Mi hermano William, me pide que le publique este artículo que escribió en diciembre pasado y en el cual plasma su historia con la marihuana, pero no se apresure amigo lector, no es un drogadicto empedernido ni en rehabilitación, es sencillamente un padre de familia al que le preocupa que el presidente Santos y su ministro de salud, Alejandro Gaviria, luego de declarar esta droga como medicinal, tiraran al traste todo su esfuerzo de años por combatir esa letal amenaza para su familia.
[[La mayoría de las grandes estrellas del espectáculo son ricas y famosas, pero también tienen en común el consumo de drogas, con razón yo soy pobre y anónimo, porque siempre le he huido a los estupefacientes, por miedo, o tal vez, por la educación, con valores y principios, que he recibido.
Ahora los medios de comunicación nos informan que Santos, por decreto, legaliza la producción y consumo de la marihuana, con fines medicinales; esto permitirá sembrar, producir, fabricar y hasta exportar productos medicinales fabricados a partir del cannabis.
En una entrevista con la BBC, Santos aseveró: “ya está probado científicamente que la marihuana tiene una cantidad de atributos medicinales”, y no solo dijo eso, se jactó al afirmar que «hay gran demanda de este tipo de productos en países como Estados Unidos y Canadá».
Con esa publicidad engañosa del presidente, los niños y jóvenes de ahora, tienen una disculpa para el consumo de esa droga, argumentando que «¡si Santos dice que es buena, pues hay que hacerle caso!»; ellos, me refiero a nuestros adolescentes, no hacen énfasis en las ‘bondades medicinales’ de la marihuana, solo se pegan de lo ‘buena’ que es, para justificar su consumo y rendirle culto.
“A la marihuana para usos medicinales no tengo ningún problema en legalizarla y utilizarla, no es lo mismo con otras drogas, porque no hay prueba científica de que tengan principio activo para alguna medicina”, dice Santos. ¡Menos mal!, o si no nuestros jóvenes ‘tendrían permiso’ para consumir alegremente toda clase de drogas.
Sin duda el mensaje que el presidente envía es equivocado, por más de que haga énfasis en lo medicinal y curativo de la marihuana, les está entregando una ‘licencia’ a nuestros hijos para que consuman sin parar. Como todo lo que hace Santos, sus anuncios son más populistas que aterrizados, y luego tiene que retractarse. Ojalá, y Dios no lo quiera, cuando nuestros jóvenes estén a merced de esta ‘droga medicinal’, no sea muy tarde.
El presidente dijo «que aunque el uso médico y científico de este estupefaciente estaba permitido, no había sido reglamentado. Incluso, aseguró que el Gobierno quiere fomentar la investigación y producción de medicamentos elaborados a partir de ese elemento activo». Entonces me pregunto, ¿y para qué carajos, si estaba permitido, se puso a anunciar con bombos y platillos lo de sus ‘bondades medicinales’? Mejor hubiera firmado ese decreto a puerta cerrada y ya, como hace con lo que pacta en La Habana, y no ‘venderle’ a los jóvenes los ‘nutrientes’ de esa ‘medicina natural’.
Por cuestiones familiares he luchado por apartar del consumo de la marihuana a un familiar que es menor de edad. En reuniones con psicólogos, asesores de Bienestar Familiar, y padres de familia en esta misma situación, coincidimos en afirmar que el consumo de esa ‘medicina’ entre los jóvenes es el primer paso para probar otras drogas. Visitando los sitios donde se vende la ‘dosis’ de marihuana, nos comentaban las autoridades y propios vendedores, que los jóvenes dejan hasta las zapatillas por una dosis, y lo que más nos aterró, que las niñas se prostituyen para poder consumir.
Ahora me toca enmendar mi error y aceptar que todas esas noches de insomnio, estas canas, esta calva, y esos días, meses y años de angustia, y de zozobra, fueron en vano, y que ahora debo consumir marihuana para bajar el nivel de estrés del último quinquenio, fomentar su uso entre mis hijos, resto de familia y amigos que tenemos ‘achaques de salud’, y hacer una campaña nacional para que el uso del ‘porro’ sea de uso obligatorio, en personas de todas las edades, especialmente entre niños y adolescentes, ya que con su uso, estamos creando una sociedad más sana y menos estresada.
Ah, y se me olvidaba, promoverla también entre nuestros deportistas., ¿se imaginan amigos lectores cuántos logros y hazañas podrán venir en el futuro?
Ese decreto, donde se legaliza el uso de la marihuana medicinal, lo firmó Santos el 22 de diciembre pasado, y nos cogió en plena época de Navidad, por eso pasó desapercibido, por eso no tuvo trascendencia, y por eso mucha gente ni tiene idea de lo grave que es eso para nuestra sociedad.
Todos los valores que quise inculcar entre mis hijos han quedado caducos y anticuados por parte de Santos y del ‘genio’ que tiene como ministro de salud. Si de verdad tiene esta droga algo de medicinal, pues que la traten los Institutos Científicos Especializados, pero que el presidente no le haga ‘publicidad engañosa’ a ese cáncer que está matando nuestros jóvenes y sus esperanzas.
¿Qué debe hacer una persona para cultivar marihuana con fines medicinales? Según Santos, «La persona natural o jurídica que quiera cultivar plantas de Cannabis deberá solicitar una licencia (presentando los documentos descritos en el Art. 4 del Proyecto de Decreto) ante el CNE, entidad que tendrá 30 días hábiles para aceptarla o negarla». Conociendo como conocemos lo permeables y corruptas que son nuestras instituciones en Colombia, esas ‘licencias’, pueden caer en muy malas manos, y eso será el comienzo del fin. Estos gobiernos Neoliberales o de la Tercera Vía, con su tal apertura, lo que hacen es cerrar las puertas al progreso, al fortalecimiento de los valores, y dejan a un paso del infierno a nuestros jóvenes. Por eso ese chiste que se le hace a Santos, que recibió el país a un paso del abismo, pero que ahora ha dado un paso adelante, es muy cierto.
¡Definitivamente, en mi lucha contra la marihuana, perdí el año!
William Agudelo Mancera
Padre de familia]]
giovanniagudelomancera
periodista
Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional
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