No pensaba dedicarle una sílaba a lo nuevo de Netflix, pero la circunstancia lo amerita. La fuga del archiconocido delincuente mexicano ‘Chapo’ Guzmán, elevado a la categoría de héroe y que causa sonrojo en los ingenieros del mundo por su elaborada fuga a través de un túnel, le dará largo aliento a los mitos, leyendas y pocas verdades que se tejen sobre los narcotraficantes de México y Colombia. En un día el trailer de esta serie ya rebasó las dos millones de visitas, principalmente por el paroxismo desatado por los medios de comunicación y una ingeniosa visión de mercadeo del canal de streaming.

No estoy convencido del punto argumental de la serie ¿Será que El Patrón del Mal, la producción de Caracol TV, les pareció poco menos que una parodia de Sábados Felices? ¿Qué nos van a contar de nuevo de Pablo Escobar y su entorno? ¿Quién le hizo una mejor peluca al actor de turno que lo representa? ¿Qué esmaltes de uñas usaban sus mujeres?

Digo, esto ya parece la fábrica de procedimentales al mejor estilo de los de investigadores, médicos o superhéroes que inundan las pantallas de Estados Unidos. Las narcoseries se reproducen o mimetizan hasta en las más desabridas telenovelas lo cual no es para nada halagador. Aunque se vea cara y -de pronto- haya dejado trabajito en las locaciones colombianas donde se grabaron algunas de sus escenas, Narcos va a tener que esforzarse para demostrar cuál es su aporte a un tema del que yo, personalmente, estoy cansado. Aunque me queje, lo inevitable es que mientras otros sociópatas con plata les hagan pistola a los gobiernos con «cinematográficos escapes», serán la fuente de historias «basadas en la vida real» quien sabe hasta cuándo.

Esta astilla me la quería sacar para hablarles de un evento que se hace en México desde ya hace varios años y al que hay que prestarle atención por cuanto está en la jugada en cuanto a contenidos digitales de ficción y documental. Les hablo del Baja Web Fest 2015que inicia justamente este 16 de julio.

Son cuatro días de relajo y aprendizaje, con speakers del tema, productores audiovisuales, ‘youtubers’ (a los que prefiero llamar videobloggers) y eventos de diversa índole. En resumen, todo es entretenimiento digital.

Como ya me escapé de la televisión tradicional, me volví un aficionado en buscar producciones hechas para internet y las webseries me parecen fenomenales por cuanto generan más identificación, las historias son más frescas en algunos casos y ni qué decir de la calidad.

Pues en este evento se premian las mejores series para internet hechas en el mundo, y su selección oficial incluyó una colombiana: Vida Pública Show, que además es animada. Si no la conocían acá les dejo el trailer y el enlace al canal de Trineo.TV

Otras de las webseries que están en competencia

1. El Beso del Alacrán (México)

2. Aula de Castigo (España)

3. Me Revienta (Argentina)

4. España se escribe con B (España) Muy interesante y arriesgado su planteamiento de buscar casos de corrupción en diversas ciudades.

Con el contenido que se recoge en estos eventos bien podría armarse un canal completo 24 horas de webseries. Muy bien por esta clase de propuestas. Veremos quién gana.

Gracias a todos los que opinaron en el post pasado y me «madrearon» también. La televisión colombiana no es solo RCN y Caracol, pero las opciones públicas (locales, comunitarias o nacionales) poco me enganchan y desafortunadamente así pasa con la generación que a duras penas conoció Audiovisuales.  Ya he planteado este debate antes: ¿cómo logramos que la más gente vea la televisión pública nacional? Hay avances y esfuerzos, pero la fórmula no termina de cuajar. Y no se invierte para perder.

@juanchoparada

juanchopara@gmail.com