Hombre con la piel de ocre,
hojarasca tensa que te colorea todo
hombre que me enraizó los ojos
reventó sus venas
y los dejó blancos.
el suelo de tu tierra encanta
quiero hendir mis dedos
en lo más profundo de tu tierra negra
con mis fibras hechas hilos
al ver que la intranquilidad me alcanza.
qué mas decir cuando al alma amedrenta
y al corazón espanta
tan nítida imagen que mis iris palpan
de tenerte espejo como al agua clara
sin decirlo todo pues los ojos hablan
mi vaho lerdo que el espejo empaña
solo deja caer aquellas gotas largas
que si bien tocan reflejos
nunca tañerán tu cara
tu tersura ocre,
tu tierra de hojarasca
Y antes de dormir, me encuentro con estas palabras, que enriquecen mi pensamiento y llenan de felicidad mi alma.
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Muchas gracias por leer, Astrid 🙂
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