Esa frase se la escuchamos hace unos días a César Caballero, gerente de la firma encuestadora ´Cifras y Conceptos´ en el Primer Café de Canal Capital.

Su planteamiento, palabras más, palabras menos, era para explicar que Santos, además de ajedrecista de la política y experto para sacar provecho de todas las situaciones, ¡es un tipo con suerte!

Nosotros recogemos esas palabras y queremos hacer un análisis partiendo de dicha frase, dándole crédito por supuesto a César, y enmarcándola en el contexto deportivo que vive actualmente Colombia, el cual está directamente ligado al ´país nacional´.

Y vamos a ir directo al grano, atendiendo las amables sugerencias de nuestra detractora favorita, Maritza Chavarro, quien nos dice que hacemos muchas aclaraciones en paréntesis y sacamos de contexto al lector, además de ordenarnos que dejemos a nuestra abuelita quieta, y de Orlando Gómez, fiel lector de nuestro blog, quien nos pide que no repitamos lo mismo tantas veces que los lectores si entienden.

Dicho todo lo anterior, y sacrificando nuestro estilo, retomemos el tema de ´Santos es tan de buenas que Nairo gana la Vuelta a España´ porque estamos seguros que con la anterior aclaración ya le hicimos perder el hilo a nuestros lectores.

Ese ´nacionalismo´, del que hablábamos y que se despertó con la Selección Colombia, lo ha sabido aprovechar muy bien Santos para aglutinar a su alrededor un ´Colombianismo´ si se quiere oportunista.

La víspera de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el sábado 14 de junio, Colombia le ganó a Grecia en forma clara y contundente, y nos atrevemos a decir que eso favoreció al candidato presidente en las urnas. La gente estaba contagiada del triunfo colombiano y lo reflejó al votar.

Con el éxito de James Rodríguez, Caterine Ibargüen, y Mariana Pajón, entre otros deportistas colombianos, Santos se ha puesto literalmente la camiseta en sus alocuciones y le ha sacado provecho político a los triunfos de esos guerreros.

El presidente pide crédito por el éxito de Pékerman y argumenta que él fue quien le solicitó a la Federación Colombiana de Fútbol contratar al estratega argentino.

Santos es un ´genio´ para sacar partido de todo y poner todo a su favor. Con el caballito de batalla de ´la paz´ logró convencer a colombianos de buena voluntad para que votarán si por su reelección. Quienes no creemos ni confiamos en él y ´no le comemos cuento´ sabíamos que una vez se reeligiera iba a posar de valiente con las FARC y los amenazaría con suspender el proceso de paz por sus ataques terroristas, cosa que no hizo antes porque no le convenía en ese momento, aún con asesinatos salvajes que cometió esa guerrilla.

Si el gobierno se para de la mesa de negociaciones en La Habana no estaría haciendo nada diferente de lo que proponía el candidato de la extrema ultraderecha Oscar Iván Zuluaga posición que Santos tanto criticó.

El presidente reelegido no cumple sus promesas, todavía estamos esperando la adjudicación del tercer canal lo cual afirmó hacer en su primer mandato, y lo cual de seguro no hará en el segundo, porque tiene serios compromisos con los grupos económicos dueños del duopolio de la televisión quienes aportaron a sus campañas. Repetimos, Santos no cumple sus promesas, o sino que lo digan los habitantes del Chocó.

Lea acá ´Las promesas incumplidas de Santos en el Chocó´

Santos es experto en cambiar de posiciones como de argumentos. Él si hace honor a esa frase que la ´política es dinámica´. No le importa, luego de conseguir lo que quiere, quedarle mal a quienes lo apoyan o votan por él.

Más que la paz él desea el premio Nobel y por eso quería su reelección para continuar con ese sueño egocentrista.

Ahora bien, toda esa mermelada que Santos repartió para lograr ser reelegido en cualquier momento ´al él mismo lo va a empalagar´, y todos esos pactos y alianzas estratégicas ´se los van a cobrar´.

En nombre de la Paz los colombianos hacemos lo que sea necesario, (acá debemos usar obligatoriamente un paréntesis para aclarar que nosotros no votamos por él), pero los políticos ´no dan puntada sin dedal´ y en algún momento a Santos se le va a volver ingobernable el país. Esa famosa Unidad Nacional se va a convertir en un ´Búmeran´ que según nuestra amiga Wikipedia ´´es un arma que tras ser lanzada, si no impacta en el objetivo, regresa a su punto de origen debido a su perfil y forma de lanzamiento especiales´´, lo que quiere decir, y poniendo eso en el contexto político que vive nuestro país, que a Santos se le va a devolver todo lo que hizo para reelegirse, igual que le pasó a Uribe.

¿Por qué decir que Santos es tan de buenas que Nairo gana la Vuelta a España?, sencillamente porque esto le favorecerá al presidente reelegido para seguir ´uniendo al país´ con los triunfos de colombianos, ajenos a la política y que solo quieren la paz y el deporte.

¿Pero qué pasará cuando, y ojalá no ocurra, nuestros valiosos deportistas dejen de cosechar triunfos tan merecidos? Pues que sencillamente Santos, como buen ajedrecista, tendrá que cambiar de estrategia para seguir manteniendo ´ese clamor´ nacional a su alrededor.

Santos como todos los políticos no da puntada sin dedal, y ya tendrá un plan B, C, D, E Y F, igual que la Federación Colombiana de Fútbol lo tiene con Pékerman, y algo se inventará, nos referimos al presidente, para mantener sus niveles de popularidad.

Si el presidente tuviese que romper los diálogos de la Habana ya no lo pensaría dos veces y aunque sacrificaría su ´premio nobel´ ya logró su reelección que era su principal meta, y de seguro, aprovecharía cada gol de James en el Real Madrid, o cada salto de Caterine Ibargüen, o cada pedalazo de Marianita Pajón o de Nairo para desviar la atención de los colombianos y mantenerlos inmersos en un nacionalismo, a nuestro juicio, manipulado y con fines políticos.

´Santos es tan de buenas que Nairo gana la Vuelta a España´, y tan de buenas que James se alza con el ´Pichichi´ en España como goleador de la Liga, o que de pronto Montoya triunfa en una válida de automovilismo, o que alguno de nuestras tenistas llega a una gran final de un torneo, y a eso el presidente le sacará provecho y aparecerá en sus alocuciones con la bicicleta de Nairo, la camiseta del Real Madrid, con el casco de Montoya o con la raqueta de Santiago Giraldo, todo para no dejar escapar esa ´Unidad Nacional´ en torno al deporte y al nacionalismo y mantener a la gente ´encarretada´ con sofismas de distracción.

A todos nos emocionan los triunfos de nuestros valientes deportistas y a ellos les deseamos lo mejor, pero no estamos de acuerdo que su imagen neutral y apolítica sea utilizada como ´caballito de batalla´ por políticos, en este caso por el mismo presidente.

giovanniagudelomancera

periodista

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