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Fotografía tomada de Pixabay

Estamos en época de campañas electorales y es normal escuchar expresiones de indignación de los ciudadanos. Algunos dicen “hay que votar por el verdadero cambio” ”ya no queremos que nos gobiernen los mismos” ”todos son iguales, solo se acuerdan de nosotros en época electoral”, y otros simplemente prefieren no hablar del tema, manifiestan su profunda indiferencia con la conocida frase: “no me importa, porque gane el que gane, tendremos que seguir trabajando, además ninguno cumple lo que promete y todos roban”

No dudo que algunos ciudadanos tienen evidencias de lo que dicen, y otros tienen experiencias muy dolorosas provocadas por las falsas promesas, los actos de corrupción, las propuestas inescrupulosas y las mentiras que algún politiquero de turno les dijo.

Entiendo que hay frustración y rabia, y que mostrarse apático frente a las elecciones es como un escudo de protección para no ser herido de nuevo; sin embargo, en Colombia siguen vigentes las elecciones por voto popular para escoger congresistas, gobernadores, presidente, alcaldes, concejales y demás. Es un hecho, y no va a cambiar por más indiferentes que seamos frente al asunto. Si nos empeñamos en vivir así, vamos a ayudar a fortalecer el fraude y las mafias electorales, y serán los que compran y venden votos los que gobiernen el país.

Por eso, lo animo a cambiar de actitud y a tener en cuenta los siguientes aspectos que le ayudarán a escoger una mejor opción antes de ir a las urnas en cualquier elección local, departamental o nacional.

 

El buen carácter es indispensable

Fíjese si la persona que piensa elegir tiene antecedentes de robo, fraude, corrupción o mentira; ya sea en el ejercicio de un cargo público o cuando fue estudiante, trabajador o empresario, porque el que es capaz de robar la señal del WiFi al vecino, o de mentirle a sus jefes, tiene el potencial para robar cientos de millones de pesos en un contrato estatal diciendo una “mentira piadosa”.

Revise la hoja de vida de su candidato, analice si es una persona honesta, que cumple su palabra, que no ha estado involucrada en actos de inmoralidad sexual, que no practica ni promueve la prostitución, que ha sido capaz de permanecer fiel a su primer y único pacto matrimonial y que por ser buen administrador de su propio hogar está capacitado para administrar justicia en una escala mayor, en un municipio, departamento o nación. Aquellos que no han sido capaces de hacer historia en su propia familia, cumpliendo el primero de los pactos que es hacia el cónyuge, seguramente serán incapaces de permanecer fieles ante un pacto de envergadura nacional frente a millones de colombianos.

Analice cuál es el comportamiento de su candidato tanto en público como en privado, identifique si es orgulloso y violento, si ha sido capaz de tomar las armas ilegalmente para hacerle daño a los inocentes y luego tergiversar la historia o las palabras para indultarse a sí mismo. Dese cuenta si el candidato respeta a los que piensan diferente, si debate con argumentos y evidencias, o más bien insulta, desprestigia y censura al que no piensa como él, le anticipo que si actúa de esa forma en campaña así será también en su gobierno. Identifique si la estrategia del candidato es generar un enemigo en común para culparlo de absolutamente todo, desviando la atención de sus propios errores y fallas de carácter, manipulando a los ciudadanos por medio de consignas de resentimiento y reprochando el fraude y la corrupción si lo hacen otros, pero si es cometido por él mismo es justificado, aprobado y bien visto.    

Una persona que tiene malos hábitos, que es irreverente y soberbia, que es dada a ganancias deshonestas, que se deja sobornar, que es injusta y además le gusta acumular poder, placer y dinero sin importar por encima de quién tenga que pasar, es el candidato perfecto para ser rápidamente procesado por delitos políticos y para defraudar a sus electores.  ¡Por favor no vote por personas de este tipo! 

(…)Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. (…). Éxodo 18:21

Préstele atención a las ideas y propuestas

Es importante saber, como dice el escritor Richard Weaver, que las ideas tienen consecuencias. Es por eso que la forma de pensar de un candidato y sus más profundas convicciones no están desconectadas de su forma de gobernar, y si bien es cierto que no se puede conocer en detalle cada pensamiento, por lo menos le invito a que estudie que piensa su candidato sobre asuntos trascendentales como la vida, las libertades individuales, la propiedad privada, el libre mercado y la justicia, pues de la manera en que sean abordados estos temas conducirá a nuestro país al desarrollo o al fracaso.

