¿Se acuerdan de nuestro conteo? Pues les traigo la segunda parte para que lo compartan y me cuenten si dejé algún otro final por fuera
Para recordar de qué hablamos vea acá la parte 1 del especial
5. Café con aroma de mujer (1994, RCN, Colombia)
Al contrario de casi todo el mundo no es de mis producciones favoritas. Sin embargo, dada su popularidad, hay que hacer justicia y decir que en su momento no solo apostó por innovar el esquemático amor imposible entre una mujer pobre y un hombre adinerado. Su final es de los pocos que ha recurrido al flashforward (contar el futuro) para ir más allá de la unión final de los protagonistas, tomándose su tiempo en mostrar el destino de cada personaje. Una marca de estilo.
4. Rubí (Televisa, México. 2004)
Elijan la versión que quieran o historias similares (tipo Malparida) Yo me atengo a la propuesta original de Yolanda Vargas Dulché en su historieta, pero no me negarán que el atractivo de esta historia es algo que aterra a los más puritanos: que la villana sea protagonista y además..¡se salga con la suya! De antología.
3) El extraño retorno de Diana Salazar (Televisa, México. 1988)
Si los han desconcertado los finales anteriores este no será la excepción. Una rara producción de Televisa que, junto con El Maleficio (1983), incursionaron en temáticas esotéricas que retaron las creencias de los espectadores. Tome una bruja y a Satanás; luego descubra hasta dónde llega la lucha entre el bien y el mal. En este caso la Méndez se despierta de un mal sueño (suficiente con haber aparecido en el capítulo final) lo que dejó perplejos a sus seguidores. Esta novela no se vio en Colombia.
2) Luzbel está de visita (2001, Colombia. RTI-Telemundo)
De las mejores y poco valoradas producciones originales de Julio Jiménez. Una trama densa que personalmente me cautivó desde el primer momento. Su atmósfera inquietante y los cambios de tercio de los personajes no podían sino llevarnos a uno de los desenlaces más sorprendentes que he disfrutado. Para los que no la han visto no se los arruinaré pero definitivamente Luzbel (o Adrián, como se conoció en el exterior) sí cumple a cabalidad la premisa de «no todo es lo que parece».
1) Cuna de lobos (1986, Televisa. México)
Desde la revista People en español en adelante han catalogado a este final como uno de los más recordados de todos los tiempos. No es para menos. Catalina Creel, la villana por excelencia, se roba el protagonismo desde que aparece en escena para regalarnos un ícono de maldad y soberbia únicos. Su final es fiel a las convicciones del personaje y aún así parece amedrentarnos más allá de su suicidio. El video es de un programa de entrevistas con Verónica Castro, donde se revelan intimidades de esta producción. Acá tienen un enlace al final emitido. Más escalofriante ¿para dónde?
Así hablen de la fidelidad del melodrama al «happy ending» prefiero las historias que se salen de lo común y nos dan tres vueltas. ¿O ustedes qué opinan?
Espero sus comentarios al correo juanchopara@gmail.com
Sígame en Twitter @juanchoparada
Comentarios