Desde 1996 existe en Colombia la figura del defensor del televidente. «Los operadores privados del servicio de televisión deberán reservar el 5% del total de su programación para presentación de programas de interés público y social. Uno de estos espacios se destinará a la Defensoría del Televidente. El Defensor del Televidente será designado por cada operador privado del servicio de televisión» (Ley 335 de 1996, art. 11). También se determinó que el programa del Defensor del Televidente se debe emitir un día a la semana, con una duración de media hora, en directo o en diferido, con participación de los televidentes, y que los canales están en la obligación de informar diariamente, en horario prime time, la fecha y hora en la que se transmitirá dicho espacio.
Refiriéndonos directamente a los canales ‘privados’ nacionales, y más allá que el defensor sea nombrado por el mismo canal, (algo que de entrada nos parece absurdo porque según nuestro concepto compromete la autonomía y la independencia), pensamos que aunque existe el cargo y el espacio, no se cumple con el objetivo principal por el que fue creado.
¿Se promociona el espacio del Defensor en el prime time? ¿Se le asigna al programa un buen horario? ¿Se siente verdaderamente ‘defendido’ el televidente?
Hay que decir que con la creación de la Autoridad Nacional de Televisión, ente que reemplazó la ineficiente Comisión Nacional de Televisión, muchas normas que ‘reglamentan’ la televisión privada en Colombia tal vez se fortalezcan o desaparezcan, pero que esa figura del Defensor del Televidente, se queda en eso, en una ‘figura’ que no hace valer los derechos del televidente.
¿O acaso nos defiende de la excesiva pauta de estos canales privados nacionales?, ¿de esas tandas de comerciales más largas que el mismo programa en que se emiten?
¿O acaso nos defiende de los contenidos violentos, malsanos, morbosos, que se transmiten en horarios familiares?
¿O acaso nos defiende de los cambios de horario de los programas, sin previo aviso?, o peor, de cómo desaparecen, usando una frase de cajón, ¡como por arte de magia!, aquellas producciones que no les representa rating, por ende plata, a estos canales.
¿O acaso estos defensores le exigen a estos canales ‘privados’ nacionales emitir programas de interés público y social en los horarios usurpados por las ‘narcomorbonovelas’, ‘realitys’, ‘culebrones’ y demás programas que hacen apología al delito?
Los canales locales, regionales y públicos, con muy bajo presupuesto, y con mínima pauta, (ya que está monopolizada por los canales ‘privados’ nacionales), intentan darle al televidente otras opciones en horarios prime time, con franjas informativas como lo hace CM&, o con franjas de opinión, como lo que hace Canal Capital, con espacios en donde son invitados personajes de todas las corrientes políticas, económicas y religiosas, o como lo que hace Citytv, con noticieros con información local de interés, la cual no cubren los canales privados nacionales.
Estos canales locales, regionales y públicos, también tienen ‘Defensor del Televidente’, y aunque son personas idóneas y conocedoras del tema, ¡no los necesitamos!, porque no tenemos quejas, y es evidente el esfuerzo que hacen estos canales para competir con el duopolio maldito y entregar otra alternativa de televisión.
¿O quién se puede quejar de los contenidos de Canal Capital en donde se les da participación a las víctimas, a los discriminados y donde se hace inclusión social?
¿O quién se puede quejar de Citytv en donde sigue cumpliendo con su eslogan «Por todo Bogotá» y se preocupa por los temas de la ciudad?
¿O quién se puede quejar de lo que hace Yamid Amat en el Canal Uno, asumiendo riesgos económicos, para llevar una franja informativa al televidente? Con la hermosa y talentosa Erikita Fontalvo de presentadora, sin duda alguna ¡La Mejor!
¿O quién se puede quejar de lo que hace Señal Colombia ofreciendo una programación cultural?
¿O quién se puede quejar del esfuerzo que hacen los canales regionales como Telepacífico, Teleantioquia, Telecafé, Telecaribe, TRO y otros, con mínimo presupuesto, para mantener su identidad?
En cambio, sí necesitamos verdaderos ‘Defensores Independientes’, en esos canales ‘privados’ nacionales, donde se vulneran los derechos del televidente. Esos funcionarios deben ser elegidos por los colegios, universidades, educadores, académicos, consumidores, y ¡no a dedo!, y deben tener plena autonomía, independencia y rol de decisión. Además, deben trabajar de la mano con el ente que sobre el papel controla este duopolio maldito.
A propósito del «ente que controla ese duopolio», una vez, cuando yo trabajaba en uno de esos canales ‘privados’ nacionales, estaba editando en mi sala con el director del noticiero, (al que llamaremos Alvarito para proteger su identidad), y fui testigo como el comisionado de turno, (al que llamaremos Javier, para también proteger su identidad), lo llamó para que por favor le diera trabajo a una hija periodista que andaba algo desubicada. No solamente se le dio el trabajo, sino que se le creó un espacio en el noticiero, a una velocidad como la del «correcaminos», con un sueldo mayor al de los demás periodistas que estaban esperando una oportunidad, y con un cargo de directora para una sección que no lo ameritaba. ¿Ustedes creen amigos lectores, que durante ese tiempo en el que el comisionado estuvo en su cargo, y su hija en ese puesto en ese canal ‘privado’ nacional, existió independencia para ‘controlar’?
Alguien me decía que ese cargo de ‘Defensor del Televidente’ es una «figura decorativa», que si está ausente, ¡nadie la extraña!, o ustedes amigos lectores ¿se sienten representados por estos funcionarios? ¡Estamos seguros que no!
A los 15 minutos de publicar esta entrada estoy seguro que los ‘Defensores del Televidente’ de esos canales ‘privados’ nacionales dirán que ellos son independientes y autónomos, y que los presidentes de los canales no interfieren en su trabajo, pero yo que edité estos programas en los dos canales ‘privados’ nacionales sé cómo se manejan las cosas, y bajo qué criterios, por eso lo digo con propiedad y con conocimiento de causa, ¡no se piensa en el televidente!, ¡solo se cumple un requisito!
Cuando escribimos ‘privados’, entre comillas, es para recalcar que no lo son, porque usan el espectro electromagnético, que es de todos nosotros.
Ni la antigua ‘Comisión Nacional de Televisión’, ni la nueva dizque ‘Autoridad Nacional de Televisión´, ni el ‘Defensor del Televidente’, abanderan la causa del consumidor de televisión. ¡No lo protegen ni lo defienden!, ¡Hay intereses creados! No necesitamos ‘Defensores’ en la televisión pública, local o regional, los necesitamos, y muy eficientes, en ese duopolio que cada día abusa más del televidente y cuyo único propósito es enriquecerse.
Y para colmo de males, al presidente Santos, le da miedo autorizar la licitación para un tercer canal, para no quedarle mal a los dueños del duopolio, quienes aportaron para su campaña de reelección.
¡Bienaventurados los que tienen televisión por cable porque para ellos no es este artículo!
P.D. Les recuerdo amigos lectores nuestra campaña:
Ahora el reto es ayudar a Wilson, paciente con retraso sicomotor severo
¡Necesitamos su ayuda por favor!
giovanniagudelomancera
periodista
Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional
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