Asistimos a una ceremonia en la cual se le entregaba el título a algunos docentes del postgrado ´Lúdica Educativa´ organizado por la Universidad Juan de Castellanos.

La docente Saira Lucía Caviedes Forero, estudiante y graduanda de esa especialización, pronunció un discurso de cierre de la ceremonia,  que nos llamó poderosamente la atención, y con el cual estamos totalmente de acuerdo.

Lo transcribimos literalmente para que nuestros lectores, sobre todo los docentes, tomen conciencia del papel tan importante que tienen en nuestra sociedad y como deben prepararse para los nuevos retos que les plantea esta nueva generación de estudiantes.

Nos identificamos también con la crítica a esa mediocre gestión de la gran mayoría de los gobernantes en cuanto a fortalecer la educación se refiere. La capacitación de los docentes debe ser responsabilidad del Estado.

Docente Saira Lucía Caviedes Forero Archivo Universidad Juan de Castellanos

´´Buenas tardes queridos compañeros, y cuando digo compañeros me refiero a directivos, tutores, personal administrativo de la Universidad Juan de Castellanos, y por supuesto, a los acompañantes aquí presentes.

¿Y por qué digo que todos son compañeros?, porque sencillamente en la docencia todos debemos vernos como un grupo interdisciplinario, en donde participan varios profesionales, desde diferentes áreas, para formar personas de bien.

Y el común denominador en esa enseñanza debe ser ´la pedagogía´, en este caso ´La Lúdica Educativa´, con la cual, a partir de hoy, y para siempre, cautivemos la atención de nuestros alumnos, y así poder llevarles ¡el conocimiento!, que es, sin lugar a dudas, el verdadero motor que debe mover nuestra sociedad y al cual todos tenemos derecho.

Es cierto, y gracias a Dios, que se nos ha encomendado a nosotros los docentes la misión de enseñar, pero todos debemos participar en la formación de nuestros estudiantes.

Y todo comienza desde casa, en el colegio pulimos esos diamantes en bruto, pero la sociedad es la que se encarga de darles el brillo.

En esta especialización en ´Lúdica Educativa´ hemos aprendido que la enseñanza debe ser agradable, entretenida y divertida, sin perder la seriedad implícita en ella, pero no por seria, debe ser retrógrada, aburrida e impuesta.

Sin faltar a las normas y a la disciplina, debemos inventar cada día, con las herramientas acá aprendidas, nuevas formas para llevar ese conocimiento a nuestros estudiantes.

Pero esta tarea no debe ser solo responsabilidad de los maestros, los padres son los primeros formadores y ellos también deben aportar desde sus familias.

Los profesionales en otras ramas, desde su perspectiva, también están obligados a interactuar y a prepararse para complementar esta formación y generar oportunidades. ¡No todo debe recaer en nosotros los maestros!

Ser docente, más que una profesión, es una vocación, la cual ejercemos con devoción cada día, pese al hacinamiento en las aulas, a los conflictos familiares que viven nuestros estudiantes, producto de familias disfuncionales, descomposición social, ausencia de valores y una poca o nula política educativa por parte de nuestros gobernantes. Sin embargo, no desfallecemos en nuestra misión de formar y educar.

Hacemos un esfuerzo económico, laboral y personal para prepararnos mejor tomando estos postgrados, pero más que lograr con ellos un ascenso y un mejor salario, lo cual es válido y merecido, debemos pensar en que fortalecemos nuestro conocimiento en bien de nuestros estudiantes, en este caso, aplicando la ´Lúdica Educativa´, vamos a motivar en ellos el amor por el estudio, brindándole a la sociedad mejores personas, y ojalá mejores docentes, porque muchos de ellos querrán seguir nuestros pasos.

Quiero invitarlos a que continuemos con lo que acá empezamos, me refiero a que nuestros proyectos de grado tengan continuidad y no se queden en una simple tarea para graduarnos.

Debemos seguir desarrollando e implementando lo que diseñamos, y sobre todo, es necesario que dejemos registro de todo. ¿Y cómo hacerlo? ¡Escribiendo!. Esa es la manera de dejar un legado a quienes vienen detrás de nosotros.

Si no plasmamos en un blog, en una columna, en un libro, en una cartilla, en una página web, o en un audiovisual, nuestros progresos con los estudiantes, al implementar esa ´Lúdica Educativa, créanme que nuestra labor será incompleta y con el tiempo olvidada.

Para que nosotros los docentes logremos formar y educar debemos tener el apoyo, y sí que lo hemos tenido, de nuestras familias y de instituciones como Juan de Castellanos que nos brindan la oportunidad de prepararnos para ese reto, pero la ayuda de nuestros gobernantes debe ser verdadera, y más que dificultar nuestro bello oficio, poniendo cada día más trabas administrativas, ellos deben  proporcionarnos, además del bienestar al que tenemos derecho, todas las garantías para ejercer nuestra profesión y lograr excelentes resultados con nuestros estudiantes.

Gracias a todos por igual, sin la ayuda de cada uno de los acá presentes, y de quienes no pudieron venir, sencillamente no hubiéramos logrado escalar este nuevo peldaño en nuestra carrera, que dicho sea de paso, no debe llamarse así, ´carrera´, porque la educación se debe llevar con despacio, sin afán, con tino, con vocación, devoción, sacrificio, paciencia, y por supuesto, con ´Lúdica Educativa´.

Para terminar, quiero invitar a todos mis colegas docentes para que no desfallezcamos en nuestra tarea de educar. No importa las dificultades que se nos presenten a diario, y para usar una frase de cajón, ´nunca tiremos la toalla´.

¿Quién dijo que nuestra profesión era fácil?

Ahora bien, tenemos el derecho de pensar en mejorar nuestro escalafón y asegurar una buena pensión, un buen retiro, pero no por eso, y como lo decía anteriormente, ese sueño se debe convertir en nuestro único objetivo al tomar estos postgrados.

La prioridad debe ser, con estas capacitaciones, fortalecer nuestro conocimiento, y crecer como personas y profesionales, lo cual se verá reflejado en el nivel académico de nuestros estudiantes, y en el bienestar, no solo de ellos, sino de nuestras familias.

El privilegio que tenemos los docentes, de formar los ciudadanos del futuro, es un regalo de Dios, el cual debemos valorar y recordar día a día, cuando saludamos a nuestros estudiantes, antes de iniciar la clase, y cuando les decimos, ´´¡Nos vemos mañana!´´. Esa esperanza y ese anhelo de volver a verlos al otro día no deben desaparecer nunca.

Que Dios bendiga a todos y la Virgencita los proteja.

¡Muchas gracias al creador por hacernos docentes!´´

 Finalizado el discurso el auditorio rompió en aplausos, y en las caras de los presentes, asomaron rasgos de reflexión y cuestionamientos, como si esas palabras hubieran tocado lo más profundo de sus fibras.

Es cierto ´´ La educación no es solo responsabilidad de los docentes´´.

giovanniagudelomancera

periodista

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