No puede un jugador en forma egoísta renunciar por redes sociales, víspera de un clásico, anteponiendo su situación personal a la del club que le ha brindado todo y ocasionar la renuncia de un técnico, dándole ‘un golpe de estado’ y perjudicando al equipo.
Según eso, ¿todo jugador que no sea puesto en la nómina titular tiene el derecho de armar una pataleta, ventilar su inconformismo por internet y llevarse por delante la estabilidad de su equipo?
Para los hinchas de Santa Fe, de toda la vida, de estadio, no de televisión, ni de radio, ni de finales, Omar Pérez nos ha dado mucho y lo respetamos como un ícono del club, pero eso no le da derecho de desestabilizar el equipo, crear un malestar general y llevarse por delante el planteamiento de un técnico, que aunque no es santo de nuestra devoción, trabaja honestamente.
En cuanto a Pelusso, se sintió ofendido y maltratado por el jugador y por la hinchada, que lo insultó injustamente por redes sociales, y por la prensa que no lo respaldó. En nuestro concepto se apresuró, debió dirigir el clásico y esperar al presidente Pastrana para hablar, ya en frío, la situación de Pérez, pero pudo más su indignación y el temor que le causó un grupo de hinchas desadaptados que la emprendió contra él, de manera cruel, ingrata y atrevida.
En cuanto al presidente del club César Pastrana, aunque viajó de inmediato desde México para hablar con Pelusso e intentar convencerlo para que no se fuera, el hecho de no aceptar la renuncia de Omar Pérez, de dejarlo en el club y de no castigarlo por su comportamiento al abandonar la práctica del sábado e irrespetar a su técnico, deja un pésimo precedente para el fútbol nacional e internacional, permitir que un jugador haga de las suyas y premiarlo dejándolo en el plantel, es muy grave a futuro para los clubes.
Nadie niega lo que Omar le ha dado a Santa Fe pero todos sabemos que está en muy mala forma, que las lesiones no lo dejan tener continuidad y que el club ya no juega a lo que jugaba antes. Ya el cuadro rojo no juega para Omar ni el balón debe pasar obligatoriamente por sus pies, desde que llegó Pelusso Santa Fe es otro equipo, con otro planteamiento, donde la presencia de Pérez no es tan necesaria como otrora.
Al técnico siempre le hemos criticado por timorato, por ultradefensivo, por miedoso, pero si se contrató un uruguayo, ¿a qué quieren que juegue?, ¿a lo brasilero?
Ahora bien, es muy triste que los presidentes de los equipos tomen decisiones sin consultar a nadie, aunque sean los dueños mayoritarios de los clubes no deberían comportarse así. Es claro que la elección de Alexis Garcia como nuevo técnico no cayó bien en la hinchada. Fue una decisión apresurada y en caliente. Aunque respetamos, queremos y admiramos al profesor Alexis, pensamos que Santa Fe necesitaba un técnico extranjero con otros pergaminos y otro palmarés, acorde al presente del club y a los torneos en los que compite. Tal vez nos pasé la de ‘chamorro’ y García lo gane todo, pero no es el momento de experimentar.
También nos asalta una duda, ¿Alexis debe alinear obligatoriamente a Omar Pérez?, ¿si no lo incluye en la titular entonces el argentino también le dará golpe de estado? De por si el nuevo estratega va a recibir un camerino roto, muchos, para no decir todos, apoyaron al técnico Pelusso y censuraron el comportamiento de Omar Pérez. Los jugadores, (excepto Pérez), mal o bien, y como debe ser, venían identificándose con el estilo resultadista del técnico uruguayo, con su esquema de trabajo y con las nóminas que utilizaba para cada encuentro, llámese titular o mixta. El técnico es el que manda y los jugadores hacen caso, y si el equipo no funciona, pues es el entrenador quien le responde a la hinchada, a la prensa y al presidente del equipo.
No se pueden permitir esos ‘golpes de estado’ en los equipos, no se pueden tolerar comportamientos inmaduros e irresponsables de los ‘ídolos’ y no se pueden tomar decisiones equivocadas por parte de los presidentes de los equipos, respaldando la indisciplina de los jugadores y contratando técnicos de forma apresurada, sin consultar con nadie y sin el perfil que exige un club tan grande como Santa Fe.
La situación de Omar Pérez la define muy bien Javier Carballo, preparador físico de Pelusso, quien también se va con él.
“A veces los ídolos, cuando no se dan cuenta que no pueden más, se vuelven muy conflictivos; y eso pasó ahora. Todos los que van a las prácticas y los mismos compañeros saben en la situación que está Omar. Y a Gerardo (Pelusso) no le pesa el nombre de los futbolistas. Juegan los que están mejor, tengan 17 años o 50. Es lo mismo. Se piensa en el bien del grupo y no en el bien de una persona”.
Pelusso resume muy bien los motivos de su renuncia.
«Han transcurrido poco más de nueve meses en los cuales logramos un título histórico para el club, como la Copa Sudamericana. Y teníamos como objetivo seguir haciendo historia en Santa Fe. De todos modos, como responsable de la dirección técnica tengo límites y la ingratitud no la tolero».
Repetimos, aunque Pelusso nunca nos gustó como técnico, agradecemos la Copa Suramericana que nos dio y el haber estado en competencia paralelamente en Copa Colombia y Liga, donde para nosotros decidió mal y pecó por miedoso y defensivo, pero no aceptamos el maltrato de un sector de la hinchada, enceguecida por el amor incondicional y desaforado que le tienen a Omar Pérez y que insultó al técnico uruguayo, de la peor forma, a través de las redes.
En cuanto a Omar Pérez, ojala se convenza que la titular se gana por méritos, no por historia.
Y al presidente Cesar Pastrana le decimos que el equipo, aunque sea de él, no se puede manejar de manera unipersonal, que vale mucho el concepto de los socios, hinchas del club y de quienes trabajan para la institución. Los clubes no se pueden ‘gerenciar’ al estilo Florentino Pérez, o sino, pregúntenle al Real Madrid.
P.D. Les recuerdo amigos lectores nuestra campaña:
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¡Necesitamos su ayuda por favor!
Abrazo fuerte y bendiciones
giovanniagudelomancera
periodista
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