El infierno está lleno de todas esas hembras que esperan que mes a mes les celebren el noviazgo. De todas esas mujeres amantes de las bombas, los pétalos de rosas, las esquelas, las fotos guisas en moteles y/o restaurantes junto a su pareja, tomadas por unos dependientes/meseros que odian su trabajo pero que con eso se pagan la universidad. El infierno está lleno de esos seres humanos que aman los foto-estudios con sus cónyuges y/o familiares. La única vez que mi mamá me obligó hacer esa cochinada, no pude volverla a mirar con los mismos ojos. Algo murió en mí… El infierno está lleno de esa gente que más se demora en salir la prueba de embarazo positiva que ella en publicar fotos agarrándose la barriga o de la ecografía de ese nuevo estorbo en la tierra. El infierno está lleno de esos babosos que cada vez que terminan una reunión en Skype con un posible cliente, un encuentro con un aliado en un Juan Valdez, una charla en algún sitio de la ciudad con alguien que tenga una S.A.S., lo publican en todas sus redes sociales para hacerle creer a los demás, y a ellos mismos, que están triunfando.
El infierno está lleno de esa gente que pone numerales y temáticas en sus perfiles digitales sin siquiera haber terminado una universidad. Díganme arcaico, tradicional, que Steve Jobs nunca terminó una carrera, pero ustedes no son ese cabrón y el marica ese sí estudió varios cursos y se las vino a dar de tramador con justificación. El infierno está lleno de esa gente que cree que porque te contrata para un trabajo te puede joder la vida a cualquier hora de la semana. De esos jefes que no le pagan a tiempo a sus empleados. De esos que un día tuvieron miles de seguidores y ahora se creen divas del pop. De todos esos mequetrefes a los que les das la mano y terminan casi que comiéndose tu brazo. De todas esas pendejas que piden igualdad de derechos pero no ponen ni un peso para la cuenta. De esos sapos que hacen parte de una religión que promulga el amor entre los unos a los otros pero no tolera a los homosexuales, y sus representantes son los máximos violadores de niños y niñas en la tierra. El infierno está lleno de esos gays que piden respeto pero son los primeros que se burlan de la gente con sobrepeso, poco agraciada, sin mucho dinero, de tez oscura, que no combina su ropa bajo los parámetros actuales de la moda. De esos hipócritas que les vale verga los habitantes de la calle pero lo están jodiendo a uno por WhatsApp para que adopte un hijueputa perro sarnoso que encontraron en la esquina y que ellos no pueden tener en la casa. El infierno está lleno de toda esa gente como vos y yo…