Emprender no es poner un negocio, es ponerse en una frecuencia de positivismo, en la que no importa la situación del país ni el dinero, la pasión y la persistencia hacen exitoso al emprendedor.

Yo soy emprendedora innata. A los 20 años ya había tenido 3 empresas, me apasiona desarrollar negocios y muy rápidamente me di cuenta que el mundo del emprendimiento estaba lleno de personas maravillosas de las que podía aprender.

Comencé a trabajar a los 16 años por mi extrema hiperactividad y en este camino me encontré con que siempre vamos por la vida pensando en obstáculos, la economía, la corrupción, la competencia… Pero cuando me uní al ecosistema emprendedor me di cuenta de que aquí está el motor del país, un micro mundo positivo, trabajador y colaborativo.

Esto se convirtió para mí en un estilo de vida en el que trabajamos mucho y nos quejamos poco, luego aprendí que para ser productivo no necesariamente tienes que trabajar mucho sino trabajar bien.

Ser emprendedor no necesariamente significa tener una empresa, pero sí es reunir unas características que lleven a la innovación, creatividad y a la solución de problemas, yo pienso que el colombiano tiene ese factor aunque no hemos desarrollado esa capacidad de la mejor forma. Les comparto estas habilidades que se desarrollan como emprendedor que han mejorado mi vida.

No vemos problemas, vemos soluciones

Un problema para un emprendedor es un reto, un nuevo desafío para probarnos. Específicamente este atributo es el que más me gusta porque es el que hace que el país se mueva. Un emprendedor no espera que alguien solucione su problema, se pone manos a la obra.

Colaborativo

Cuando comencé mi empresa no tenía muchas habilidades necesarias para desarrollar por completo mi producto y una de las cosas que más me sorprendió es que siempre había alguien dispuesto a ayudarme y enseñarme, siempre encuentro eventos para aprender de diferentes disciplinas de personas que están dispuestas a compartirlo a cambio de nada.

Manejo de frustración

Emprender no es fácil cada vez se presentan desafíos nuevos y todo lo que puede fallar falla. Estamos acostumbrados a los resultados rápidos y para tener una empresa lo principal es no rendirse y para esto es vital aprender a manejar la frustración y convertirla en un motor.

Constante aprendizaje

Al iniciar una empresa pensamos que nuestros conocimientos son suficientes para ponerlo en marcha. Si yo abro una empresa de venta de elementos deportivos pienso que mi conocimiento en deportes es suficiente, a medida que va creciendo nos damos cuenta que necesitamos aprender de marketing y ventas, gerencia, administración y hasta contabilidad. Aparte, todas las tendencias van cambiando y eso permite que estemos actualizando nuestros conocimientos.

Adaptación al cambio

Lo único constante en la vida es el cambio y un emprendedor exitoso sabe que lo primordial es moverse a la mayor velocidad posible sin traumas y sin sentimentalismos.

Todas estas características son habilidades y las habilidades se desarrollan, siempre que se habla de emprendimiento se habla de si un emprendedor nace o se hace. Sobre esto pienso que un emprendedor se puede hacer, sin embargo se necesita una chispa que no sé de dónde sale. ¿Ustedes qué opinan?

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Recuerden que todo es cuestión de actitud

Un abrazo

Juliana Matiz