La jugada sucia de Caracol TV para que escuchen a la fuerza Blu Radio

foto tomada de www.pulzo.com

Como todo lo que hace el Grupo Santo Domingo, el no permitirle transmitir a Caracol Radio los partidos de la Selección Colombia es una muestra de la competencia desleal que ese monopolio aplica en todo.

Ese imperio económico tiene los derechos de los partidos de la Selección Colombia de Fútbol, para la eliminatoria a Rusia 2018, y de la Selección Nacional Sub-23.

Argumentan los Santo Domingo que la Cadena Radial no les ha entregado la frecuencia que ellos compraron a escondidas, en forma desleal, (la HJCK), sabiendo que Caracol Radio la tenía arrendada a la Sociedad Radial Bogotá, concesionaria de la frecuencia, con opción de compra. En dicha frecuencia los Santo Domingo quieren seguir expandiendo su nueva cadena Blu, monopolizando no solo la televisión sino la radio. Recordemos que como el Grupo Español Prisa no les quiso volver a vender la Cadena Caracol Radio, la cual ellos le regalaron a precio de huevo hace unos años, entonces ahora quieren, aprovechando su poder económico, montarles competencia y hacerse escuchar a la brava, así sea con jugadas sucias como las que saben hacer a diario. Feriaron Avianca y ese ícono de la radio llamado Caracol, sin sentido de pertenencia ni dolor de patria, y ahora quieren ‘enmendar’ su error, apoderándose del dial, gracias a toda la mermelada que han recibido, por acolitarle todo a Santos en sus noticieros gobiernistas y en su periódico ‘ El Espectador’ , donde desinforman a la gente.

Ese tema de la no devolución de la frecuencia se debe arreglar en los tribunales, pero no aprovechar la coyuntura, para vetar a la competencia, y hacer escuchar por obligación a Blu Radio.

Ya de por sí nos obligan a ver las transmisiones de los partidos de la Selección Colombia por Caracol Televisión, empresa de la cual es dueño ese monopolio. Debemos aguantarnos los desatinados y rebuscados comentarios de Bonett, las frases del cantante del gol «si la mete es gol Tocayo, si la mete es gol», el descarado exceso de comerciales, los groseros y ordinarios banners durante el partido que no dejan ver las jugadas, la reportería barata, predecible, populista, ramplona y repetitiva, y el no poder ver la señal HD en el cable, porque a ellos no les da la gana, se pasan por la faja al inepto e inoperante elefante blanco de la ANTV, el cual controlan a su antojo, junto con su socio RCN televisión, con el cual formaron el duopolio maldito, y se lavan las manos diciendo que la emiten gratis en la TDT. ¡No todo el mundo tiene TDT señores de Caracol Televisión!, además ustedes están obligados por ley a entregar su señal HD gratis al televidente y que él la mire por donde quiera.

Caracol Televisión se adueñó de la Selección Colombia y la Selección es de todos. Esos derechos deberían ser propiedad del Estado y deberían emitirse por la televisión pública, así se fortalecería el Canal Uno, los canales locales y regionales, y no se taparían de plata los Santo Domingo, a costa del fútbol de nuestra Selección, que no les pertenece. Puede que hayan comprado esos famosos derechos pero en el país debería haber una verdadera ley antimonopolio, que no le permitiera a un Grupo Económico, aliarse con otro para hacer un duopolio maldito, y ser dueños de Canales de Televisión, Cadenas de Radio, Prensa Escrita, impresa y digital, bróker y medios. Se debería controlar la compra de derechos a diestra y siniestra, derechos de todo, para quedarse con todo, aplastando a las pequeñas productoras de televisión, pequeñas emisoras de radio y pequeños portales de prensa.

Ya RCN Televisión y Win Sports se adueñaron del fútbol colombiano, y Caracol Televisión de la Selección Colombia, ¿entonces qué nos espera? Dentro de poco comprarán la bandera, el escudo y el himno nacional, y tendremos que pagarle al duopolio maldito para poder usarlos en las Izadas de Bandera, en los colegios o en cualquier actividad cultural o patriótica.

Volviendo al tema de la jugada sucia que le hizo Caracol Televisión a Caracol Radio, al no permitirle transmitir los partidos de la Selección Colombia, es sencillamente porque ‘El Fenómeno del Fútbol’ si sabe de eso, su cubrimiento con Iván Mejía, César Augusto Londoño, el ‘Tato Sanin’, Diego Rueda, entre otros, es ágil, moderno, imparcial, creativo, diferente, innovador, en cambio Blu Radio es lo más tedioso, lento, ‘sonsonetudo’ y cursi que existe, de ahí no se salva sino nuestro amigo Alejandro Pino, (quien es todo un profesional en el gran sentido de la palabra), por eso quieren que los escuchemos a la brava vetando la competencia.

