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Todavía es bastante incomprendido el concepto de “Economía Naranja”, una de las banderas de campaña del hoy presidente Iván Duque y que ya, en el ejercicio de su mandato, ha buscado cristalizar de alguna manera para convertirlo en su legado, del cual se espera su respectivo balance dentro de poco.
¿De qué se trata en sí? El gobierno lo define como “un modelo de desarrollo en el que la diversidad cultural y la creatividad son pilares de transformación social y económica del país, desde las regiones”. Tiene como objetivo “Propiciar las condiciones para generar empleo digno en el sector cultural, apoyar la materialización de nuevas ideas creativas y productos innovadores, fortalecer los saberes ancestrales, las prácticas del patrimonio cultural y la transmisión de conocimientos tradicionales”, como reza en su portal informativo.
ADN Plaza San Fermín Foto Juancho Parada
La Economía Naranja comprende tres pilares que reúnen las diversas manifestaciones: Artes y Patrimonio (artes escénicas, artes visuales, turismo y patrimonio cultural, educación, gastronomía y artesanías). Industrias Creativas, Nuevos Medios y Software de Contenidos (Medios Digitales, Diseño y Publicidad) Finalmente, las Industrias Culturales que comprenden el ámbito editorial, fonográfico y audiovisual.
En entrevista al diario La República, la ministra de cultura Angélica Mayolo señaló que en los últimos dos años “el país ha movilizado 22 billones de pesos” como aporte del sector de industria creativas y culturales, tanto de origen público como privado.
En dicha entrevista destacó la Ley Reactivarte, que permitió la entrega de incentivos económicos a más de 18.000 artistas, así como la inversión de 40.000 millones de pesos en diversas convocatorias que beneficiaron a 60.000 personas y las ayudas tributarias a las empresas que se enmarcan en esta economía. Todo como parte del balance de la gestión para aliviar al sector por los estragos ocasionados por la pandemia.
¿Realmente fue lo que todos esperaban? ¿La Economía Naranja se constituye en un programa de gobierno que merece la pena continuar por sus beneficios?
Por esa razón decidí emprender un primer recorrido por el estado de la cultura al final del gobierno actual, con el fin de descubrir en sus acciones un principio de transformación para la industria cultural y creativa colombiana, particularmente una de las más afectadas durante el primer año de la pandemia del COVID-19.
¿Qué son las ADN?
Las Áreas de Economía Naranja (ADN) las definió el gobierno nacional a través de la plataforma Economía Naranja como “espacios geográficos que se delimitan y reconocen mediante decisiones administrativas de la entidad territorial o instrumentos de ordenamiento territorial. Su propósito es integrar a artistas, creadores, emprendedores, infraestructuras y equipamientos culturales, con el propósito de consolidar los procesos de creación, producción, circulación, distribución y acceso a las manifestaciones, bienes y servicios culturales y creativos”.
El marco jurídico de estas áreas lo provee el artículo 179 de la Ley 1955 de 2019 (Plan Nacional de Desarrollo) y en su Decreto reglamentario 697 del 2 de mayo de 2020.
Según el portal de Economía Naranja se ha impulsado la creación de 85 espacios de esta naturaleza en 45 municipios del país desde hace casi dos años. Cundinamarca (26), Antioquia (10), Meta (8) y Norte de Santander (8) son los departamentos con el mayor número de ellos.
Como curiosidad, en la primera caracterización hecha de las actividades delimitadas para la conformación de los ADN en los territorios se señala que predominan las de creación musical y otros espectáculos en vivo, seguido de la enseñanza cultural y la creación audiovisual.
En Bogotá se consolidó el ADN Bronx Distrito Creativo, ubicado en las localidades de Mártires y La Candelaria, muy cerca de la Plaza de Bolívar. Se compone de tres espacios denominados La Facultad, La Milla y La Flauta y su estructuración empezó a tomar forma desde la administración de Enrique Peñalosa en el año 2017. En la actualidad ya se incorpora como parta de la red de ADN del país. Su relevancia es significativa puesto que se edifica sobre una zona anteriormente golpeada por la pobreza y la comisión de toda clase de delitos.
¿Cómo se financiarán estas áreas? La ministra Mayolo aseguró a La República que “para garantizar financiación hay líneas de crédito de Findeter con tasas favorables para los municipios, y el otro instrumento es hacer obras por impuestos en las áreas de desarrollo naranja”.
La Plaza Cultural San Fermín de Pamplona
ADN Plaza San Fermín Foto Juancho Parada
La pasión por los toros de lidia, los trajes de luces y los gritos de “Olé” se han ido apagado en el territorio nacional, muy a pesar del impacto que generaba la industria taurina en la vida económica de los habitantes. Hace diez años, como informó en su momento el diario Portafolio, se le consideraba uno de los motores de empleo en Colombia al generar 1.200 empleos directos y 15.000 indirectos por temporada.
