Mucho se dice de los millennials, como que somos una generación problemática, floja, que no puede trabajar en equipo, egoísta y hasta ensimismados por las redes sociales; pero dista mucho de lo que veo en mi generación. ¡Yo veo a la generación del cambio!

No sé si sienten lo mismo que yo, pero tengo días en que siento una carga por la situación del mundo; confieso que hace más de 4 años que no veo noticieros y no es que cierre los ojos, leo los periódicos pero filtro lo que leo. A veces no son solo las situaciones adversas sino la mala vibra de las opiniones que lo único que hacen es generar una bola de nieve de negativismo.

Siempre me he sentido como un agente de cambio, como una persona que con su derroche de optimismo puede cambiar el mundo y eso es lo que veo en los demás, durante los últimos meses han pasado situaciones desafortunadas, terremotos, huracanes, amenazas de guerras, situaciones dolorosas en las que muy pocas cosas buenas se pueden resaltar, pero los millennials se han tomado el liderazgo y se han puesto la camiseta de la transformación.

“La generación joven de hoy es la más poderosa de toda la historia humana”, Muhammad Yunus premio nobel de paz

Y esto lo veo reflejado en la cantidad de ayuda que han recibido países como México y Puerto rico con campañas lideradas por influenciadores digitales, esos YouTubers que muchos detestan han animado a las masas, a esas personas lejanas del problema a contribuir con un granito de arena y así se han creado montañas de ayuda para los damnificados por estos fenómenos naturales.

La semana pasada se celebró en Bogotá el One Young World un evento que reúne a líderes de todas partes del mundo para abordar temas globales como la educación, la pobreza, desarrollo económico, liderazgo, paz y medio ambiente; en esta oportunidad Bogotá fue la sede oficial que congregó a más de 1300 jóvenes con el tema principal de paz y reconciliación. El presidente Juan Manuel Santos abrió el evento con un pacífico mensaje “Bienvenidos a una Colombia en donde estamos destruyendo las armas para construir monumentos a la paz”.

En este evento se respiraba positivismo porque en torno a todos estos millennials se ven las soluciones que el mundo necesita, miles de historias de cómo una idea, una pequeña idea gestionada con el corazón soluciona la vida y la problemática de muchas personas en el mundo. Este nuevo panorama podría hacer que yo volviera a ver noticias porque sé que en alguna parte del mundo hay un emprendedor buscándole la solución a cada problemática.

Historias como la de Juan Pablo Acosta, un joven que a raíz de un accidente quedó en discapacidad y por su propia necesidad desarrolló un gimnasio para personas en su misma condición y Leyner Palacios un joven que a pesar de vivir en carne propia la guerra le dio voz a las víctimas del Chocó, una voz de reconciliación y perdón.

Momentos estremecedores se vivieron con las historias de cada uno de ellos y las lágrimas se le asomaron a muchos escuchando a Natalia Ponce que aunque fue afectada por un ataque con ácido sacó fuerza desde lo más profundo de su alma no solo para mejorarse física y emocionalmente sino para convertirse en una activista y luchar porque no le pase esto a nadie más, su discurso fue una invitación a perdonar al igual que el de todos los afectados, un mensaje poderoso viniendo de los que han encarnado el conflicto.

Muchas historias inspiradoras pasaron por el escenario, en una de ellas, una joven francesa que a través de redes sociales recaudó 2,5 millones de dólares para ayudar a Somalia. Trisha Shetty, de la India, quien creó SheSays una organización que empodera mujeres víctimas de abuso sexual y las asesora en temas legales y psicológicos. En fin, podría escribir miles de estas pero al final todo me dejó el mismo mensaje que quiero compartir con ustedes:

El futuro está en manos de todos, porque todos tenemos soluciones a los problemas que se ven en nuestra sociedad y es responsabilidad de todos trabajar por estas y no peleando en este blog o en las redes sociales, haciendo lo que hacen todos estos millennials superpoderosos, transformando y construyendo el mundo en el que queremos vivir.

Hoy me siento muy feliz de pertenecer a un grupo de emprendedores colombianos que crean soluciones, quisiera hacer más y pienso que ese es mi combustible, y no solo el mío sino el de toda la comunidad emprendedora del país, una comunidad que ha ido creciendo y fortaleciéndose.

Siempre he creído en el emprendimiento como el motor de una sociedad y ese motor lo deben encender todos, porque sin importar cuál sea su labor o su trabajo en el mundo, su misión debe ser que a través de esta se transforme el mundo.

Ninguna acción es pequeña, todos somos educadores, constructores y siempre alguien nos mira y nos sigue. Mi lema personal es que todo en la vida es cuestión de actitud, porque no voy a decir que hacerle frente a los problemas es fácil o que siempre se puede ser positivo pero es cuestión de óptica.

Cierro dejándoles este mensaje de Kofi Annan que invita a la acción, a que cada uno de ustedes se empodere y nos acompañe a cambiar el mundo:

«Uno nunca es demasiado joven para liderar y jamás es demasiado viejo para aprender»

Nos vemos el próximo miércoles aquí mismo, si quieren saber más de mí tengo un canal de youtube en el que reseño libros, también podemos hablar por mis redes en facebook o en instagram. Toda mi energía positiva para ustedes, un caluroso abrazo

Juliana Matiz