Fue una final reñida, con dos estilos diferentes. Alemania con posesión y Argentina esperando el error del contrario. Las dos selecciones dejando todo en la cancha.

El título se definió en la prórroga. A los 112 minutos de juego Götze sacó su estirpe de goleador y cobró. Afortunadamente no se llegó a la ruleta rusa de los penales.

Los dos equipos tuvieron opciones, y los arqueros, y hasta los palos, estuvieron magistrales.

En honor a la verdad hay que decir que Argentina fue un digno rival para la máquina alemana que esta vez no pudo exponer todo su talento porque los gauchos le cortaron su circuito de juego y se pararon muy bien atrás, jugando al contragolpe y a la equivocación de los germanos, pero cuando tuvieron la oportunidad de concretar no aprovecharon, y como se dice en el argot deportivo ´el que no hace los goles los ve hacer´.

Alemania siempre conservó la calma, no desesperó, mientras Argentina, se decidió a jugar luego del gol de Alemania y le quedó faltando tiempo. En nuestro concepto especuló y fue timorato, no obstante, sus jugadores derramaron hasta la última gota de sudor y perdieron, para usar otra frase de cajón, ´con las botas puestas´.

El equipo suramericano le apostó a los penales dejando todo en manos del ´chiquito ´Romerito´ y pagó caro al firmar el empate tan temprano, al inicio de la prórroga. Para nosotros, si hubiera atacado en esos treinta minutos adicionales con seguridad el gol habría llegado para los dirigidos por Alejandro Sabella.

Alemania, luego de un proceso de diez años se corona campeón por cuarta vez en su historia. Hizo un muy buen mundial, unos partidos mejores que otros, pero siempre mostró regularidad. Argentina, de menos a más, no tuvo esa delantera tan contundente como se creía, y su defensa y arquero, no fueron tan limitados como se pensaba.

Messi, y él lo sabe, no fue el mejor jugador del mundial, en nuestro concepto, se le nota cansado, ya no se ´pone el overol´ ni se ´echa sus equipos al hombro´. Su talento es indiscutible y le sobra, pero ya no marca esa diferencia, su juego en algunos casos es predecible y los contrarios se lo neutralizan fácilmente. Es sin duda unos de los mejores del mundo, y ajeno a que Argentina quedara campeón o no, su magia debió aparecer siempre y brillar como la estrella que es. Creemos que le quedó faltando.

¡James Rodríguez la revelación!, pudo ser el balón de oro pero le faltaron partidos, sin embargo y aun así, ganó el botín de oro, Colombia el juego limpio, y todos los colombianos, el placer y la felicidad de ver jugar una selección llena de alegría, talento y lírica, que unió un país a través de su fútbol mágico.

Brasil, como selección decepcionó, como país organizador ´cumplió´, y sus habitantes, salvo casos aislados, se portaron a cabalidad. Su alegría, su música y su hospitalidad estuvieron siempre presentes pese a su tristeza infinita por la mala presentación de su equipo.

El arbitraje de este mundial fue, en líneas generales, vergonzoso, la manipulación de la FIFA evidente, el cubrimiento de la prensa y redes sociales ¡excelente! y la final emocionante ´no apta para cardiacos´.

Termina Brasil 2014 y ya estamos pensando en Rusia 2018 donde de seguro Colombia será protagonista, Lo importante es continuar el proceso con Pékerman para lograr llegar a semifinales, y por qué no, a la gran final de ese torneo orbital.

Queda mucha nostalgia por este mes inolvidable, donde respiramos fútbol día y noche, y por donde nuestras venas solo corrió sangre del mejor deporte del mundo.

La grandeza de los himnos de cada país, (incluyendo el de la FIFA el cual no se merece este ente corrupto), todavía suenan en nuestros oídos, las tribunas de los estadios abarrotadas por gente de todos los lugares están aún en nuestras retinas, los goles permanecen todavía en nuestro corazón y las emociones encontradas perdurarán por siempre.

¡Gracias Dios nuestro por este mundial!, para nosotros, ¡el mejor de la historia!

giovanniagudelomancera

periodista

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