Jordan Belfort es el lobo de Wall Street en el que se inspiró nada más y nada menos que Martin Scorsese para la película con este mismo apodo, en el que se muestra con gran entusiasmo la forma en que obtuvo una fortuna y se dejó caer en una vida llena de vicios, excesos y falta de moral.
De lo que quiero hablarles no es de la película, sino del falso estereotipo que representa hoy en día este personaje y hablo de esas publicidades en las que ponen la imagen de Leonardo Dicaprio encarnando a este personaje como un ejemplo de lo que puedes lograr siendo emprendedor, empresario o inversionista, como muestra de éxito y de ejemplo a seguir. Pero lo que hizo con su vida se aleja mucho de ser un buen modelo para la sociedad y mucho más para la colombiana tan acostumbrada a dejarse seducir por el dinero fácil.
Y vamos, de inversionista no tiene nada Belfort. Se dedicó a vender acciones de bajo costo con mentiras y estafas, cargos que lo llevaron a estar 22 meses en la cárcel, ¡sí! Solo 22 meses por colaborar con el FBI, ¿a que se les parece? Sí, parece juzgado en Colombia ya que inicialmente afrontó cargos por lavado de dinero, fraude de valores y manipulación del mercado de valores.
Realmente no invirtió en la bolsa, al principio fue un comisionista de bolsa con la empresa que logró arrancar su carrera, pero esto no fue suficiente para Belfort. Su habilidad innata con las ventas y su codicia lo llevaron a cometer una estafa superior a los 200 millones de dólares.
En realidad la única admiración que me genera es su habilidad para salirse con la suya pues 20 años después, fiscales federales han declarado en repetidas ocasiones que a pesar de estar obligado a pagar el 50% de sus ingresos a sus 1513 clientes que fueron estafados las víctimas no han recibido nada parecido y el dinero recaudado ha sido producto de bienes decomisados y no producto de sus ganancias de regalías y conferencias. Como si fuera poco los federales pusieron una denuncia por asegurar que Belfort a recibió alrededor de 1,7 millones de dólares durante el periodo del 2009 al 2013 por derechos de autor y eventos como la conferencia que próximamente dictara en Colombia.
Y si bien no se le puede quitar el crédito respecto a su don para vender y para agitar masas, figuras como esta en la sociedad colombiana abundan, espero no se pase a dar su conferencia por el congreso porque de pronto aprenden más (no sé si es posible, pero por si acaso).
En Colombia necesitamos conferencias de cómo trabajar duro contra la corrupción, y como trabajar duro a pesar de la corrupción, conferencias de lideres que inspiren a ir por el camino del bien (el difícil), todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida y no me consta que no lo esté haciendo pero creo que está muy lejos de ser un modelo a seguir. Yo no iría a una conferencia motivacional de algún líder de Interbolsa, DMG y bueno si hago una lista no termino, entonces estafador sí, inversionista no, oportunista lo dejo al criterio de cada uno de ustedes.