Brasil mostró muchas falencias contra Chile, es un equipo, al que si se le ataca, se le puede convertir. Es necesario llegarle por los costados, con Cuadrado, Zuñiga, Armero o Arias, eso sí, sin descuidar la marca, porque Marcelo y Alves, aunque dejan espacios, también saben con el balón, son rápidos, se unen al ataque, y desbordan asociándose, buscando la raya, y tirando centros peligrosos.

Los delanteros de Brasil han demostrado no ser contundentes, Fred ha pasado sin pena ni gloria, aunque anotó un gol contra Camerún, y Hulk, que jugó mejor contra Chile, se asocia y pelea todos los balones, pero ambos son torpes e imprecisos al igual que Jo.

El medio campo de Brasil no recupera, deja espacios, y sus defensores centrales, se suman al ataque dejando a Julio César expuesto.

Si Neymar puede jugar, y está inspirado, es el jugador a marcar, no en forma individual, sino escalonadamente. Es una misión para Sánchez y Aguilar, o Mejía y Guarín, no se le puede dar un espacio porque nos cobra.

El pentacampeón no tiene un buen banco, como si lo tiene Colombia, (doce jugadores de primer nivel), y Scolari, ha demostrado, (a diferencia de Pékerman quien si la tiene clara), que mueve mal su nómina y sus suplentes.

Brasil viene desgastado, luego del esfuerzo contra Chile, partido que se fue a prórroga y a penales, mientras Colombia logró resolver su paso a cuartos contra Uruguay, en los noventa minutos, sin ´reventarse´ demasiado, aunque el partido no fue fácil.

Colombia debe jugar como sabe, sin inventar. La defensa aplicada y sin dar ventajas, la primera línea de volantes recuperando y entregando el balón limpio. Los creativos, James y Cuadrado, tocando el balón, dándole manejo y creando espacios para que los de arriba, ya sea Jackson y Teófilo, o Ibarbo, reciban pases entre líneas para quedar mano a mano en el área.

En caso de Brasil marcar primero el gol, debemos conservar la calma, no desesperar y seguir con tenencia y posesión, abriendo la cancha o desbordando con los laterales, que el gol va a llegar. Nada de tirar centros desesperados al área o pelotazos.

Si nos vamos en ventaja, no entregar la cancha ni el balón, ni bajar las líneas. Debemos presionar a Brasil en su propia cancha y los delanteros deben ser los primeros defensores.

La tribuna obviamente estará más del lado de los brasileros, pero eso no debe importar. La tranquilidad, la alegría, la ´desfachatez´, la ´impertinencia´, el ´atrevimiento´. ´el desparpajo´, todo eso debe perdurar, además del fútbol de talento, casi de ´potrero´ que practica la selección.

Colombia ha mostrado un fútbol exquisito, unos jugadores que se ´gozan´ los partidos, un técnico sereno y conocedor, que les imprime seguridad, que los motiva y que cree en ellos. Todos esos factores juegan a favor nuestro y debemos explotarlos.

Tenemos muchas variables, los titulares son muy buenos y los suplentes también. Sabemos defendernos con el balón y sabemos atacar. Podemos jugar con tres defensas y dos carrileros, o con línea de cuatro, o de cinco. Jugamos con doble cinco, con un diez, con tres creativos, con un delantero por fuera y uno por dentro, con uno en punta, en fin, conocemos muchos esquemas y mucha táctica y podemos ponerla en práctica cuando lo necesitemos. Somos muy versátiles, con gran estado físico, mucha técnica y mucho talento. No tenemos nada que envidiarle a Brasil, en este momento jugamos mejor que ellos.

Eso del favoritismo no nos cae bien y no debemos creerlo. La humildad es lo más importante. El exceso de confianza, la prepotencia y el mirar por encima del hombro son actitudes que no pueden estar en nuestro camerino.

Si eliminamos a Brasil, pues ¡Eliminamos al Pentacampeón!, y si nos elimina Brasil, pues ¡Nos elimina el Pentacampeón!

El solo hecho de llegar a cuartos ya supera cualquier participación nuestra en otros mundiales. Hemos hecho una excelente fase de grupos, y en octavos sacamos a Uruguay, una selección campeona del mundo y siempre protagonista.

Ahora bien, si pasamos a semifinal, será algo que ni el más optimista de los colombianos pensó, pero debemos tomarlo con calma y humildad, y jugar como sabemos, hasta donde lleguemos.

Las celebraciones deben ser mesuradas, responsables y en paz. Si perdemos, recordemos que ya llegamos muy lejos, y que no hay razón para frustraciones, decepciones o reproches.

Esta selección es un proceso para Rusia 2018 donde seguramente seremos protagonistas. Todos nuestros jugadores ya son estrellas del fútbol internacional y pronto llegarán a equipos como el Bayer Munich, el Real Madrid, el Barcelona, o el Manchester United, entre otros.

A jugar como sabemos contra Brasil, ´de tú a tú´ pero respetándolos, y sin traicionar nuestro estilo de juego, en pocas palabras, ¡no nos pongamos a inventar!.

¡Suerte mi Colombia!

giovanniagudelomancera

periodista

síganos en twitter @giovanniagudelo

lea más historias acá en La Sal en la Herida