La crisis causada por la pandemia del COVID-19 le dio una estocada fulminante a esta tradición, instaurada por los españoles en el continente americano desde la época de la Conquista, dado que además de sortear los cierres impuestos por la circulación del virus cobraron mayor fuerza los debates de proyectos de acuerdos como el 013 de 2020, que contemplaba la disposición de medidas para desincentivar la actividad taurina del país, o el Acuerdo 767 de 2020 con una finalidad similar, factor determinante para suspender la temporada 2022 en Bogotá.
Además del rumbo que deben tomar familias, empresarios y regiones para adaptarse a los nuevos tiempos donde los derechos de los animales cobran una importancia capital, ¿qué destino correrán aquellos escenarios destinados para el considerado insano disfrute de la muerte? Una respuesta previsible es el abandono. La otra, renacer como espacios para exaltar la cultura y el talento creativo.
La Pamplona colombiana no solo heredó el nombre de su homónima española. Su plaza de toros, creada hacia 1950, quiso ser un émulo de esa tradición llamándose de idéntica manera. Funcionaba también como pesa, en cuyos establos se comercializaba ganado.
Su cartel de temporada convocaba masas en las fiestas de independencia del 4 de julio, atiborrando sus palcos con fanáticos de la tauromaquia embebidos en manzanilla y aguardiente. Era casi una actividad obligada en medio de reinados, conciertos y fiestas que duraban hasta el amanecer.
La algarabía empezó a pasar factura al recinto comenzando por el mantenimiento de la infraestructura. Según documentó el diario regional La Opinión en el año 2018, la última remodelación se realizó en el año 1989. De allí en adelante los arreglos fueron más bien cosméticos. Con la pérdida de su calidad de plaza en el año 2004, las intervenciones a sus locaciones cesaron y el recinto salió del radar de las administraciones siguientes para resignarse a languidecer entre el óxido y los matorrales.
Aunque se registraron intenciones de salvar la plaza en la accidentada administración del periodo 2016-2019, bajo la gestión del actual burgomaestre Humberto Pisciotti Quintero, se sentaron las bases para iniciar su proceso de transformación en el marco de este programa presidencial.
Inauguración ADN Foto Cortesía Prensa Instituto de Cultura y Turismo de Pamplona
El ADN “Plaza Cultural San Fermín de Pamplona” se delimitó mediante decreto No 0063 del 14 de mayo del 2021 expedido por la Alcaldía del municipio. Comprende un área de 12.706 metros cuadrados y en su entorno convive con la Biblioteca Pública Eduardo Cote Lamus Jorge Gaitán Durán (reconocidos escritores nortesantandereanos) y tres escenarios deportivos.
El pasado 26 de enero del 2022 en un acto público celebrado en las inmediaciones de la plaza, se dio apertura al ADN ante la presencia de Adriana Padilla Leal, viceministra de Creatividad y Economía Naranja, autoridades departamentales y locales.
“En su primera etapa esperamos dar apertura a mercados culturales los domingos. También organizaremos conciertos, presentación de artistas, muralismo, entre otras actividades. Por otro lado, esperamos continuar con la reactivación económica del sector cultural con el apoyo de empresarios locales” expresa Margarita Leonor Camacho Araque, Secretaria de Cultura de la administración.
Para garantizar la sostenibilidad de los espacios y el propio ADN se busca implementar una política donde coexistan los eventos gratuitos con eventos pagados, contando además con el apoyo de la empresa privada.
Otro municipio que pretende adaptar una antigua plaza de toros para convertirla en un escenario cultural es Guatavita. En su propuesta “ADN Guatavita, el Origen de la Leyenda”, apuesta a la estructuración de proyectos sombrilla enfocados inicialmente a rescatar su arquitectura colonial característica. En las iniciativas mencionadas se encuentra priorizada la recuperación de dicha edificación.
Para el caso de la Plaza Cultural San Fermín también se contempla la aprobación de un proyecto tipo presentado ante el Ministerio de Cultura, orientado a adelantar las mejoras necesarias en las instalaciones del lugar.
¿Qué opinan los artistas?
“Me parece increíble, lo uno la protección a los animales, el cambio tan hermoso a algo de cultura, y más apoyando las artes y los oficios de Pamplona. Espero que se forme la escuela de artes y oficios”
Nuria Arciniegas Cáceres, artesana El Rincón de la Abuela
“Va a ser algo que ayudará mucho a la cultura, es muy bello que esta clase de procesos se estén dando en nuestra ciudad. Hay mucho jóvenes y niños que se interesan por la cultura, pero muchas veces no están los espacios o la disponibilidad. Es muy chévere ver que se están dando este tipo de oportunidades para fomentar el desarrollo cultural”.
Santiago Álvarez, actor Colectivo de teatro Ataraxia
Más información en www.economianaranja.gov.co
@juanchoparada
