Cada vez que el expresidente Gaviria habla parece que le ´estuviera ´ haciendo el mandado´ a Santos. Primero fue el exabrupto de aplicar una justicia transicional para todos los actores del conflicto (ver Expresidente Gaviria sepa usted que esa justicia transicional ¡es impunidad!) y ahora la desfachatez de proponer facultades extraordinarias para el presidente, dizque ´´para sacar adelante el proceso de paz´´.

Esa absurda propuesta es como girarle otro cheque en blanco a Santos, que haría parte de la ya grande lista que se le ha entregado, como el de la elección, ´proceso de paz´, reelección, entre otros.

La credibilidad del presidente está por el piso, la gran mayoría de los colombianos ya no cree en esos famosos ´diálogos de la Habana´, a espaldas del pueblo, donde se negocia con criminales narcoterroristas la agenda del país.

Las FARC cada día matan más civiles y emboscan cobardemente militares, atentan contra nuestro medio ambiente y Santos no los pone en su sitio. Solo da declaraciones a los medios donde se muestra ´indignado´ pero de ahí no pasa. Esa narco guerrilla maneja el ´proceso de paz´ y al presidente como quiere.

Según el expresidente Gaviria ´´existe un problema prioritario, pues el presidente Santos no tiene hoy en día facultades para negociar la paz…necesita facultades en materia de justicia transicional porque los no combatientes no están incluidos, porque los temas de los máximos responsables son complicados en las fuerzas armadas; se necesita avanzar en el tema de la representación política de las zonas a las que se les va dar una representación política; se necesita una norma legal para crear la comisión de la verdad, el presidente hoy no puede decretar el cese al fuego´´.

Pues al presidente Gaviria queremos decirle que afortunadamente Santos no tiene esas facultades extraordinarias, porque si así, sin tenerlas, nos ha llevado a esa farsa de proceso de paz, ¿cómo sería teniéndolas?

Cualquier paso que se de en la búsqueda de la paz debe ser avalado por el Congreso, por la Corte Constitucional, por el pueblo, nada debe hacerse a escondidas de los ciudadanos, todo debe ser concertado y transparente.

Empecemos por aclarar que las FARC no son el ejército del pueblo, al contrario, son los enemigos del pueblo, y no nos representan, entonces, por esa razón, no se debe negociar el presente y el futuro del país con ese grupo de narcoterroristas criminales que ensangrentaron y mataron nuestro pasado, y siguen haciéndolo actualmente. Ya, de por sí, son unos diálogos y un proceso de paz ilegales. Además, el afán de Santos por el Nobel de la Paz y la necesidad de las FARC de un reconocimiento internacional y de mostrar un ´falso poderío militar´ está llevando a Colombia a presenciar un gran número de muertes inocentes.

Es doloroso que mueran colombianos mientras se ´habla de paz´ en La Habana´. Los jefes de esa narco guerrilla están a salvo, mientras sus combatientes ponen el pellejo. Esos guerrilleros rasos también son colombianos y nos duelen sus muertes.

A esa organización criminal de las FARC se le debe combatir y ya. No se les debe dar ningún estatus, no se debe negociar ni acordar las necesidades del país con ellos. A sus cabecillas se les debe meter a la cárcel y que paguen todos sus delitos de lesa humanidad sin ninguna consideración.

Nada de facultades extraordinarias para el presidente, ¡Que Dios y la Virgen nos libren de eso! Con esos súper poderes Santos termina entregándole el país a la narco guerrilla.

Según el expresidente Gaviria ´´el presidente no puede concentrar tropas, como ha estado hablando el ex presidente Uribe, pues esas son puertas que se cerraron en el Marco Jurídico para la Paz, o en el fallo de la Corte Constitucional, o en la Ley de Orden Público´´

Al expresidente Gaviria y al expresidente Uribe queremos aclararles que afortunadamente Santos no puede concentrar tropas guerrilleras porque ni un milímetro del país puede ser vedado para los colombianos. Las FARC son un grupo criminal al margen de la ley y no pueden tener ningún espacio de nuestro territorio para vivir campantes y protegidos.

Es que cualquier cosa que se hable de ese ilegal ´proceso de paz´ no tiene sentido, porque, como lo dijimos anteriormente, las FARC no representan al pueblo, y por esa sencilla razón no se debe dialogar con ellos temas del país, ni ceder a sus pretensiones, y mucho menos, aceptar que queden impunes sus crímenes atroces.

Pero ya entrados en gastos, y teniendo los cabecillas de esa narco guerrilla en La Habana, pues se les debe poner en su sitio, o dejan de matar colombianos inocentes, o dejan de emboscar y asesinar vilmente militares, o dejan de atentar contra el medio ambiente, o se les extradita ya, todos en el mismo avión, por narcotráfico y crímenes de lesa humanidad. O aceptan ir a la cárcel en Colombia y pagar todo el daño que le han hecho al país, o se van derechito a Estados Unidos, donde los están pidiendo hace rato.

Que cuento de estar negociando con las FARC el presente y el futuro del país, ese es un derecho adquirido por los colombianos de bien, que participan en política, elegidos por voto popular, y que si representan a quienes sufragan por ellos. Esos narcoterroristas no pueden, de la noche a la mañana, involucrarse en la planeación y en el gobierno de Colombia, cuando durante sesenta años la han destruido.

Ya es hora que le pongan límite a esa farsa de La Habana. La mayoría de los colombianos ya estamos cansados de ese circo en los medios de comunicación. Que Santos se dedique a gobernar, que las FARC se entreguen a la justicia, y paguen sus crímenes, y que el Ejército Nacional, desmoralizado por este gobierno, recupere su ímpetu y combata a esa criminal narco guerrilla, hasta arrinconarla y derrotarla.

Y que el expresidente César Gaviria deje de proponer esa ´ideas geniales´ o de hacerle el mandado a Santos. Que tal, primero impunidad para todos y ahora facultades extraordinarias para el presidente.

Como dicen las señoras ¡Faltaba más!

giovanniagudelomancera

periodista

Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional

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