinceañera yo trabajo en la Casa Blanca. Además cero empatía emocional. La vimos salir, desfilar, bailar y desaparecer. En fin, parece que había más prisa por adelantarse a las otras versiones que por esmerarse en crear un producto de lujo.
Si bien todo pasa rápidamente, la investigación a lo CSI me da algo de grima por la serie gringa. Jorge Enrique Abello es Armando Mendoza en su séptima reencarnación. Cuando quiere, te sorprende con sus interpretaciones pero en esta ocasión su actitud sobrada como detective amerita que uno le desee lo peor, como evidentemente va a pasar (ALERTA SPOILER) 
No quiero enredarme en más discusiones por esta apresurada decisión del canal de vendernos a Elisa como el misterio a resolver, cuando ya sabemos qué ocurrirá así la subtitulen como versión libre. Con solo verla ayer bastó y sobró. Si Gaitán quería darle por la cabeza al descalabro de El Laberinto, serie de la competencia, es muy posible que la piedra le llegue a los pies (una pelea de enanos, con el respeto que me merecen las personas bajitas)
Para atizar un poco más el fuego, recuerdo acá a las acuciosas redactoras del portal TodoTelenovelas  que sostienen el increíble parecido del argumento de Illanes al de la serie española Desaparecida, emitida por RTVE en el 2007. Si no fue una inspiración, ya sabemos por dónde va el agua al molino. Sencillo: ¡Me quedo con Twin Peaks!

¿Qué opina de esta nueva serie o telenovela colombiana? ¿Le interesa ver más adaptaciones de libretos extranjeros con semejante recorrido?
Sígame en Twitter @juanchoparada

juanchopara@gmail.com

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