Hasta el Secretariado de las FARC cayó en las promesas incumplidas del presidente Santos. La mayoría de los colombianos ya sabe que el primer mandatario tiene como hábito ‘firmar sobre piedra o mármol’ y después ‘recular’.
Le hizo creer a ese grupo guerrillero que iba a lograr conseguir el perdón de Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda alias ‘Simón Trinidad’, condenado en Estados Unidos a 60 años de prisión por el secuestro de los tres estadounidenses en Colombia en 2003.
Y como siempre Santos incumplió, además, negando que tramitó el perdón.
Humberto de la Calle, negociador en Cuba, por parte del gobierno, lo hizo quedar muy mal, porque aceptó que se estaba pidiendo el perdón de Trinidad al presidente Obama.
«Cumplimos con presentar el tema al Gobierno americano en repetidas ocasiones, pero sería absurdo creer que dependía del Gobierno colombiano una decisión del Gobierno norteamericano», eso dijo el precandidato.
La señora canciller María Ángela Holguín había dicho en días pasados a la W Radio que, «por lo menos en reuniones donde ella estuvo nunca se trató el tema». Todo esto muestra que ni siquiera se ponen de acuerdo en el gobierno para decir mentiras, y luego, cuando todo sale a la luz pública, entonces se tiran la pelota. Así ha pasado en la presidencia de Santos desde el primer día, promesas incumplidas, mentiras recurrentes, todo para lograr sus objetivos, la reelección, el Nobel, todo a punta de mermelada, y como decimos en el Valle, ‘cañazos’.
Iván Márquez, integrante del grupo guerrillero de las FARC, aseguró que «el Gobierno no le cumplió a la guerrilla con el indulto para alias Simón trinidad, ya que en varias ocasiones se les notificó que estaba siendo tramitado».
Lo raro de todo esto es que hace algunos meses el expresidente César Gaviria había salido a anunciar con bombos y platillos que el perdón a Trinidad por parte de Obama era un hecho.
Como decía mi abuelita «algo tiene el agua desde que la bendicen», y si Gaviria salió a decir eso es porque conocía que Santos estaba haciendo ese trámite.
Para la guerrilla este episodio los pone en alerta porque se preguntaran «¿en qué más los van a ‘conejiar’?», y eso sin duda es muy grave para el posconflicto, porque está plagado de incumplimiento, improvisación y contradicciones.
Y no es solo eso lo que nos preocupa, se ve a claras el afán que tenía Santos para el Nobel, las zonas de concentración no están listas, ni siquiera saben cuándo fue el día D para de ahí en adelante contar para la entrega de armas. Ese grupo guerrillero sigue haciendo ‘pedagogía’ con armas, aún no entregan los niños combatientes, en síntesis, a todo esa carpa de circo se le está filtrando el agua y se les va a caer toda la estantería, y más tarde que temprano, vamos a conocer las trapisondas, enredos y mentiras que tiene este ‘proceso de paz’ y ese famoso ‘posconflicto’.
De Santos todo se puede esperar y de su equipo negociador y de gobierno, todos se tapan con la misma cobija, hacen las cosas de espalda al país y cuando salen a hablar entrar en contradicciones. La mayoría de funcionarios cercanos a Santos, salvo algunas excepciones, tienen un mal proceder, priman sus intereses personales por encima de los del país, buscan satisfacer sus egos, sus premios, sus candidaturas, sus embajadas, sus consulados, sus puestos o los de sus amigotes, legislan en causa propia, pasan las puertas giratorias, no van de frente.
Eso del ‘conejazo’ es como cuando la prensa deportiva se quejaba porque Santa Fe jugaba muy defensivo cuando su técnico era Gerardo Pelusso, ¿a qué más puede jugar un entrenador uruguayo?, si usted quiere un director ofensivo pues trae un brasilero. Eso pasa con Santos, ¿qué más se puede esperar de él si toda su vida ha sido así?, es un jugador de póker, no da puntada sin dedal, y se rodea y relaciona con gente igual. Al presidente no le importa prometer e incumplir si con eso logra sus propósitos, y eso quedó claro con el ‘conejazo’ que le metió a los de las FARC, que entre otras cosas se lo merecen, porque ellos le han mentido al país todo el tiempo, y lo siguen haciendo, entonces, cómo dice el refrán, «que entre el diablo y escoja».
Lo preocupante acá es ¿qué le espera al país en lo que le queda de Gobierno a Santos?, ¿qué más vamos a descubrir los colombianos de lo que se cocinó en La Habana de espaldas al país?, ¿qué se prometió y qué tanto se va a cumplir?
Preparémonos, porque cada día iremos develando las trapisondas de este gobierno y de ese grupo guerrillero, es un hecho que el país quedó quebrado con la mermelada, empeñado, burlado, engañado, timado, y ahora apunta de impuestos el Ministro Mauricio Cárdenas quiere taparle el hueco a Santos, pero con cada ‘metida de pata’ de sus ex colaboradores iremos conociendo la verdadera historia de ese ‘Show Mediático’ llamado ‘proceso de paz’, de ese ‘golazo’ que le metió Santos al país con ese posconflicto y de cuánta mermelada recibió cada quién para ‘alcahuetiar’ los egos del presidente.
P.D. ¿Vieron lo que hizo el presidente?, objetó la norma que incluía ingresar a nómina a las madres comunitarias que trabajan con el ICBF. Como dijo la representante Ángela Robledo, un Nobel de paz que no es consecuente con la justicia social.
¡Que Dios y la Virgen se apiaden de Colombia!
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giovanniagudelomancera
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