Los Santo Domingo se caracterizan por esas jugadas sucias, en nuestro caso, luego de realizarles en el 2009 un temporada de programas llamada ‘Talento Caracol’, creada y financiada directamente por nosotros, no la pagaron, no la emitieron, no la devolvieron, y al momento de quejarnos con su presidente de entonces, Paulo Laserna, quien no hizo nada para ayudarnos, nos despidieron injustamente. Logramos hacernos indemnizar en el Ministerio de la Protección Social, en lo que respecta al tema laboral, pero aún nos deben el dinero invertido en esa serie, que no es poco, (64 millones de pesos), y que exaltaba los personajes más emblemáticos de ese canal, en ese entonces. Los argumentos para no emitir ni pagar los programas son los más absurdos que ustedes se puedan imaginar amigos lectores, después les contaremos con detalles, y todo eso lo tenemos debidamente documentado. ¡Hubo abuso de poder!. Los abogados que hemos conseguido para nuestra defensa terminan renunciando ‘extrañamente al caso’. Citamos a ese monopolio a la Defensoría del Pueblo, y prepotentes, y humillantes, como es su esencia, dijeron sus representantes, ¨no conciliamos¨, y abandonaron la sala, ahora nos resta esperar el juicio. A la voz de ‘Aurelio Cheveroni’, nuestro compañero Fernando Hoyos, lo echaron por pedir aumento, después de más de 10 años de servicio, sin pagarle lo justo, igual ocurrió con Agmeth Escaff, a quien despidieron porque hizo un casting en R.T.I. para el ‘Programa del Millón’. Ellos demandaron y se hicieron pagar su dinero pero ¿qué hay de los que no demandan por miedo a ser vetados en el medio?

Retomando el tema que nos ocupa, y después de este largo paréntesis que nos muestra el sucio proceder de Caracol Televisión, más exactamente de los Santo Domingo, debemos decir que de no haber un arreglo directo entre Caracol Televisión y Caracol Radio, que curiosamente y de común acuerdo comparten el mismo nombre, y son enemigos acérrimos, la Superintendencia de Industria y Comercio se tomará mínimo un año para fallar, mientras tanto, a escuchar Blu Radio a la fuerza, (cosa que nosotros jamás haremos), y a ver los partidos de la Selección Colombia por Caracol Televisión, a la fuerza, (cosa que nos toca por obligación).

P.D. Un lector, cineasta, Carlos Palau, nos envía lo siguiente:

«Hola Giovanni y equipo periodístico y de producción de ‘La Sal en la Herida‘

Saludo afectuoso.

Ni qué decir lo que hace el despiadado y ‘megalomaniaco’ Munir Falah, presidente de Cine Colombia, también del grupo Santo Domingo, quien obliga a los cineastas colombianos a pagar 800 dólares por cada sala que buenamente le tira al cine nacional.

La perversidad de Cine Colombia, propiedad de los Santodomingo, y manejada por Munir Falah, tiene como argumento demagógico cobrar las salas al endeudado cineasta colombiano, que con ello contribuye a pagar el paso del cine analógico al digital, ya que cambiar una tecnología por otra les costó una millonada, y nosotros la indiamenta, ¡debemos pagarla!

Resulta Giovanni, que esto es una gran mentira que alcahuetea el Ministerio de Cultura y Proimágenes a los Santo Domingo, y Munir Falah, quien tiene asiento en la junta directiva de Proimágenes, cuya directora Claudia Triana es su directora ejecutiva, hace lo que le venga en gana. Todos se tapan con la misma cobija de la desvergüenza.

Nunca antes Cine Colombia había ganado tanto dinero como ahora. La asistencia a ver los bodrios que exhiben en sus teatros creció en 50 millones de espectadores, es decir unos 500 mil millones de pesos al año. El cine colombiano a duras penas lo ve un puñado de espectadores, el que debe llegar con la campaña de promoción pagada de su bolsillo, donde estos mercenarios como Munir Falah…para que luego se queden con el 70% de la taquilla ¡y te obliguen a pagar las salas! Te quiebras el espinazo durante cinco años haciendo tú película para luego encontrarte con esta jauría voraz de los exhibidores que como Munir, muy bien arregladito junto a su mujer, aparecen diariamente en las páginas sociales, respirando éxito empresarial que todos aplauden arrodillados.

Abrazos querido Giovanni.

Carlos Palau

Cineasta»