Gobernantes que aceptan y promueven el asesinato de niños en el vientre de la madre, o de adultos enfermos y discapacitados, buscando que las conductas delictivas del aborto y la eutanasia sean vistas como “derechos”; pasando por encima de la Constitución Política, del principio de la supremacía de la ley, de los argumentos cientificos, de la razón y el sentido común, son una amenaza para el futuro de la nación. 

Candidatos que proponen el aumento progresivo de impuestos, que prometen un sin fin de subsidios y dádivas, que pretenden hacer del Estado el “salvador” que sabe cómo resolver problemas de toda índole, o el “proveedor” de todas las cosas, a medida que restringe las libertades y esclaviza a los ciudadanos por medio del paternalismo o mal llamado “estado de bienestar”. 

Aquellos que piensan que la única manera en que los colombianos pueden prosperar es redistribuyendo las riquezas para que todos tengan exactamente lo mismo, o estatizando las empresas e instituciones para que “todo sea de todos”, lo único que lograrán en sus mandatos, como la historia nos ha demostrado con países vecinos, es que todos queden igualmente pobres, que la escasez sea generalizada mientras la inflación aumenta, la corrupción se extiende y el control estatal abarca hasta las mínimas áreas de la vida. Como Venezuela que aumentó la pobreza extrema pasando de 9% en 2010 a 76,6% en 2021, todo gracias al socialismo del siglo XXI; o Cuba que está en el puesto 64 entre 180 países en el índice de percepción de la corrupción que mide Transparencia Internacional.

 (…)Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra;

Mas cuando domina el impío, el pueblo gime(…). Proverbios 29:2

 

Preparados, sabios e idóneos

Que un candidato tenga buena retórica y sea carismático no es suficiente para gobernar una comunidad, por eso usted debe analizar si la persona a la que va a delegar autoridad a través de su voto será capaz de representarlo bien en el gobierno civil. Si es una persona que no tiene como deporte la improvisación, la imprudencia y la necedad tratando siempre de complacer a las masas, sino al contrario, que esté preparado en conocimiento, que tenga sensatez y ecuanimidad para someterse a la ley y defenderla, para proteger la soberanía de la nación y los derechos inalienables de los ciudadanos, la vida, la libertad y la propiedad privada, otorgados por el Creador y que deben ser protegidos por el Estado. 

Los conocimientos técnicos y filosóficos sobre la estructura y el propósito del gobierno civil son importantes para un buen ejercicio de gobierno, pero la sabiduría es fundamental para la ejecución, pues una persona que no pone en práctica su conocimiento, que no se somete a la verdad, que quiere ir en contra del uso natural de las cosas, de la ley moral y de la lógica, sencillamente es necia. 

Las buenas intenciones no son suficientes, hay que evaluar si las propuestas y pretensiones del candidato serán viables en la práctica, no solo en el discurso; si las promesas que hace con tanta emotividad son plausibles en nuestro país o si es solo populismo para no ser políticamente incorrecto. Hay que pensar con cabeza fría en las implicaciones y consecuencias que va a dejar la puesta en marcah de sus propuestas en el corto y largo plazo, pues si bien es cierto que votamos para elegir gobernantes por cuatro años, los aciertos o fracasos que ellos tengan en su periodo van a repercutir en las generaciones siguientes; y si no me cree, preguntele a cualquier profesional venezolano que se encuentre pidiendo dinero en los semáforos de su ciudad, o recorriendo las calles de Colombia, cómo las decisiones políticas que se tomaron en su nación hace 24 años les han dejado consecuencias hasta el día de hoy.

Gobernantes sabios y justos deben estar rodeados de asesores prudentes, expertos, íntegros e idóneos que serán capaces de advertirle a su jefe para que no se aparte de lo moral, de lo justo, de lo verdadero y para que no le hagan daño a la nación.

(…) Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes(…).  Deuteronomio 1:13

Usted y yo como ciudadanos tenemos una gran responsabilidad en estas elecciones, dejemos de culpar a otros, erradiquemos la indiferencia, hagamos el esfuerzo de investigar a nuestros candidatos y de ser buenos veedores de su labor. Mantengámonos íntegros, sin vender el voto, porque con él vendemos también la conciencia, la libertad y el país.  

Magda González

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