¡Estamos hasta la coronilla de tanta publicidad política pagada! Esa debería tener un límite, un tatequieto, una legislación que proteja al televidente, radioescucha o lector. Solo nos falta verla en el ´Minuto de Dios´ y en el ´Boletín del Consumidor´. Afortunadamente a partir del lunes 10 de marzo descansaremos de gran parte de ella, porque el próximo domingo habrá elecciones para el Senado, Cámara y Parlamento Andino. Sin embargo, seguirá la avalancha de cuñas con motivo de las presidenciales, y tal vez de la revocatoria del alcalde de Bogotá, a no ser, que el Presidente firme su destitución antes.

Musicalmente hablando, hay de toda clase de publicidad. Unos comerciales con unos jingles pegajosos, de salsa (David Quintero), y reguetón (Benedetti), que causan recordación, y que hasta los cantamos en el baño, camino al TransMilenio o incluso mientras esperamos treinta minutos que llegue el articulado a la estación. Otras, con coritos que nos causan fastidio,y nos obligan a cambiar la emisora, el canal, o quitarnos los audífonos mientras pasa la cuña. Por ejemplo una, muy poco creativa, con un estribillo ´larararararararara´, que se debió hacer a la carrera, por que la de las casas gratis les hizo ´implosión´.

En cuanto a contenido, como dice un refrán popular, ´de todo hay en la viña del señor´. Desde las deshonestas, como las de un médico al Senado, que no se pone ´barreras´, y en las que trata de confundir al elector diciendo que ellos si son los de ´Centro Democrático´, o que voten ´si les da la gana´ o usando ´la paz´ como caballito de batalla, hasta las que meten a Dios en el cuento y lo ponen a decir: ´Me quedaron perfectos,´ refiriéndose a los discapacitados y tratando de venderles la idea que van a hacer respetar sus derechos.

En cuanto a ´pasarse las reglas por la faja´ hay quienes recurren a imitadores para cautivar el voto, pero logran el efecto contrario, haciendo que el elector no los tome en serio, y que decir de quienes hacen parodias o sketchs, para dramatizar situaciones, y terminan haciendo el ridículo.

También hay las ´narcisistas´ en las que los candidatos se muestran como próceres, cuentan todo lo bueno que han hecho, y reclaman el voto ´con escopeta´, ´ehando en cara´ sus logros.

Otros, perfectamente desconocidos, que causan verguenza ajena y de quienes terminamos escuchando su cuña completa, por educación y solidaridad, y no porque nos cautive su propuesta.

Y el grupo de los actores, humoristas, periodistas, locutores, deportistas, que pretenden sacarle partido a su imagen, en unos casos buena, en otros no, pero que no transmiten credibilidad ni seguridad, con el agravante, que muchos de sus colegas ya estuvieron en esas curules y no les fue nada bien.

Hablando de humoristas, se me olvidaba la cuña que tiene como eslogan ´Un patadón a la politiquería´ en donde un cómico muy popular, con el número 69, le da una patada en la cara al médico de ´vote si le da la gana´, ¿recuerdan?. Con esta comercial dicho humorista ´alerta´ a la población acerca de lo que será su programa político.

Pero más allá de entrar a juzgar copys, story boards, creatividad, edición, montaje, recordación, entre otros, lo que queremos decir es que estamos saturados de esa ´publicidad política pagada´, del ´todo vale´, del ´juego sucio´, de los ´mensajes directos y subliminales´, pero ante todo, de la cantidad de pauta que se emite en los medios a toda hora y en todo lugar.

No se puede ver un programa en televisión, escuchar un especial en radio, leer un periódico en la internet, o degustar la prensa escrita impresa, sin que se nos meta, sin pedir permiso, un anuncio político. Si salimos a la calle nos exponemos a una contaminación visual con vallas, carteles y propaganda barata que reparten en los puentes peatonales.

En los barrios usan los salones comunales para lanzar a candidatos, ofreciendo consultas odontológicas gratis, cupos en colegios distritales y tapar los huecos de las calles principales, o sino paralizan con sus campañas la libre movilidad de los habitantes del sector, como pasó ayer, cuando estuvo el presidente Santos en mi barrio, (Marsella), y no pudimos movernos de nuestro edificio hasta que él, (obrando como candidato, recuerden que era jueves), y su comitiva, se fueron del lugar. Además, hicieron el acto político en el parque que queda enseguida de nuestro conjunto, y tuvimos que oir a la fuerza, desde nuestro apartamento, que está ubicado en el piso 11, todo el discurso de él y de su vicepresidente, viendo el partido de Santa Fe sin sonido, porque semejante ruido tan estridente, no dejaba oir la narración del ´Tato´ Sanin. (Si quiere amigo lector les contamos exactamente, sílaba por sílaba, lo que dijo el candidato presidente y su fórmula presidencial). ¡Por qué usted no lo ha pedido!, ¡Publicidad Política Pagada!.

Estamos seguros que muchos de los colombianos piensan igual que nosotros. ¡No queremos que nos metan más pauta política a la fuerza! Si queremos investigar por quién votar podemos hacerlo por nuestra propia cuenta, y salvarnos también de escuchar o ver programas ´especializados´, de esos que abundan en los medios, como ´Ojo al Voto´, ´Pilas con su Voto´, ´Cuidado con su Voto´ ,´Si es devoto contamos con su Voto´, entre otros. Hablando de ´Si es devoto contamos con su voto´ se me olvidaba hablar de la invasiva pauta de algunas iglesias que tienen brazo político y que desde los púlpitos les lavan el cerebro a los feligreses mientras la gente ´mira´ inocente.

Basta ya de ´bombardear´ al elector con tanta pauta política, no les basta con lo confuso de los tarjetones sino que nos llevan al cubículo de votación ¡más confundidos que si fuéramos a sufragar en Mandarín!

¡Estamos hasta la coronilla de tanta publicidad política pagada!

giovanniagudelomancera

periodista

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